Opinión - Jaime Hernandez

Informe espurio

La Jornada

Por cualquier lado que se le vea, la “figura presidencial” de Felipe Calderón, después de su eventual informe en el Congreso de la Unión, quedará igual o peor de deteriorada. Por un lado, si se presenta a “debatir” –o sea, poniéndose los guantes–, el único gran perdedor será él. Si actuando como porros los diputados y senadores panistas le abren paso “como sea” al recinto legislativo de San Lázaro, seguirán demostrando que sólo se puede gobernar con el uso de la fuerza.

Por otra parte, si “entrega y se va”, tal y como señala el artículo 97 de la Constitución, quedará en evidencia una vez más que Calderón no ha logrado la legitimidad ni el respaldo social para un simple acto protocolario, que en el marco del presidencialismo clásico mexicano era considerado como el “día del presidente”. Ese día, recordemos, se caracterizaba por la aparición de aplaudidores “espontáneos” que arrojaban toneladas de papel cortado multicolor; por el surgimiento planeado de interminables filas de “besamanos”, de múltiples poses cortesanas y fiestas de felicitación, que seguramente es lo que aún espera Calderón.

Armado hasta los dientes

Pero el asunto protocolario no es menor. De hecho, Calderón tiene prohibido acudir a deliberar al Congreso armado, no de valor, sino de pistolas y fusiles. De acuerdo con la Constitución, artículo 9, “ninguna reunión armada tiene derecho a deliberar”, incluso “para tomar parte de los asuntos políticos del país”. La Constitución es muy clara: no se distingue si deben ser funcionarios o no, si deben tener permiso para portar armas o no. No puede ser exagerado este comentario. No olvidemos que de acuerdo con la misma Constitución, artículo 80, el “Supremo Poder Ejecutivo se deposita en una sola persona”. Es decir, todas las funciones y atribuciones de las secretarías del Poder Ejecutivo se concentran en la sola persona. De manera entonces que los cientos de policías armados de la Policía Federal Preventiva que se instalarán dentro y fuera del recinto legislativo y acompañen a Felipe Calderón, lo hacen porque éste mismo lo ordena y es como si acudiera personalmente armado, como en efecto lo es. Simplemente es inconcebible que en un supuesto debate democrático de dos Poderes, uno de ellos acuda armado hasta los dientes. Una cosa es la seguridad personal y otra querer demostrar qué Poder es el verdadero poder.

Esto en cuestión de forma. Pero de fondo: ¿qué tiene que informar Calderón en su primer informe?, ¿informará de verdad acerca del lamentable “estado que guarda la nación”? No sabemos lo que se dirá ese día. Pero un informe espurio, imagino y supongo, que debe tener al menos algunos elementos ideológicos como los siguientes:

Honorable Congreso:

“Señoras y Señores: entrando en materia no pude resolver el problema de Oaxaca. En realidad no hay problema en ese lugar. El asunto, magnificado sólo por un grupo de rijosos, se resolverá plenamente y de forma natural con la terminación del periodo del gobernador Ulises Ruiz. Nuestro gobierno es, como fue el de Vicente Fox, respetuoso de los gobiernos de las entidades que configuran la Federación. Por lo tanto, todas las presuntas denuncias de injusticia social se resolverán en los tribunales locales, que para eso están. ¿Los muertos? Bueno, ellos mismos se buscaron su actual situación jurídica. En relación al tema de los derechos humanos, nuestro gobierno se compone de humanos derechos. Hay plena correspondencia e identidad entre derechos humanos y gobierno federal. Por ello, al ver que algunos activistas que no forman parte del gobierno y que intentaban que se cumpliera en su beneficio el Programa Nacional de Derechos Humanos acordado ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas, decidimos cancelarlo. Hombre probo, sin tacha alguna, respetuoso del Estado de Derecho, Francisco Javier Ramírez Acuña, impulsará un nuevo programa nacional que considere en el Plan 20-30, su pleno cumplimiento, y hasta ese entonces. El expediente de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, por fin, como su nombre lo indica, quedó en el pasado.

En relación al empleo tuvimos avances, sigo siendo el presidente del empleo. Recontratamos a miles de personas que querían autodespedirse del Ejército y de la Policía Federal Preventiva. Esto me permitió, y me felicito a mí mismo, convertirme en el presidente de la seguridad. Ahora, los recontratados se desplazan por todo el país soñando por un país mejor, recuperando territorios que estaban en manos de falsos poderes fácticos.

De esta manera hemos decomisado dinero abandonado. Más de 200 millones de dólares. Los dueños, argumentando con cuentos chinos, no entendieron que no era nuestro gobierno –surgido del triunfo legítimo del 2 de julio–, al que había que desestabilizar.

En asuntos migratorios no hay que ver al muro en la frontera como una afrenta, sino como un reto: de ¡todos modos lo vamos a brincar! En el rubro de macroeconomía tuvimos que reformar la ley del ISSSTE, de otra manera hubiéramos tenido que quitar las pensiones vitalicias de los ex presidentes y reducir salarios de los magistrados del Poder Judicial de la Federación que tanto han contribuido a la paz social. El alza de las tortillas debe entenderse en el marco de la constante demanda y capacidad adquisitiva de los mexicanos. Se encarece cualquier producto por su alta demanda. Además, eso demuestra que si los mexicanos queremos comprar algo es porque tenemos con qué.

En Educación hubo avances. Josefina Vázquez Mota, brillante, como es su libro “¡Dios mío, hazme viuda!”, realizará el programa “Dios mío, ¡escuela segura!”, que recogerá las propuestas sobre moral y valores cívicos que ha impulsado con tanto humanismo y desde tantos puestos de amigos, la maestra Elba Esther Gordillo. Hoy los padres de familia claman por exámenes antidoping para sus hijos, así como para que se reforme el artículo 24 de la Constitución, para permitir una educación religiosa conforme a sus principios. Estaremos pronto enviando una iniciativa en este sentido.

Hoy tenemos lista otra iniciativa, que esperamos apruebe incluso la izquierda moderna que tanto requiere el país, para alentar el sector energético. Ya no es posible que mantengamos el monopolio de la energía. Un Estado propietario atenta contra los más elementales principios de la economía de libre mercado. Por eso los mexicanos votaron el 2 de julio”.

Algo así por el estilo se espera este primero de septiembre, en rubros como “estado de derecho, seguridad pública, economía competitiva y generadora de empleos, igualdad de oportunidades, desarrollo sustentable y democracia efectiva y política exterior responsable”, según las propias palabras de Calderón.

En fin, un informe que estará muy lejos de ser veraz.

::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Peje en 2007::