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martes, agosto 07, 2007

Opinión - Mario Ramos

Condones y gobiernos

La Jornada Jalisco

El día de ayer, en una nota publicada por Juan Carlos G. Partida, periodista de La Jornada Jalisco, nos enteramos de una declaración lamentable en relación con el VIH y la obligación del estado que hizo el gobernador, donde señala que: “Entre la comunidad homosexual sí hay que seguir apoyando; entre los jóvenes, en general, yo creo que no le corresponde al estado repartir condones. Si alguien quiere, y déjame llevarlo a un grado chusco: ¿por qué nada más condones?, vamos repartiendo un six de cerveza y vamos dando el vale para el motel, de modo que el gobierno pague la diversión de los jóvenes. Oye no, no le toca al gobierno pagar cervezas ni el motel. Bueno, creo que tampoco le toca, en la comunidad en general, repartir condones; en la comunidad homosexual sí, porque ahí está considerado como un alto riesgo de contraer el Sida, entonces ahí sí le toca al gobierno hacer conciencia y aportar los condones”.

La anterior declaración lo único que demuestra es la insensibilidad y desinterés del gobernador ante esta enfermedad que crece cada día y como lo demuestran las cifras oficiales no sólo entre la comunidad homosexual. La visión del gobernador al identificar el Sida como una enfermedad de homosexuales habla al menos de un desconocimiento cuando no es que también de una visión parcial del asunto. El gobernador considera que repartir condones entre los jóvenes es pagarles la diversión. En su visión parcial, los condones no son un mecanismo de prevención, sino un producto para la diversión. Como todos sabemos, el gobernador ha manifestado públicamente sus convicciones religiosas, las cuales son muy respetables. Pero el hecho de que su religión prohíba el uso del condón y de que él, en congruencia con los mandatos que en ella se establecen, considere que es inadecuado utilizarlo, no implica que las políticas públicas del estado tengan que sujetarse a dichas convicciones.

Los datos a nivel mundial sobre esta enfermedad son preocupantes: El Report on the Global Aids Epidemic 2006 realizado por la Organización de las Naciones Unidas, señala que desde que se descubrió la enfermedad se han infectado 65 millones de personas y ha cobrado la vida de 25 millones, se estima que actualmente viven con VIH cerca de 39.5 millones de personas, 4.3 millones de ellas contrajeron la enfermedad en 2006, de las cuales 40 por ciento se estima que son jóvenes entre 15 y 24 años de edad. El reporte indica que cada día ocurren 11 mil nuevas infecciones, lo que equivale a 8 personas por minuto, también el reporte señala que existen 8 mil fallecimientos diarios causados por este virus.

Cabe señalar que los expertos sostienen que las cifras son aproximadas, ya que existen miles de personas que aún no saben que son portadoras de este virus. Para el caso mexicano, la pagina web del Conasida señala que Jalisco es el cuarto estado con más casos de infecciones con 9 mil 457 casos reportados hasta el 31 de diciembre de 2006. Por el contrario, en la página web del Consejo Estatal para la Prevención del Sida en Jalisco, el último dato reportado es hasta 2001 y en la Secretaría de Salud hasta 2002. ¿Será una omisión del gobierno estatal no poner en la página web el dato actualizado, o será el desinterés por el tema? ¿Conocerán las cifras, las tendencias, la ubicación, los grupos vulnerables? Si no es así, ¿cómo atacarán lo que no se conoce?, ¿o tampoco es obligación del gobierno atender a los enfermos de VIH?

En general, las tendencias apuntan a que cada día son más las mujeres, los jóvenes y las personas con algún grado de marginación social y económica las que están más propensas a contraer la enfermedad. Por lo tanto, las estadísticas indican que una estrategia eficaz debería incluir a toda la población, no solamente a un segmento muy específico como son los grupos de homosexuales. Un dato que llama la atención del reporte global de la ONU, especialmente de América Latina, es que muchas de las mujeres que están infectadas se contagiaron de varones que tenían relación con otros hombres. En estos casos, ¿qué hará el gobierno del estado para llevar su estrategia de prevención de esta fatal enfermedad a este segmento de la población que por tabúes permanecen como personas aparentemente heterosexuales pero que en la práctica son bisexuales? Al parecer, la estrategia del gobernador únicamente estaría encaminada a todas aquellas personas que manifiestan abiertamente su homosexualidad.

Considero que de nueva cuenta está de fondo la confusión en la que constantemente incurren los gobiernos conservadores, creer que sus creencias religiosas, su moral, deben ser impuestas a toda la sociedad, sin importar si estás personas coinciden o no con ella. El VIH es un problema de salud pública que debe ser atendido por el estado independientemente de la convicción religiosa del mandatario en turno.

Definitivamente el asunto de la enfermedad del Sida debe ser atacado desde distintos frentes, como son: las escuelas, la familia, las iglesias, las organizaciones no gubernamentales y por supuesto el estado. Hacen muy bien las iglesias promoviendo la fidelidad, la abstinencia y condenando las relaciones pre y extramaritales entre sus feligreses. Esa es su función. El papel de las iglesias es informar, educar, persuadir de los principios y valores que en ellas se marcan para que los individuos que deciden profesar dicha religión sean mejores personas de acuerdo con sus parámetros, e incluso tratar de convencer cada día a un número mayor de personas para que sigan sus mandamientos y postulados. Pero es función y tarea del gobierno y establecer políticas públicas para todos los habitantes de un territorio determinado, sin importar su creencia religiosa. Es decir, si algún gobernante cree que aquellas personas que han contraído el VIH han sido castigadas por pecadores y designio divino, es respetable que así lo considere, pero como gobernante debe atender a todos, pecadores y no pecadores.

Depende de cada padre si es a través del temor a Dios, el amor, el pecado, la abstinencia, los anticonceptivos o informado a sus hijos de los métodos que existen para tener relaciones sexuales más seguras como deciden proporcionarles la información para protegerlos. Pero es función del estado promover los métodos científicamente probados como los más eficaces para prevenir esta enfermedad. Es obligación del estado proporcionar seguridad social a los ciudadanos. Afortunadamente sabemos que cada día existen más personas que en sus religiones les prohíben el uso del condón y que en un acto de responsabilidad, desobedecen estos postulados y los utilizan para protegerse y proteger a sus parejas.

marioramosg@hotmail.com

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