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jueves, septiembre 06, 2007

Las Reformas que nacieron muertas.

Cuarta República
Germán Robles
06 de septiembre de 2007


Las Reformas que nacieron muertas.

•Televisa litiga a favor de los consejeros del IFE

•La reforma electoral de los partidos apuntala vicios de origen.


Una vez pasados los espectáculos del no informe presidencial y la reinauguración del rito presidencialista pero ahora extralegal y en Palacio y salvo algunas escaramuzas provocadas por “errores técnicos”, los tres partidos políticos en particular PRD y PRI se alzan con todo contra la actual planilla de consejeros electorales en lo que se pretende como una reforma electoral de “tercera generación”.

Del otro bando, el poderoso grupo Televisa hace gala de sendos editoriales electrónicos en “defensa” de la autonomía del IFE y la no remoción de los consejeros encabezados por Luis C. Ugalde, ¿la razón? Porqué está en puerta la también denominada reforma a medios y en ella va de por medio la reducción de los costos de campañas y también un grillete como la disminución de la contratación de spots, lo que le pegaría nada más en sus bolsillos, mermaría e incluso suprimiría propaganda electoral en medios electrónicos; hacerlo sería como tronar la misma espina dorsal de la fábrica de sueños estúpidos.

Ayer en el noticiero nocturno de Televisa, trinchera de la defensa de la oligarquía, programas gubernamentales y planes de negocios de la misma empresa, se llevo un litigio mediático a favor del IFE y sus consejeros, ergo, un linchamiento de la clase política en particular tricolores y amarillos que ya han puesto a los consejeros entre la espada y la pared. Como si el canal dos fuese el pulpito laico, donde la visión de Televisa fuese entelequia de la realidad, dado que más de 60 millones de pobres no tienen más opción televisiva y como si se tratase de la única referencia del mundo moderno; intelectuales y analistas políticos orgánicos se pronunciaron vehementemente en contra del punto de la reforma que implica el corte de tajo de los consejeros.

Héctor Aguilar Camín, portavoz del grupo “nexos” al que también pertenece José Woldenberg ex presidente del IFE y varios miembros del grupo “compacto” salinista precedieron -orgánicamente- en palabra la salida a cuadro de Luis C. Ugalde, entrevistado por el señor López Dóriga, disfrazando el “debate” con el manto del montaje televisivo, cada pieza en su lugar; lo cierto es que la autonomía y los principios de no remoción por caprichos políticos si bien son entendibles, dichos estos desde Televisa, distan mucho de ser el target de la disputa. A Televisa e incluso a los mismos consejeros les importan un pito estos preceptos; los últimos se prestan al juego mediático de la empresa para meter presión a los diputados; lo que va por delante es el aviso de una interesante guerra donde tanto partidos como televisoras muestran interés en pactar reformas que les sean de mutuo propio pero antes cada quién muestra su poder y de lo que es capaz.

En el fondo lo que Televisa pretende con esta cruzada no es solamente pactar una reforma a la ley de medios a su modo, sino entrar al juego político de apoyar a los órganos políticos y de gobierno del IFE a cambio de una contrarreforma a la propia ley de medios; negociar una reforma por otra; ¿porqué? Porqué la actual estructura del IFE es garante de pagares firmados al consorcio; si le ponen ahí un candado político con la figura de la “contraloría” al instituto y por el otro lado se hace una reforma a los medios, -que aún siendo esta a su modo y talla-, Televisa no tendría certeza jurídica como principal acreedor de los dineros en campañas.


Una reforma electoral implica incluir en el mismo paquete una de medios; pero en nuestro mezquino modelo de democracia mexicana la lógica de las reformas “integrales” no existe; se toma la más conveniente para los congresistas y si “se bañan al menos salpiquen” dirían; en la rebatinga en San Lázaro, los diputados de las distintas fracciones se fueron por la línea política y cortoplacista de dar iniciativa a una reforma electoral para remover principalmente a los consejeros, porque antes que principios (que son utilizados como disfraz por los partidos) con los cuales nadie en su sano juicio podría estar en desacuerdo, tales como reducción de tiempos y dineros en campañas, regulación de precampañas, sujetarse a tiempos oficiales, etc.; antes, lo que les importa son las elecciones inmediatas y mientras Elba y Ugalde sigan a la cabeza los partidos no tendrán golpe de mano.

Así que ante esto los partidos decidieron que primero va la reforma electoral y después la de medios; ´si primero vamos con la de medios imposible la reforma electoral´; de tal suerte que lo único que puede resultar “integral” de ambas reformas es el común denominador del chantaje; a la clase política no le importa dejar de hinchar las arcas de Televisa, si lo que se obtiene es el poder, en el fondo no pretenden enemistarse con la empresa, la ley de medios será pactada a su modo, pero primero amenazan, muestran sus armas para “tantear el agua a los camotes” y ver lo que la empresa está dispuesta a ceder; y Azcarraga no quiere un “contralor” que le mine el flujo libre de dineros.

Claro que la figura del contralor es cuestionable, pues sujetaría a un órgano que presume carácter autónomo y “ciudadano” al vaivén de los partidos, ¿pero en algún momento después de la reforma política de 1978 a la fecha los órganos electorales han estado ajenos al control político, ya sea ejecutivo o partidos?; ¿no fue en 2003 cuando se traicionó la reforma electoral de 1996, cuando la Gordillo puso a sus entenados y ella misma marco el rumbo de la elección e impuso al “legal”?, ¿entonces que ladran?

*****

No sólo se trata de hacer un juicio sobre una reforma a medios a favor de Televisa; lo que será una contrarreforma de facto que no tocará sus intereses; se trata también de valorar que una reforma electoral en los términos políticos que se propone, más allá de la remoción de consejeros -que ellos mismos se encargaron de tronar la credibilidad del instituto en 2006-; es una reforma que no supera viejos vicios de origen; primero con la reforma política se creo un colegio electoral a cargo del ejecutivo; fue hasta la reforma de 1996 donde se excluyó del consejo directivo del IFE al ejecutivo (ídem); pero aún cuando verdaderos demócratas hicieron esas reformas no se eliminaba el vicio de que fueran los mismos partidos -en reparto de cuotas de poder- quienes pusieran consejeros a modo; todos militantes partidistas.

El IFE con o sin contralor, con o sin reformas, siempre ha estado cooptado por partidos y el ejecutivo, así que eso de la “autonomía” es relativo; pero eso no quita que la medida del “contralor” que se propone empeoraría las cosas; habría que descubrir el tejido fino de todo este entuerto y los términos finales de las reformas por que una cosa está clara: un órgano federado autónomo no está según la ley por encima del poder legislativo.

Además los argumentos para la remoción de los funcionarios son claros y todos van en relación al fraude electoral, lo que no es claro es el tipo de reforma que se pretende; en el caso de porque no se aplica un juicio político en contra de los consejeros sería dificil hacerlo a toro pasado siendo ya calificada la elección y con los argumentos fraudulentos de las derechas.

Si el PRI y PRD realmente quisieran hacer un juicio político a los consejeros se tendría que buscar los medios de objetivación del fraude electoral, ¿cuales?; el recuento profesional del voto por voto, la aceptación explícita por parte del PRI del fraude del cuál no sólo tienen conocimiento sino documentación, se tendría que destapar la cloaca pues, so riesgo de generar una inestabilidad política tal que pondría en riesgo incluso la seguridad nacional. De ahí que Ugalde puede amenazar pidiendo juicio político para su remoción pero en el fondo lo que menos quiere es que le tomen la palabra, lo que lo deja cojo en su defensa.


De ahí que el PRI y PRD principalmente ya van camino a la reforma electoral, amén de las mejoras que sin duda tendría la misma, empero, pesa más -y por ello la vuelve una contrarreforma- que no se eliminan los viejos vicios de la técnica jurídica y del viejo régimen en la elección de consejeros; el PRI va a cortar de tajo, será el arquitecto de la “reforma” y pavimentará el camino para que uno de sus candidatos allane la presidencia en 2012, uno de ellos: Enrique Peña Nieto. La justificada vendetta negro -amarilla puede servir de palanca para esos fines, (esa lectura la hizo bien el PRI), pero puede ser una trampa mortal a la vez para ellos, hay signos ominosos en estas reformas -en principio tan imperativas- y por el cauce que llevan no terminarán siendo útiles a los ciudadanos de a pie; han nacido muertas.



analista político

roblesg2@gmail.com

gerarq22@hotmail.com





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