Vecinos de la Cuenca del Ahogado y el Grupo VIDA presentaron queja ante la Comisión
Es momento de que las autoridades den resultados claros, indicó Alvarez Cibrián
EUGENIA BARAJAS
Una queja interpuesta ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) que apela por un medio ambiente sano y limpio podrá salvar la vida de 16 mil habitantes que respiran los desechos tóxicos que arrastra la Cuenca del Ahogado, incluidos los cerca de mil alumnos de las escuelas Mártires del Río Blanco, que por ironías en el nombre se han convertido en víctimas al ser vecinos de la fétida cascada de inmundicias y espuma blanca que el viento riega como contaminado paisaje nevado por el municipio de Juanacatlán.
“Es tiempo que las autoridades se pongan a trabajar y si tiene que tomar medidas urgentes que lo hagan”, sentenció el ombudsman Felipe de Jesús Alvarez Cibrián.
La pompas de maloliente jabón surcan el cielo estampándose sin pudor en la cara de aquellos que todavía tienen la osadía de continuar una vida normal en el municipio de Juanacatlán, la enorme manta colocada por el grupo Valores Integrales y Desarrollo Ambiental (VIDA) en las vigas del nuevo puente de acceso, donde da cuenta de la cantidad de contaminantes que arrastra el río –arsénico, cadmio, cromo, cobre, plomo, mercurio, níquel, coliformes fecales y salmonella– no inhiben el paso de las adolescentes, que por necesidad cruzan para llegar a su hogar tras la salida de la secundaria.
Un número, el 986/07, representa la esperanza para cerca de 15 mil habitantes que viven en la ribera de la cuenca, es el registro de la queja ante la CEDHJ del Grupo VIDA, que encabeza Rodrigo Saldaña que exige su derecho de un ambiente sano y limpio tras 30 años de ver la degradación del río, que de ser un atractivo turístico se convirtió en la cloaca de la Zona Metropolitana.
La esperanza de que las autoridades respondan ante una recomendación o un informe especial de las repercusiones a la salud de los pobladores y sobre todo a los niños que integran el plantel de las dos escuela Mártires del Río Blanco, que al tener sus salones a escasos metros de la fétida y espumosa cascada, padecen de granos en la piel, mareos, enfermedades estomacales y estrés, es mucha ya que según Felipe de Jesús Alvarez Cibrián durante un recorrido a cuatro puntos de la cuenca, se exhortará a las autoridades de los tres niveles de gobierno con la Comisión Nacional del Agua (CNA), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Semarnart, la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS), la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), Secretaría de Salud y el Ayuntamiento a que respondan para encontrar soluciones.
“Es momento que las autoridades encargadas de todas estas áreas se pongan a trabajar y den un resultado claro a la sociedad, en donde acaben con especulaciones, paguen estudios y de una vez por todas se acabe con rumores, especulaciones y acusaciones y si se tienen que tomar medidas urgentes, también se pongan a realizarlas”.
Alvarez Cibrián visitó el canal de Las Pintas en La Huizachera, en donde corre el drenaje a cielo abierto; la planta de tratamiento del Siapa que sólo opera como sistema de bombeo y el canal ubicado a 40 kilómetros de El Verde, Chapala, en el que se descargan residuos industriales y aguas negras; el fondo de este canal es de tierra, por lo que la contaminación se filtra a los mantos freáticos.
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