Los proyectos oficiales de vialidad enfrentan a peatones y automovilistas

José Manuel Verdín insiste en hacer de la López Mateos una avenida de alta velocidad

Los de a pie organizaron bloqueos en la arteria; el plan se queda, señaló el funcionario

La protesta en López Mateos ocasionó el cierre de siete cruces vehiculares Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO

JORGE COVARRUBIAS

“¿Por qué no se van a la chingada?”. De este tono de voz fue, a la orden del día, el intercambio de insultos entre peatones y automovilistas sobre la avenida López Mateos, a la altura de Plaza del Sol. El motivo: la Secretaría de Vialidad y Transporte (SVYT) implementó otra vez el experimento de hacer de esta arteria un corredor de alta velocidad desde Eulogio Parra hasta el Periférico Sur.

“¿Qué no ven que es un viaducto?”, vociferaba un junior mientras manoteaba en el volante de su lujoso Mercedes Benz, equipado con bolsas de aire, caja de discos, aire acondicionado, e interiores en acabados de madera. Se le veía contento, conduciendo en su bólido a velocidades que en otras zonas de la ciudad no le hubieran permitido, hasta que llegó al tramo de Plaza del Sol. Ahí se le atravesaron 60, 70, y hasta 80 peatones. Entonces se desquició, se enfrentó a gritos contra la agrupación de ciudadanos que organizó bloqueos intermitentes en este cruce para defender el derecho de “los de a pie”.

Otros conductores, a bordo también de automóviles de lujo, propinaron insultos y hubo quienes aventaron sus vehículos contra los manifestantes.

Desde los camellones, los funcionarios de la SVYT miraban entretenidos los arrebatos de enojo de la gente, el paso de tortuga de los automotores y las carreras que pegaban los peatones al bajarse de los camiones para atravesar la avenida.

Sólo 15 segundos de luz verde para los de a pie. Para las personas de la tercera edad, mujeres con carriola, discapacitados y niños fue una verdadera hazaña; había que apretar el paso, driblar al que venía enfrente y soportar el estruendo de los claxon y hasta majaderías de los conductores.

“¡Ahí está el puente peatonal!”, refunfuñaba un burócrata al que la dependencia puso para repartir volantes con la impresión de tres caritas felices, y por supuesto también a recibir mentadas de madre. “¡Pa qué chingados acepté la chamba!”, se lamentaba el funcionario.

Hubieran pasado desapercibidos, pero las cámaras y micrófonos de diversos medios informativos lograron que los peatones identificaran a los servidores públicos y se abalanzaran hacia ellos con severos cuestionamientos.

Al titular de la institución, José Manuel Verdín Díaz, le gritaron casi de todo; “¡culero!”, “¡cobarde!”, “¡ven a dar la cara, que eres nuestro empleado!”…

El operativo duró de las ocho de la mañana a las nueve de la noche. Canceló siete cruces vehiculares a López Mateos de oriente a poniente, suprimió decenas de cruces peatonales y puso en verde todos los semáforos de la avenida. Los resultados todavía están en análisis, pero el proyecto se queda, dijo tajante Verdín Díaz.

Más adelante de esta avenida, poco antes de llegar al Periférico Sur, la situación estaba peor. Ahí sí los automovilistas se dieron el lujo y placer de acelerar sus motores, sin que el peatón les estorbara. Las cebras amarillas fueron reemplazadas por vallas metálicas. Para llegar al puente peatonal más próximo había que caminar hasta 30 minutos. Luis Alonso Martínez Sáenz, director de Infraestructura Vial de la dependencia, dijo que están en proceso de construcción algunas estructuras metálicas para que la gente cruce por arriba.

“¿Y los 500 millones de pesos que gastó el gobierno para hacer pasos a desnivel?”, “¿y el proyecto de reordenamiento del transporte público?”, “¿y el peatón hasta cuándo?”, le preguntaron los inconformes al titular de Vialidad ya en una situación bastante álgida que motivó aventones y la agresión de uno de sus escoltas a un fotógrafo que buscaba el mejor perfil del funcionario.

La de ayer fue una manifestación espontánea a la que acudieron investigadores de la Universidad de Guadalajara, Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (Iteso), integrantes de asociaciones civiles, personas inconformes con la medida, que respondieron a la invitación de un correo electrónico enviado en cadena.

Después de una hora se acabó la manifestación, justo en ese momento habían llegado patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública, al parecer por orden de Verdín Díaz, dispuestos a desalojar a los inconformes y abrir el espacio al dios automóvil.

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