Opinión.-

Cuarta República
Germán Robles
18 de septiembre de 2007

La ingeniería maquiavélica de las reformas.

El carácter histórico que tienen las reformas constitucionales en materia electoral del pasado 12 de septiembre no provocan una efusividad porque existan beneficios social y ciudadanos mayores; no hay tales; los beneficios como siempre son para las élites políticas, donde no hay héroes ni villanos sino el simple arrebato por y para el poder. Esto no significa una descalificación, se trata en principio de dimensionar y reconocer lo que es un buen paso político, nada más.

Los ciudadanos poco valemos en la práctica legislativa, nadie, ningún político -máxime si son de la élite- experimenta en cabeza ciudadana ajena, sino hasta no sentir los nocivos efectos de sus políticas en la propia; tuvieron que verse juntos tanto el PAN, PRI y PRD agraviados por las televisoras, para lograr una homogeneización químicamente imposible, la del agua y el aceite.

Una concatenación de circunstancias, de hechos políticos exquisitos y únicos que pusieron de acuerdo a casi todos; que además pusieron implícitamente de acuerdo al mismo López Obrador, como al señor “legal”. Ambos fueron quienes el año pasado presionaron a sus bancadas para votar sin leer y en fast track el dictamen que Televisa les redacto y entregó en el conclave de Valle de Bravo donde todos se les arrodillaron y hoy ambos dieron su aval en las negociaciones. Sólo para refrescar la memoria, que no es el fuerte de los mexicanos.

Sin embargo hay mucho de valioso en las reformas electorales; si bien forman parte de un juego de poder de la real politik mexicana, por sus características resulta por demás interesante no solamente para el análisis, y quiérase o no terminarán afectando el rumbo de la democracia mexicana, pues la televisión y radios mexicanas en particular las que hacen a Televisa han perdido una tajada importante en la relación entre políticas públicas, dinero y partidos, donde el consorcio era quién imponía agenda y chantajeaba a todos desde el momento en que llegaban a su puesto de poder y hasta su salida, pasando por la manera de gobernar. Las televisoras como el gran censor y elector de la clase política. El defenestrador de políticos a su antojo, vía reality show.

No es cualquier cosa, incluso hay miembros parlamentarios de la Unión Europea que vieron como extraordinario que en la aprobación de la pasada y casi extinta ley televisa, aprobada en 2006, hubiese existido una oposición de 40 senadores, es decir que votaron en contra de la ley, mientras está se impulsó con 80 votos a favor; cosa que en sus países ven muy difícil, dado que la oposición ante los medios electrónicos como los europeos es exigua, es paradigmática la incursión de Silvio Berlusconi en Italia; de ahí justamente que en la mayoría de los países europeos y democracias modernas decidieron hace tiempo prohibir expresamente cualquier promoción política en los medios electrónicos, léase los spots.

Que si la reforma tiene deficiencias, Sí. Es incompleta para muchos ciudadanos y se queda corta para los verdaderos beneficios de los mismos, no se modifica la forma de elegir consejeros, etc; esos son estupendos argumentos; empero no existen reformas infalibles, ni plenas, pero si tienen una cualidad perfectible; estas reformas son un primer paso en la vía correcta y dentro del mundo de lo posible; de tal suerte que si hace un año atrás -con el enorme poder que habían acumulado las televisoras a raíz del vacío de poder foxista y el decretazo otorgado en 2002- nadie ni en sueños, ni loco de remate, hubiese imaginado las reformas que se dieron la semana pasada, que si bien se sabía llegarían un día, ese día quedaba o parecía estar a años luz de nuestro imaginario.

Se trata de todo un avance, y estas señales son sintomáticas de que Radio Caracas Televisión capítulo México está a punto de perder su control duro político de los procesos electorales y que será ajusticiada; en cambio los ciudadanos tendremos nuevos y más sanos referentes para el debate político y la toma de decisiones. La información tendrá un avance así como un conocimiento más crítico de la misma, y el periodismo será de más corte investigativo, el procesamiento de la información será más avanzado al grado de alcanzar un carácter científico al margen de ideologías y pasiones que nos alejan cada vez más de la objetividad. Estos elementos serán el contra ataque a las trampas televisivas por permutar los spots a infomerciales, gacetillas y entrevistas pactadas.

La estratagema legislativo- política de cámaras y partidos fue de una ingeniería maquiavélica impecable. El señor “legal” salió de “gira internacional” a la India para mantenerse al margen, algo así como el estado de vacaciones foxista en 2003 durante el “Chiquihuitazo”, cuando fue un pleito entre particulares (sic), el señor Calderón estuvo fuera del país los días suficientes para no verse salpicado por la bufalada mediática del duopolio y la CIRT, desde el exterior, al más puro estilo priísta del antiguo régimen, felicitó a los diputados por las reformas, en un aval timorato pues es hecho desde el exterior; ante posturas comprometidas imposible tal reconocimiento en el propio país. Desde luego esto no le significa que hayan aumentado sus bonos y menos con las televisoras.

Y no hacía falta tal convalidación por parte del “legal” pues la misma constitución no le da derecho a vetar ni irrumpir en ejercicios legislativos fuera de temas como el fiscal y de seguridad por ejemplo; sólo fue un mutuo propio mediático para dejar ver su “que ver” con la encerrona del pasado 6 de septiembre, conclave en donde los líderes de las bancadas senatoriales idearon la estrategia a seguir para contener la cargada e impulsar el voto mayoritario de las reformas; allí estuvieron Manlio Fabio Beltrones, Santiago Creel y Carlos Navarrete, de PRI, PAN y PRD respectivamente.

Primero se votaron en San Lázaro seis de siete dictámenes favorables de “la reforma fiscal” enviada por el señor Felipe Calderón, ese fue el boleto para que al día siguiente el 12 de septiembre en el Senado se diera la aprobación contundente de la reforma electoral; estas reformas salieron del Senado en forma de minuta y dos días después se aprobaron en San Lázaro; siempre bajo la condición indispensable de sostener el gasolinazo –que pagaremos todos- condición sine quan non se podría mantener el acuerdo político cupular sin que nadie reculara.

Una muestra clara de que las reformas son parte del juego del poder, los ciudadanos y nuestra precaria economía les importa un cacahuate a los miembros del la oportunistamente llamada “partidocracia”; que siempre ha existido y que de forma lóbrega y furtiva han legislado a su propia conveniencia; pero ahora resulta que los barones del espectro radioeléctrico están “indignados” por los “albazos”. Descubrieron según ellos el agua tibia.

Los amarillos tomaron la tribuna, hicieron una faramalla como queriendo “evitar” el alza tributaria de dos centavos, -36 centavos en cómodas mensualidades- a la gasolina y el diesel, pero se evidenció una simulación, porque antes lo que estaba bajo defensa y riesgo fue el pacto político de las diversas reformas entre ella la fundamental en materia electoral. Digamos un mal necesario. Ya hechos los amarres en ambas cámaras ahora lo que procederá es la espera de que al menos 25 congresos locales la aprueben; ¿cuál es la garantía? El conflicto de intereses inyectado a través de la reforma fiscal: el impuesto de dos centavos mensuales a la gasolina, el alza les beneficia, dinero de los cuales una buena parte quedara en las arcas fiscales de las entidades federativas, una jugosa zanahoria que viene endosada en las reformas por “revisar” y votar; que es parte del regalo presupuestario y poliza de seguro a favor de los arreglos cupulares. Las reformas serán aprobadas por la mayoría de los congresos.

De tal suerte que el golpe primordial al duopolio televisivo se dio desde la cámara de Senadores, el resto es un efecto legislativo cascada; salvo la negativa de algunos gobernadores del norte, como el caso de Humberto Moreira (por Coahuila), todos de cepa gordillista, quienes se oponen a las reformas en sus núcleos caciquiles y hacen labor de fiscalía a favor de Ugalde y consejeros comparsas.

Otro de los damnificados es Enrique Peña Nieto quién ya tiene pactado con el grupo Televisa un paquete de marketing político de imagen personal, un plan de negocios de posicionamiento hacia el 2012 el cuál se verá severante afectado a falta de spots; Peña Nieto quién a saber de muchos goza de un "carisma estético" que sirve como coartada para enmascarar toda la podredumbre que significa el PRI en el estado de México; estado, que a propósito, es señalado por diversos estudios académicos como el más corrupto del país y que tiene la “casual” prelación “informativa” por parte de Televisa y sus radiodifusoras, quién presumiblemente también es apoyado con recursos de los hermanos Salinas particularmente del innombrable del que se considera Peña Nieto es su delfín. Si bien sabía el accionista de casinos Manlio Fabio Beltrones a quién iba dirigida la reforma.

Al gobernador mexiquense, prestanombres del control político caciquil, -de los más arcaicos del priísmo-, definitivamente se le encarecerán sus bonos de “carismatocracia” –pero con culo represivo, por el caso Atenco-; ahora las gacetillas o infomerciales estarán a la alza en medios nacionales, saldrán mucho más costosos; se presume que una entrevista a modo como las que suelen hacer el ex drogadicto de Joaquín López Dóriga y el conductor de grupo Fórmula José Cárdenas podrían cotizarse a razón de 500 mil pesos y en tiempos electorales hasta un millón de pesos por entrevistas o apertura de espacios “noticiosos”, claro todos a modo y talla. Esos son los negocios de quienes se asumen como “adalides de la democracia y la li-bertad de expresión”; los mismos que mandan a interpelar a Paty Chapoy, a Ferris de Con, entre otros ilustres; los mismos que en su torpe defensa endilgan a la recientemente descubierta “partidocracia” el mote de “el poder fáctico de los partidos políticos” (súper mega ¡sic!) ahora los patos le tiran a las escopetas y los poderes públicos son poderes de facto; no tienen argumentos; no en vano existe un clásico que reza, la pólvora no arde en manos de p(…)s.

En estos momentos en el Senado se respira un aire de victoria republicana después de la votación de las reformas, y ese sentimiento por reconquistar más del poder perdido -con una aderezo de patriotismo- los impulsará a sacar, con toda su fuerza la reforma a la ley de medios ya en puerta, específicamente la reforma a la ley general de radio y televisión; con su cargada de íra las televisoras le jalaron los bigotes al tigre, y quizá la reforma electoral recién aprobada y el nuevo ánimo legislativo de "ya basta"; de querer subyugar a los poderes de facto sea de utilidad; la aclamada reforma a la ley de radio y televisión podría significar no sólo el desmantelamiento político de la fábrica de estupideces ubicada en Chapultepec 18, sino que, en una de esas, su impacto podría desmoronar su imperio comercial. Al tiempo. Si la guerra que viene será aún más interesante.

roblesg2@gmail.com

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