Ellos, quienes buscan privatizar Pemex
jorge_naredo@yahoo.com
I
Quieren todo y van por todo. Sí, ellos, los que hace dos años cometieron un fraude electoral y usurparon
II
No querían debate. No querían palabras. No querían argumentos. En un principio pensaron que sería fácil: rápido iban a aprobar su reforma petrolera (mal llamada energética). Fallaron los cálculos. Los diputados del Frente Amplio Progresista (FAP) tomaron las sacrosantas tribunas de las Cámaras de Senadores y Diputados y no se bajaron de ahí: “debate”, era su único pedimento. Los gruñidos, manotazos y bramidos hicieron acto de presencia: “¡qué indignidad!”, “¡atropello a la democracia!”, “¡no dialogan esos necios y renegados!”. Panistas y priístas (acompañados de los medios de comunicación en voz de los merolicos que a diario aparecen en la televisión) se enfuruñaron. Hicieron corajes, estaban coléricos. Al final aceptaron el debate. Y el debate, que no querían, que no deseaban, al cual se oponían, resultó, de un día para otro, “un ejercicio democrático” necesario para el país. Sí, así son ellos: es su comportamiento.
III
En los debates celebrados en
IV
Saben que han fracasado en el campo de las ideas, de lo técnico y lo político. Por eso ya, desde ahora, comienzan a deslegitimar el debate. Arguyen, sí, ellos, los honorables, los institucionales, los muy legales, que la decisión es de los “representantes populares”, y que éstos pueden o no escuchar las voces de intelectuales, especialistas y peritos en petróleo que han desfilado como ponentes en las mesas de debate de
V
Una consulta pública les produce miedo a quienes buscan vender Pemex. Saben bien el parecer del pueblo. Y el pueblo dice no, nunca: el petróleo es de los mexicanos y nada más. Punto. Así de fácil. Por eso descalifican desde ahora el ejercicio de preguntarle a la población ¿qué opina? Son contradictorios, pues en sus discursos se desgañitan repitiendo hasta el hartazgo que Pemex es de “todos”, pero en los hechos, jamás le darían voz a esos “todos” para que den su veredicto sobre lo que se debe hacer con Pemex. Se he llegado al extremo que el mismísimo director de la paraestatal, Jesús Reyes Heroles González-Garza, adujo que los mexicanos son demasiado ignorantes y que su opinión no merece atención. ¡Eso sí que es democracia! Pero qué podemos esperar de ellos, los que se robaron la presidencia: tan honorables, tan institucionales, tan legales.
VI
México no es de unos cuantos empresarios y políticos corruptos que pretenden subastar lo poco que le queda al Estado. Ellos piensan que son dueños del país, que puedan hacer lo que les venga en gana. Habrá que demostrar lo contrario. Habrá que alzar la voz, alzarla alto, alzarla fuerte, fiera, enérgicamente, para que se sepa, y quede bien claro, que el petróleo es de la nación. Aunque no les guste a ellos, los institucionales, los honorables, los muy legales.
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