■ En 1997 bombardearon en los medios diciendo que se requería explotar la riqueza: ex funcionario
■ Cuando el Estado tomó el control aumentaron los ingresos para el pueblo, dice Iván Orellana
Israel Rodríguez J.
Ampliar la imagen Los presidentes de Brasil y de Venezuela, Luiz Inacio Lula da Silva y Hugo Chávez, respectivamente, el pasado 26 de marzo durante el inicio de trabajos de una refinería que será operada por ambos países Los presidentes de Brasil y de Venezuela, Luiz Inacio Lula da Silva y Hugo Chávez, respectivamente, el pasado 26 de marzo durante el inicio de trabajos de una refinería que será operada por ambos países Foto: Ap
Iván Orellana Alcalá, director general de asuntos internacionales del Ministerio de Energía y Petróleo de Venezuela, indicó que en 1997, cuando se acentuó el proceso de privatización de Petróleos de Venezuela (PDVSA), se bombardeó a la población con una campaña mediática en la que se argumentaba que la empresa debía recibir ayuda tecnológica para ser fortalecida, por lo que se requería respaldo de las petroleras internacionales.
En entrevista con La Jornada, el funcionario recuerda: “nos dijeron que se requería la participación privada porque se necesitaba exploración, ya que teníamos riqueza por descubir y explotar”.
La experiencia que vivió el pueblo venezolano en los años 90 con la aplicación de los modelos neoliberales y con la privatización y la desregulación en la industria petrolera tuvo consecuencias “desastrosas”, advirtió.
Orellana Alcalá indicó que en aquel entonces se argumentó que se iba a fortalecer PDVSA y al Estado venezolano mediante la privatización. No lo exponían abiertamente, pero decían que podríamos optar por una estrategia de asesoría o buscar la participación de las trasnacionales dándoles mayoría accionaria.
De esta manera, explicó, se buscó la figura de contratos “leoninos” para asegurar el acceso a los recursos naturales del país.
Desde 1991 hasta 1999, el aporte de la renta petrolera al Estado era mínimo, y se siguió una política de dar acceso a las firmas para inundar el mercado petrolero y deprimir los precios, que en 1997 llegaron a 7 dólares por barril.
En ese año, los aspirantes a oligarcas que estaban en PDVSA dijeron a la nación que al año siguiente no iban a poder pagar impuestos, pese a que se llevaban la mayor parte de la renta del energético.
Fue entonces cuando llegó el presidente Hugo Chávez al poder; “entramos en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y se establecieron las leyes nacionalistas, pero en 2002 ocurrió el golpe, y luego el saboteo en 2003; sin embargo, desde finales de ese año, cuando tomamos control de la industria, se empezaron a incrementar los ingresos para el Estado venezolano”.
Iván Orellana señala que más importante que el beneficio que ha obtenido el gobierno venezolano es el social, que ahora llega directamente al pueblo.
Corrupción y burocracia
“Antes no había tal participación; el dinero iba para los esquemas burocráticos y se perdía en corrupción y en otros costos inmensos que se le agregaban a la industria petrolera”.
Hoy en día –señala–, Petróleos de Venezuela puede decir con orgullo que es una empresa fortalecida, pues en 2007 presentó un total de activos por 107 mil millones de dólares y su patrimonio fue de 56 mil millones de dólares. “Después de hacer importantes aportes al sector social y a las operaciones de la petrolera, los resultados muestran una empresa sólida”.
Destacó que en 2006, los aportes a programas sociales fueron de 12 mil millones de dólares, y se elevaron a 13 mil millones al 31 de diciembre de 2007, lo que ha redundado en mayor y mejor acceso de los sectores más pobres de Venezuela a los servicios básicos de salud. “La gente se moría porque se le infectaba una uña, lo que ya no sucede. No tenía dinero para operarse de una catarata y gran porcentaje de la población no sabía leer ni escribir, pero ahora eso ya no ocurre”.
Dijo que la principal empresa con contratos leoninos era Exxon Mobil. Me refiero específicamente –añadió–, porque está en el tapete. Esta multinacional intentó ser “un guapetón de barrio” que trató de ponernos contra la pared, intentando secuestrarnos 12 mil millones de dólares por medio de un arbitraje internacional.
Cuando llegaron a Venezuela dijeron: “Queremos que se respeten las leyes y los acuerdos; nosotros nos acogimos a lo que habían establecido, pero ellos mismos violaron lo que fijaron. Esa es la amarga experiencia. Pero la bella experiencia es que ahora parte de la renta petrolera es utilizada en beneficio de los más pobres”, subrayó.
::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Peje en 2008::
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