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domingo, febrero 24, 2008

Opinión - Jorge Gomez Naredo

La sociedad según González Márquez

La Jornada Jalisco

La visión que el actual gobierno estatal tiene sobre la sociedad es nítida: la sociedad es mala, pérfida, vil. Es asesina: la sociedad mata; es delincuente: la sociedad roba; es holgazana: la sociedad no se desarrolla económicamente; es puerca, inmunda y cochina: la sociedad contamina. Emilio González Márquez, sin duda, tiene un problema con la sociedad, con su sociedad, con la sociedad que dice gobernar.

En el marco de la entrega del Premio Jalisco a la Calidad, el actual Ejecutivo estatal, sin ambages, espetó: “La sociedad en México, la sociedad en Jalisco, está diseñada para generar violencia intrafamiliar: el año pasado aumentó 30 por ciento. La sociedad en Jalisco está diseñada para que, aún con crecimiento económico, no exista desarrollo económico. La sociedad en Jalisco está diseñada, conscientemente o no, querámoslo o no, permitámoslo o no, para depredar nuestro entorno”. Sí, la sociedad es mala, pérfida, vil.

¿Quién nos diseñó?, es la primera pregunta que nace de las declaraciones de Emilio González Márquez. ¿Nos diseñó Dios?, ¿nos diseñó la historia?, ¿la sociedad misma?, ¿el gobierno?, ¿los tres siglos de imperialismo español que no en balde nos hizo cobardes (como diría en alguna canción el trovador cubano Silvio Rodríguez)? ¿Nos diseñaron los medios de comunicación?, ¿la televisión local?, ¿las radiodifusoras?, ¿los periódicos? ¿Nos diseñó el clero?, ¿la Iglesia que nunca se ha ido y que sigue teniendo influencia en todos los aspectos de la vida cotidiana de los jaliscienses? ¿Nos diseñó el PRI y ahora nos está diseñando el PAN? ¿Quién nos diseñó, señor gobernador?

Ante la ineficacia gubernamental, la culpa es de todos. Los malos e ineptos no son los gobiernos, sino las sociedades. Es ahí donde se encuentra el problema, donde está la raíz de los conflictos: de la sociedad nació la muerte de Miguel Angel López Rocha; de la sociedad emerge la falta de crecimiento económico, la violencia intrafamiliar y la contaminación. Sí, la sociedad es mala, pérfida y vil.

Pero González Márquez es optimista: hay personas que no están viciadas, que quieren que las cosas cambien, que están haciendo algo bueno por Jalisco. Y esas personas son las que trabajan en su administración y las empresas de calidad, competitivas, que buscan el desarrollo y dan empleo: “Yo quiero reiterar la felicitación y el agradecimiento por lo que están haciendo las empresas, y quiero pedirles que se conviertan, también, en esos agentes de cambio en la sociedad; que con los demás (que estamos conscientes de esto y que estamos empujando por que se dé este cambio), primero, logremos crear esa conciencia de que conseguimos los resultados como sociedad de acuerdo a lo que estamos diseñados, y que si queremos mejorar, si queremos resultados diferentes, hagamos cosas diferentes”.

La visión del actual Ejecutivo estatal es clara: la sociedad está podrida, y el gobierno, en conjunto con las “empresas”, son los salvadores, los que pueden hacer algo por que la situación mejore. Abajo, lo malo; arriba, lo bueno: los “agentes del cambio”. La transformación de Jalisco, según esta concepción del (como bautizó Porfirio Muñoz Ledo al gobernador) Ayatolá González Márquez, se dará siempre desde arriba: nunca desde abajo. Porque abajo, con el pueblo, todo está podrido: la sociedad es mala, pérfida, vil.

La participación ciudadana (es decir, la parte de esta sociedad que no está completamente corrompida) se da a través de la ayuda del gobierno: “lo que se ha hecho con la Gran Alianza es un extraordinario arranque: 35 mesas ciudadanas, aportando a la visión del Jalisco que queremos”. Lo demás, no vale; lo demás, está de más.

Si la sociedad protesta, malo; si la sociedad se moviliza, malo; si la sociedad propone medidas para mejorar la situación actual del estado de cosas, malo; si la sociedad alza la voz y dice no y contradice lo que menciona el Ejecutivo local, malo; si la sociedad duda de las autoridades, malo; si la sociedad se organiza fuera de los ámbitos gubernamentales, malo; si la sociedad, en lugar de pensar que el empresariado es impoluto, lo concibe como explotador, malo; si la sociedad piensa en fraudes y desconfía de las sacrosantas instituciones, malo. Pero si la sociedad acepta, calla, no protesta, no se mueve y se queda en sus hogares, va a misa y ve televisión, bueno.

Se supone que el gobierno debe pugnar por el bienestar de la sociedad, pero parecería que para estas administraciones panistas los ciudadanos son el mal. Y peor aún, piensan que ellos, los gobernantes, con sus siempre fieles empresarios competitivos, son los únicos que sacarán del atraso al pueblo. No comprenden que de abajo, y solamente de abajo, es de donde vendrán las transformaciones. Lástima que muchos de los de abajo tampoco sean conscientes de esto.

jorge_naredo@yahoo.com

::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Peje en 2008::

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