Páginas

::::

martes, febrero 12, 2008

Opinión - Enrique Mendez

Plaza Liberación

◗ Aguas que matan

◗ Los Emilios


Jornada Jalisco

No resulta muy difícil imaginar lo que hizo anoche el gobernador Emilio González Márquez, después de su rosario vespertino: seguramente se sentó muy cómodo en el mejor sillón de Casa Jalisco y se dispuso a ver Las tontas no van al cielo, una coproducción con su tocayo Azcárraga Jean, que –de acuerdo al sitio web de Televisa–, promete contar historias surgidas de la realidad, cuando no tendría más que ir, por ejemplo, a la cama en que es atendido el niño Miguel Angel López Rocha para enterarse de lo que sí ocurre en su feudo.

En efecto, a partir de ayer se transmite la mentada historia, que fue financiada en parte con fondos públicos por el capricho del primer Charro Negro de Jalisco, con el pretendido argumento de que es más fácil educar a las amas de casa por televisión que con programas educativos serios y de fondo.

En realidad, se trata de un favorcito de Emilio a Emilio, en el ánimo de quedar bien con la más grande de las empresas del duopolio televisivo, en momentos en que el gobernador es cuestionado porque no quiere allanarse, como sí lo ha hecho Felipe Calderón, a la reforma que prohíbe la difusión de la imagen de los gobernantes en la publicidad que busca difundir la obra de gobierno.

Como se informó el fin de semana, el PRI presentó en la Cámara de Diputados, una solicitud de juicio político contra González Márquez, por su terquedad de presentarse como el principal hacedor de obras en la entidad, cuando éstas no dependen de su graciosa majestad, sino de un presupuesto aprobado por los legisladores, que proviene además del pago de impuestos.

Aun cuando se trata del PRI el que requiere el juicio político por violaciones a la Constitución, el procedimiento legislativo requiere del aval de la Subcomisión de Examen Previo, integrada por diputados de las comisiones de Gobernación y de Puntos Constitucionales, que determina si el caso requiere de turnarse a la Sección Instructora. Nada más que la primera la preside el panista por conveniencia Diódoro Carrasco Altamirano, y la segunda, el priísta César Camacho Quiroz, y el voto estaría dividido.

Además, antes que el caso de González Márquez hay una larga fila, y están pendientes dos solicitudes relevantes de juicio político, la del góber precioso de Puebla, Mario Marín Torres, y la del de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz. Así que llevar a juicio político a Emilio se antoja difícil, si bien no es imposible.

Porque elementos sobran, no sólo por su desacato a una reforma avalada inclusive con los votos de Acción Nacional, sino por la deficiente administración que encabeza, y se ha reflejado en hechos como la impunidad en que su gobierno ha dejado al procurador Tomás Coronado por su participación en una fiesta sexual con menores de edad y el abuso y hostigamiento posteriores del Ministerio Público contra las denunciantes.

El más reciente hecho ignominioso, que retrata el infortunio del niño López Rocha, tiene como punta las actitudes irresponsables –por decir lo menos– del director del Hospital General de Occidente, Enrique Rábago, quien atribuyó el coma del menor a un probable abuso de sustancias derivadas del opio, diagnóstico al que llegó por la supuesta relación del primero con amigos que habrían consumido drogas.

Tal presunción no sólo es indignante, sino también refleja que toda la inversión del Estado y los padres de Rábago en su formación médica fueron en vano, y en todo caso valdría la pena que se le practicara un antidoping, habida cuenta que una afirmación de ese tipo difícilmente puede hacerse con conciencia. Y, por lo demás, habla de la insensibilidad de un médico que debía tener en cuenta precisamente el dolor humano para tomar sus decisiones.

Como ha informado este diario, y si se toman en cuenta las declaraciones del gobernador, el estado de salud de Miguel Angel se debe precisamente a la contaminación con metales pesados del río Santiago.

Aquí, además, lo relevante es no sólo atender la prioridad que significa salvar la vida del infante, sino también buscar las causas de que el afluente signifique un alto riesgo para la salud de la población, que derivan precisamente de años de corrupción de los gobiernos del PRI, y ahora del PAN, que han permitido la instalación de empresas, nacionales y extranjeras, que vertieron sus desechos sin ninguna consideración con la vida. Lo que les importa, finalmente, son sus ganancias, a costa de lo que sea.

En ese ciclo de obtener dinero, así sea pasando por encima del dolor de una familia, o las que sean, existe una gran responsabilidad del actual gobierno.

Del archivero

Muy de pasadita, este domingo el Semanario de la Arquidiócesis de Guadalajara se refirió al reciente fallecimiento del padre Marcial Maciel Degollado, fundador de Los Legionarios de Cristo y, al recordarlo, el autor del artículo, Daniel León Cueva, refiere que “por disposición de Su Santidad Benedicto XVI, desde mayo de 2006 el P. Maciel se retiró a una vida de ‘reserva y oración’”, soslayando así que el mandato papal tiene su origen en una decisión de no sancionar al legionario por su pasado pederasta en México. Así que a blanquear el sepulcro.

plazaliberacion@gmail.com


::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Peje en 2008::

No hay comentarios.:

radioamloTV