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lunes, febrero 25, 2008

Opinión - Jaime Hernandez Ortiz

Junto con la innovación educativa, la renovación democrática del magisterio

Jornada Jalisco

El sistema educativo nacional atraviesa por una profunda crisis. Los resultados mostrados a fines del año pasado por el Programa Internacional de Evaluación Educativa, que hace la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), revelaron que México se encuentra muy por debajo de los estándares mínimos de calidad y de rendimiento escolar en jóvenes que egresan del sistema escolar medio básico.

No sólo está mal el sistema educativo sino que además se cayeron 12 puntos en lectura y ciencias; y dadas las deficiencias en matemáticas y competencias nos colocamos nuevamente en el último lugar de los países integrantes de la OCDE.

El obstáculo: el corporativismo

Como si ese problema no fuera suficiente para verlo de forma estructural, de manera injusta el gobierno federal y la mayoría de los gobiernos de los estados, han pretendido responsabilizar al maestro normalista, el que cumple, el que busca ser responsable, el que procura hacer su mejor esfuerzo, de todas las fallas y deficiencias del sistema.

Como resultado le congelan plazas, aumentos salariales, les condicionan mejores horarios, recursos y apoyos a cambio de favores políticos. A los que cuestionan se les persigue o acosa. Y para que “aprendan” todos, el gobierno les mutila sus regímenes pensionarios, tanto federales como estatales. Pero además, por su parte, los traspiés de los gobiernos federal y estatal se dejan ver con mediocre frecuencia, ya sea quitando materias formativas como historia o educación cívica y reinsertándolas de forma sesgada y abiertamente manipuladas en contenidos bajo falsos criterios de “competencias educativas”.

A lo anterior se añade que restringe recursos y plazas para alumnos y egresados de las escuelas normales rurales y también gradualmente privatiza la escuela pública en favor de las escuelas particulares, donde de plano a los maestros normalistas les niegan numerosos derechos laborales, desde seguridad laboral hasta contratación colectiva; pero con el rasgo “distintivo” de que ahí los estándares no son mejores en calidad que los arrojados por la OCDE.

Eso sí, el go-bierno protege, solapa y hasta es cómplice del principal elemento deformador del sistema educativo nacional: el sindicalismo clientelar, corporativo del Sindicato Nacional del Trabajadores de la Educación (SNTE) que co-manda, inmoral e indebidamente Elba Esther Gordillo, y que ha convertido al sindicato en la peor expresión del gremialismo charril. Por eso los maestros deben hacer de su materia de trabajo la principal herramienta para la transformación, protección, el cambio y el mejoramiento del sistema educativo. El camino no es otro que la innovación educativa desarrollada desde el aula hasta la democratización de sus estructuras sindicales.

Participación digna

No habrá auténtica reforma educativa en bien del país, en la entidad y entre el magisterio en su conjunto, si el maestro no se encuentra en auténticas condiciones para decidir libre y responsablemente en todos sus ámbitos de participación. Por ello, el próximo 7 y 8 de marzo los maestros jaliscienses del SNTE tendrán en sus manos la oportunidad histórica de mostrar que su trabajo merece seguir contando con la confianza ciudadana, ya que podrán demostrar que aspiran a vivir y practicar los mejores valores de la educación.

Ante la realización del VI Congreso Seccional Extraordinario, el Movimiento de Bases Magisteriales (MBM), una corriente de expresión democrática del SNTE, ha decidido participar en la renovación de la sección 16. Participará por medio de la Planilla Dignidad y sus propuestas no sólo están respaldadas por años de lucha sino por una plataforma de trabajo que se ha visto enriquecida por las mejores propuestas educativas, económicas y sociales que ha impulsado la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y muchas otras organizaciones sociales, entre cuyas luchas recientes se encuentra el haber paralizado la nueva ley del ISSSTE con más de un millón de amparos presentados.

El MBM goza de un amplio reconocimiento en la entidad y del respaldo solidario de numerosos sectores sociales y civiles cuyos propósitos comunes hacen posible precisamente que subsistan los derechos de los maestros y se conserven a la par de la educación laica, pública y gratuita. Hoy por hoy, el MBM ha demostrado ser un interlocutor con amplia capacidad y despliegue con un creciente liderazgo democrático. Por eso, gracias al trabajo que ha realizado en todo el interior del estado y gran parte de la zona metropolitana de Guadalajara tiene la posibilidad de ganar la sección 16 y posicionarse en la sección 47.

Propuestas pertinentes

Algunas de las propuestas de la Planilla Dignidad son: convocar a todas las corrientes políticas, grupos de la sección 16 del SNTE a un diálogo por el mejoramiento de las condiciones de trabajo del magisterio; no permitir más imposiciones de Elba Esther Gordillo; rescatar la dignidad de todos los miembros del SNTE; que se abandone la detestable práctica del amedrentamiento y soborno de los delegados al Congreso para negociar espacios de poder.

El MBM llama a no practicar una “democracia simulada” sino real, exigiendo una elección mediante el voto universal y secreto; a establecer compromisos con la base de realizar referéndum y plebiscito para poder remover a aquellos dirigentes que no realicen satisfactoriamente su labor. A exigir la realización de congresos democráticos, a realizar movilizaciones y acciones que tengan como objetivo defender la educación pública, la seguridad social, la economía familiar, los energéticos y la electricidad como patrimonio de la nación; a rechazar la reforma judicial, las detenciones ilegales, la tortura y toda violación a los derechos humanos fundamentales.

El MBM considera que una elección verdaderamente democrática debe partir de la libre competencia entre planillas y propone en estos momentos de carencias y de crisis depurar la dirección de la sección 16 mandando a trabajar a la escuela a todos los que se han enquistado en los puestos; no permitir la venta de plazas y ascensos; no asumir una actitud sumisa hacia la SEJ: “no añoramos posiciones, luchamos por erradicar a los de siempre y sus mañas…venimos de grupos y zonas escolares en las que hemos sido representantes y a donde regresaremos después de desarrollar la función sindical que nos han asignado.”

Quienes integran la Planilla Dignidad son representantes de los trabajadores en lucha, de esas mujeres y hombres que se han hartado de las mentiras, leyes injustas, de representantes espurios y represión cotidiana en los centros de trabajo. El MBM ve en este relevo seccional una posibilidad de mejorar la defensa de la seguridad social, de la escuela pública, el rescate del SNTE como instancia nacional que abrigue y de esperanza a los trabajadores.

::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Peje en 2008::

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