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martes, noviembre 27, 2007

Opinión - Jaime Hernandez Ortiz

Justicia para Néstor Alan Rodríguez Licea ¿Cuándo?

Para Néstor y Mónica, padres de Néstor Alan

La Jornada Jalisco - 26 Nov 2007

Hoy hace un año que en un acto criminal murió Néstor Alan Rodríguez Licea. Tenía apenas 18 años. Y al igual que desde el mismo día de su deceso, sus padres, sus familiares, sus amigos y gran parte de la ciudadanía, todavía esperan que las autoridades del gobierno del estado dejen de lado sus intereses clientelares y políticos y procuren en verdad justicia.

Como se recordará, hace un año Néstor Alan regresaba de una reunión con amigos y compañeros de preparatoria de la que era alumno de último semestre. Y justo a seis cuadras de su casa murió trágicamente cuando el vochito que manejaba fue impactado por un par de automovilistas alcoholizados que venían jugando carreritas.

Los conductores no eran conductores comunes y corrientes. Eran Cristian Arias de la Torre y Francisco Javier Alvarez del Castillo, casi de la misma edad de Néstor Alan pero miembros de prominentes familias que han estado acostumbradas a pregonar el “respeto irrestricto al estado de derecho y las leyes por encima de intereses particulares”. Uno de ellos es hijo de Fernando Arias, actual director de Comunicación Social de Francisco Javier Ramírez Acuña en la Secretaría de Gobernación, y el otro es nieto del recientemente fallecido ex gobernador y ex procurador de la República, Enrique Alvarez del Castillo.

Arias de la Torre y Alvarez del Castillo festejaban seguramente que Ramírez Acuña había sido llamado a Gobernación por Felipe Calderón por ser “un hombre respetuoso y garante de la ley” y ebrios no sólo de cerveza y alcohol aplaudían que el padre de uno de ellos, Fernando Arias, se encargaría de divulgar información y comunicación “certera” y “objetiva” al servicio del pueblo, tal y como lo hizo en Comunicación Social del gobierno del estado con Ramírez Acuña. Por eso corrían al parejo buscando ejemplificar las meteóricas carreras que cada uno tenía por delante. “El que no corra es espurio”, seguramente se decían el uno al otro, o bien, “¡viva el gobierno que nos ha dado tanto!”, o por lo menos algo parecido.

De esta forma, Arias de la Torre y Alvarez del Castillo, acostumbrados al ejercicio discrecional que dan las influencias de sus respectivas familias para inhibir a cualquier patrullero o agente de Tránsito que osara detenerlos, venían por avenida Vallarta a toda velocidad pasándose los altos. A lo mejor pensaron: “¿para qué otra cosa puede servir tener un Jetta y una Ram último modelo?”. Néstor Alan apenas arrancaba con la luz verde en Enrique Díaz de León cuando recibió en su costado los mortíferos golpes de los dos vehículos que le cegaron la vida. El vochito quedó hecho añicos por el encontronazo y quedó prensado contra un poste de acero.

¿Y Derechos Humanos?

Fernando Arias, como buen padre amoroso, se presentó de inmediato en el lugar a dar instrucciones como si fuera perito forense y manejar y tener control del área, que de inmediato se llenó de docenas de patrullas que dieron la impresión de que era un incidente grave a la todavía “pareja presidencial”, o bien, a un noble y “alto personaje de la política”.

A partir de ahí, más injusticias y atropellos tanto del gobierno de Ramírez Acuña (¿a poco a Octavio Solís se le dejó gobernar?) como del gobierno entrante de Emilio González Márquez, que se ha encargado legalmente del caso, y que sólo han favorecido la impunidad. La credencial de elector de Néstor Alan desapareció misteriosamente. Y con un sistema de identificación domiciliaria que sólo funciona cuando se trata de perjudicar a la gente que se quiera, no sirvió para informar de inmediato a los padres de Néstor Alan, quienes supieron casi 12 horas después lo sucedido. La tarjeta de circulación se escondió. Arias de la Torre y Alvarez del Castillo fueron custodiados y escoltados para ser llevados a hospitales privados para que les practicaran exámenes a pedido a fin de ser “desintoxicados” y evadir la responsabilidad penal del caso, en lugar de los populares exámenes que se practican en la Cruz Roja o Verde para los que no tienen influencias. Y por si quedara alguna duda, se modificó el expediente para simular que ni venían tomando y sólo venían a “vuelta de rueda”. El celular de Néstor Alan quedó intacto, recibía y entraban llamadas y nadie fue bueno para llamar a sus familiares.

¿Emilio González Márquez demostrará que en verdad es gobernador de la entidad? Y el procurador Tomás Coronado, además de afirmar que no se relaciona sexualmente con jovencitas y que no consigna bajo consigna, ¿podrá afirmar y demostrar que procurará justicia para un joven que no fumaba ni tomaba, no obstante que el primer Ministerio Público se prestó a alterar los hechos? Y el magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Celso Rodríguez (magistrado, “el que dicta y administra sabiamente la justicia”) ¿podrá demostrar que tiene jurisdicción, autonomía e independencia para impartir justicia pronta y expedita, cuando el juez octavo de lo penal “se doble” ante la tibieza del Ministerio Público?

¿Podrá la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) emitir a tiempo una recomendación ante las múltiples irregularidades judiciales del caso en contra de los amigos de Ramírez Acuña y de diputados que llevaron al cargo a Felipe Alvarez Cibrián? O a un año de distancia, ¿el secretario ejecutivo de la CEDHJ que se desgarró las vestiduras por la censura impuesta a varios reporteros que informaban del caso, podrá emitir ahora desde este cargo, sin autocensura, aunque sea una simple pero contundente opinión ante el caso?

La familia y amigos de Néstor Alan estarán el día de hoy en el cruce de Vallarta y Díaz de León a partir de las 9 de la mañana; se entregarán volantes y flores blancas, y por la noche, a las 8, se realizará una ceremonia religiosa. No falten.

Por otra parte, como respuesta a la sigilosa censura que intenta Cinepolis (¿polis por lo de policía?) a la película Fraude: México 2006, no hay que dejar de ir a verla. Aprovechando este próximo fin de semana, por acá estarán en la FIL los moneros de El Chamuco y su director, Federico Arreola, también productor de la cinta.

::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Peje en 2007::

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