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martes, noviembre 27, 2007

A un año de la muerte de Néstor Alan Rodríguez la justicia sigue sin alcanzar a los responsables

Nadie parece interesarse en esclarecer los hechos, incluido el presidente Felipe Calderón

Christian Arias de la Torre y Francisco Xavier Alvarez del Castillo se escudan en sus influencias y siguen libres

Mónica Licea Padilla, madre de Néstor Alan Rodríguez, el joven muerto en un accidente automovilístico ocasionado por hijos de influyentes, limpia la ofrenda instalada en avenida Vallarta esquina con Enrique Díaz de León, lugar donde falleció su hijo, a un año del infortunio Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO

MAURICIO FERRER

En 365 días, Néstor Rodríguez Gómez ha aprendido sobre legislaciones, cosa que antes no sabía. Ha aprendido a utilizar la Internet, que tampoco conocía. Ha utilizado la manifestación, herramienta de la que nunca hizo uso. En un año, las canas le han salido en la cabeza y ha bajado tres kilos. Todo eso a cambio de algo: la muerte de su hijo.

El 26 de noviembre de 2006, “mi hijo Néstor Alan Rodríguez Licea fue privado de la vida y del derecho a la justicia”, expresó ayer ante la amenaza del llanto, Néstor Rodríguez.

Hace un año, Néstor Alan, de 18 años entonces, manejaba por la avenida Vallarta de oriente a poniente. Era de madrugada. Al cruce con Enrique Díaz de León, fue impactado por dos autos que corrían a toda velocidad. Los vehículos, eran conducidos por Christian Arias de la Torre y Francisco Xavier Alvarez del Castillo, quienes manejaban alcoholizados.

“A sus 18 años, dicen que Néstor murió inmediatamente. A pesar de su imprudencia, los jóvenes lograron salir bajo fianza gracias a que el examen de alcoholemia fue retrasado ocho horas para que resultara negativo. Asimismo, el peritaje de vialidad estipula que iban a 80 kilómetros por hora; sin embargo, por los daños causados, es evidente que viajaban a una velocidad mucho mayor”, explicó ayer el padre de Néstor.

Según los relatos del hombre, el padre de Christian Arias, Fernando Arias Pérez, actual vocero de la Secretaría de Gobernación, y en esas fechas, del gobierno del estado, llegó inmediatamente al lugar de los hechos ese día y “se presume, movió sus influencias para favorecerlos”. Meses después, Francisco Xavier Alvarez del Castillo, en otro incidente vial, fue detenido, tras comprobarle un tercer grado de alcoholemia.

En un año, la familia Rodríguez Licea, ha tocado puertas que pareciera que detrás de ellas no hay nadie: dos marchas al Congreso del Estado, una al Palacio de Justicia, una más al Instituto Cultural Cabañas, un envío del expediente del caso al presidente de México, el panista Felipe Calderón Hinojosa, otra copia al Congreso de la Unión. Nada.

También dos solicitudes para dar a conocer el caso: una en Televisa y otra en TV Azteca. Ni un cuadro al aire.

Lo que por poco también hubiera quedado en nada es la queja 2600/2006/II en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ). En febrero de 2007, gracias a la intervención del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) el proceso avanzó: ahora está en la parte del desahogo de pruebas.

De acuerdo con Francisco Macías Medina, coordinador del Cepad, de la investigación en conjunto con la CEDHJ, se desprende la responsabilidad en los hechos de dos agentes del Ministerio Público adscritos al Servicio Médico Forense (Semefo) y a la Agencia B especial para detenidos; un secretario del Ministerio Público adscrito al Semefo; dos policías investigadores del Estado dependientes de la Procuraduría General de Justicia del Estado; un agente de Vialidad; cuatro peritos químicos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF); y dos peritos médicos del IJCF.

“Esperamos que en el momento de resolverse la inconformidad, la Comisión Estatal de Derechos Humanos actúe de forma imparcial y utilice todas sus facultades para que se pronuncie por lo ocurrido y que determine que en los hechos se violaron derechos fundamentales, además que deslinde responsabilidades y proponga modificaciones legales que impidan la repetición de este tipo de hechos”, pidió Macías Medina.

De acuerdo con el segundo visitador de la CEDHJ, Arturo Martínez Madrigal, encargado de llevar el caso en el organismo, hacia el mes de diciembre se recabará más información.

En conversación con La Jornada Jalisco, el visitador pronosticó que para el mes de febrero podría darse ya una resolución a la queja en la que se han analizado entre otras pruebas, las llamadas que se hicieron al IJCF esa madrugada.

Y es que, no solo queda pendiente la conclusión del caso en la CEDHJ. Según el padre de Néstor Alán, queda una sentencia por ser dictada en el juzgado 8 de lo penal al expediente número 710/2006-B.

Ayer, familiares y amigos de Néstor, repartieron información sobre los hechos en la misma esquina en que murió el joven, en el cruce de Vallarte y Enrique Díaz de León. De igual forma, solicitaron alimentar con información el blog hecho por los amigos de Néstor (http://justiciaparanestoralan.blogspot.com), en el que se puede ver un primer trabajo documental hecho en conjunto con el Cepad que después se dará a conocer en universidades, escuelas, en diferentes centros del conocimiento, todo, para “que esto no se olvide, para que sirva de algo bueno este hecho”, comentó el papá de Néstor.

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