Mientras el mandatario anunciaba su decisión, en el Congreso continuaban protestas contra el reemplacamiento
Mientras el gobernador del estado anunciaba que daría marcha atrás al placazo, Salvador Lugo López, participante en la manifestación de ayer frente a Palacio de Gobierno, trepó por la fachada del inmueble para pegar calcas en contra de la iniciativa Foto: HECTOR JESUS HERNANDEZJUAN CARLOS G. PARTIDA
Mientras cientos de manifestantes tomaban el centro de la ciudad una vez más y uno de ellos hasta trepó por las paredes de Palacio de Gobierno para pegar calcas en contra del llamado placazo, en Casa Jalisco el gobernador Emilio González Márquez motivado, dijo, por la expresión de descontento ciudadano, echó atrás su pretensión del reemplacamiento por el que pretendía cobrar el año próximo mil 200 pesos a cada uno de los 2.3 millones de propietarios de automotores en la entidad.
El anuncio se dio apenas un día después de que el presidente del PAN estatal, Eduardo Rosales, manifestó públicamente su desacuerdo con la medida recaudatoria, y luego de que también esta semana González Márquez se reunió con empresarios y líderes de opinión, quienes también le señalaron su inconformidad.
Sin embargo, González Márquez insistió en que el año próximo se pedirá que los automovilistas paguen una cuota adicional de 250 pesos y señaló que para financiar los proyectos de infraestructura que se detonarían con el placazo pedirá también que se autorice un endeudamiento para el estado por 2 mil millones de pesos.
Muy serio, sin permitir preguntas, el gobernador dio lectura en tres minutos a un escueto comunicado en el que se dirige a los jaliscienses para informarles de la determinación.
“He escuchado con atención la opinión de los ciudadanos en torno al tema del pago de las placas, señalando que se trata de un pago gravoso para la economía de las familias, quiero destacar que advierto la genuina preocupación de la gente, percibo con claridad que no hay detrás de esta actitud una manipulación política sino una genuina y auténtica manifestación de los ciudadanos. Por lo tanto, he decidido no presentar la propuesta de reemplacamiento general para los vehículos”, leyó.
Luego precisó que, porque “necesitamos financiar la infraestructura que requiere el estado”, planteará dos medidas para contar con esos recursos, las cuales irán incluidas en el proyecto de Presupuesto de Egresos que presentará hoy al Congreso del Estado: adicionar al costo del refrendo anual la cantidad de 250 pesos y solicitar autorización para un endeudamiento por 2 mil millones de pesos que, agregó, es equivalente “al ahorro generado por la exitosa reestructuración de la deuda, de manera que el pago mensual por servicios de este financiamiento será igual al existente antes de dicha reestructuración, por lo que no supone una carga adicional al estado”.
Mientras el gobernador daba lectura a su comunicado, en el centro de la ciudad varias centenas de manifestantes daban vida a la cuarta protesta en la reciente semana, sin enterarse aún de la marcha atrás de la medida recaudatoria. Jóvenes universitarios, ciudadanos comunes y organizaciones civiles repartían calcomanías a los automovilistas, llevaban pendones y cartulinas en las que expresaban el repudio al placazo.
Un hombre de al menos 60 años de edad, Salvador Lugo López, sorprendió a todos al treparse por el escarpado frontis de Palacio de Gobierno hasta llegar al balcón central; en su ascenso colocó varias calcomanías hasta que finalmente fue detenido por policías estatales, quienes lo esposaron y a punto estuvieron de llevárselo detenido, aunque la protesta general para que lo soltaran bajo el grito de “abuelo, abuelo, abuelo”, aderezado con empujones a la puerta de ingreso, lograron que a final de cuentas fuera dejado en libertad.
Aunque la medida se percibe como un triunfo ciudadano, la decisión del gobernador tuvo otras motivaciones, como la postura que asumió el PAN estatal y la bancada de diputados blanquiazules, quienes declararon que no apoyarían la medida si no iba acompañada de un claro plan de austeridad. El martes, el gobernador tuvo una reunión con directores de medios de comunicación, quienes le expresaron lo inconveniente de la medida; también empresarios locales así se lo hicieron saber en privado y a través de declaraciones públicas.
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