Opinión - Marcela Gomez Zalce

La insoportable sutileza del ser

• ¿Discursos paralelos?
• Estrategias y cortinas

Publico

Prevenir, mi estimado, la palabra clave es prevenir. Es curiosa y ya ampliamente conocida la simpática manera en cómo desde el mismo gobierno federal los funcionarios se contradicen. Durante el sexenio de Vicente Fox sobresalió la manera grotesca cómo, desde Los Pinos, el vocerito, Rubén Aguilar, escupía sandeces un día sí y otro también repartiendo zapes a diestra y siniestra.

En la actualidad aunque han cambiado las formas presidenciales que dicen todo del fondo, en los perímetros más delicados de este polémico régimen se siguen envinado señales de que los cables comunicativos no están conectados, están descompuestos o están por la libre. Lo claro, my friend, es que se están tintineando, hace tiempo, los focos rojos.

La semanita revoltosa llega a su fin con una sobredosis de adrenalina, golpes bajos, balconeos y... of course, ejecutados. Desde la sembrada rechifla al líder del PAN, Manuel Espino, durante la agitada Asamblea azul pasando sobre las conclusiones de la SCJN con relación a la ley Televisa, el botoncito de la inseguridad sigue siendo, digamos, la piedrita incrustada en el zapato sexenal. La piedrita que ocasiona el cojeo de un joven régimen debilitado en su imagen que ni cien discursos han podido modificar.

Lo divertido es que para Felipe Calderón en su divertida gira por Europa, aventarle originales culpas al gobierno de Estados Unidos con relación a su curiosa participación en la mal llamada guerra contra el narcotráfico, parece redituarle en términos de apreciación internacional... aunque las seductoras señales de un efecto boomerang se divisan ya en el firmamento de la diplomacia internacional.

La maravillosa nota justificando la violencia en México por la oferta y demanda existentes en el mercado del consumo de drogas norteamericano, aderezado con las mortíferas declaraciones presidenciales sobre el nulo papel jugado por nuestros inquietos vecinos, recuerda las palabras vertidas, en una entrevista de hace algunos meses, por el embajador en Washington, Arturo Sarukhán, que tanto revuelo causaron. El fondo fue el mismo y las formas… también.

Como sutil respuesta aparecieron algunas acciones estadunidenses en materia financiera contra el organigrama del célebre Mayo Zambada, cártel afín al del Chapo del sexenio, Joaquín Guzmán, establecido en Sinaloa… con amplio conocimiento de autoridades federales y estatales. O sea, el balconeo fue devastador por el peligroso mensaje cifrado: aquí hacemos una minuciosa investigación que deriva con el congelamiento de sus cuentas y allá… los protegen.

Y para ponerle un listón al ligero regalito se dio a conocer un interesante perfil sobre el travieso Zambada que, además de ser benefactor, caritativo, amigo y ciudadano responsable para ayudar a los que menos tienen mediante su red familiar de lavado de dinero balconeada por el Departamento del Tesoro, su inteligencia lo ha encumbrado para estar cerca de los grandes capos. “..Relaciones que... le han redituado permanecer intocable frente a autoridades como el ejército durante más de tres décadas...” Pretty clear, indeed.

El tubazo no tiene desperdicio justo cuando el discurso festivo del inquilino de Los Pinos ha sido de total respaldo a la labor de nuestras fuerzas armadas en el combate a la delincuencia organizada amén de presumir en Milán, Italia, que la inversión extranjera fluye y fluye gracias a la solidez de sus instituciones como si en México se respirara absoluta tranquilidad. El problema, mi estimado, es que el subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner, en el marco de la Conferencia Anual de Eurofinance, alertó que la inseguridad en nuestro país está teniendo un alto costo en la actividad económica y ha provocado que empresas pinten su raya con México contradiciendo… también, las palabras festivas de Calderón.

Quizá perciba que son dos eventos aislados y le reste importancia aunque la prudencia (Plan B) y el arte de prevenir deberían comenzar a ser desplegados por el Gymboree de Los Pinos. Sobre todo porque las declaraciones presidenciales alrededor de la cooperación bilateral han estado atiborradas de rudeza innecesaria o… quizá porque detrás de esta irreverente cortina está la verdadera presión, perdón, estrategia, my friend, de transferir el control del descontrol.. ¡Adiós!