Dossier
A los perredistas no les sorprenderían las propuestas del presidente Felipe Calderón encaminadas a fregar al pueblo, pero para quienes veían una diferencia entre éste y Vicente Fox; si les causará asombro la propuesta del michoacano de gravar los alimentos y las medicinas con el IVA, precisamente ahora que está más ahorcada la población en México.
¡Vaya tropiezo el de jefe del ejecutivo!, que con látigo en mano azota a la población que menos tiene, aunque ésa sea sólo una propuesta.
Misma que podría hacerse realidad si los diputados aprueban la iniciativa, descabellada a todas luces, en estos tiempos de desempleo y aumento de la pobreza en nuestro país.
En su propuesta, el presidente Calderón Hinojosa se muestra como lo pinta la crítica de los partidos de oposición, como un mandatario preocupado por los grupos empresariales y las élites en nuestro país, pero no por la gente, a pesar de que esto puede derivar en estallidos sociales.
Ya que mientras que para los grupos poderosos en lo económico el presidente de México les reserva jugosos rescates financieros y apoyos varios; al resto de la población le reserva el impuesto del 15 por ciento a alimentos y medicinas.
La desconsiderada medida sugerida por el jefe del ejecutivo de extracción panista, la justifica en el marco de la epidemia por influenza humana que azota al país; ya que para afrontarla se requieren de mayores recursos que no tiene el país.
Una mayor recaudación fiscal es la “brillante” idea del presidente mexicano; sólo que el gravamen se aplicaría al producto básico e indispensable de la población, los alimentos y las medicinas.
Para hacer realidad la propuesta, el mandatario dijo que esperará que en la próxima legislatura encuentre el eco entre los diputados; para que éstos aprueben la iniciativa.
La que va en contra de la gente de menos recursos en este país; la que gastan el 80 por ciento de sus raquíticos ingresos en la comprar el pan nuestro de cada día.
Las medicinas son un lujo en muchos de estos casos, pues se trata de gente que vive con las enfermedades o muere a causa de éstas por falta de servicios médicos y medicamentos a su alcance.
Los grupos poblacionales en los que se concentra el mayor y más alto índice de desnutrición y de enfermedades comunes no atendidas serán entonces el flanco del presidente Calderón ahora que hacen falta recursos para la emergencia sanitaria.
Y es que las autoridades de Hacienda dicen que no hay dinero en México, no obstante ello, en plena crisis, continúan siendo una costumbre en nuestro país los altos salarios de funcionarios públicos, los gastos excesivos de las cuentas corrientes de los gobiernos y los gastos millonarios en campañas electorales.
La propuesta del presidente de generalizar el IVA, según justificó el propio mandatario, tiene que ver con la falta de eficiencia recaudatoria y nulo crecimiento económico.
Aunque con todo esto, valdría preguntar qué culpa tiene la gente de la ineficiencia, ineficacia y brutalidad de lo jefes de estado, los que se ésta ahí para administrar los recursos del país, pero que en la realidad se muestran ignorantes en materia de administración; o de plano, en vez de administrar sólo roban.
En sí, la propuesta de Felipe Calderón, el presidente constitucional de México, de gravar con el IVA alimentos y medicinas está fuera de toda lógica, fuera de toda racionalidad cuando la economía de la grandísima mayoría está colapsada y se vive un alto nivel de desempleo en México.
Flaco favor le ha hecho ahora el presidente Felipe Calderón a su partido, el PAN, que del pleito de vecindad ha pasado a las propuestas en tiempos de campaña.
Pues la iniciativa de gravar el único bien que en muchos hogares adquiere la población económicamente activa y no, el alimento, será en detrimento de la credibilidad de un partido que no muestra rumbo ni brújula para conducir por el buen camino al país.
No sólo los votos están en juego para los partidos políticos; también la mejora de un país se encuentra en el laboratorio político. Así, los electores deben considerar y reconsiderar una y otra vez su voto antes de sufragar este 5 de julio, en que se disputarán diversos cargos.
Todos aspirantes sonríen ahora que están en campaña; con la diferencia de que algunos muestran anticipadamente un filoso colmillo, como aviso de lo que vendrá después de la renovación de la cámara de Diputados, alcaldías, congresos locales y gobiernos estatales.
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