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lunes, enero 07, 2008

Opinión - Manuel Camacho Solis

2008, apuesta al continuismo

El Universal - 7 de enero de 2008

El continuismo es la marca de la casa. Aunque hay muchos datos políticos y una circunstancia económica que recomendarían el cambio, la decisión es continuar por el mismo rumbo y con la misma gente. Por la fragilidad con la que entraron y por los visos de tormenta, les espanta hacer olas. Son, además, convencidos defensores del statu quo.

El porfirismo representa el paradigma histórico del continuismo. La reelección inmediata del dictador fue su manifestación evidente. Frente a un siglo de turbulencias, revoluciones, golpes de Estado e intervenciones extranjeras, Porfirio Díaz ofreció orden y garantías a todos los actores internos y externos que se comprometieran con su régimen. En la política supo administrar las ambiciones y delegar el poder en los jefes políticos. Pero la insensibilidad de ese régimen para cambiar, lo llevó a su disolución.

La revolución fue una reacción contra ese estado de cosas. La no reelección se volvió, así, la causa de la insurrección y el límite que la sociedad ha preservado para evitar el regreso a esos tiempos. Sin embargo, los intentos de continuismo, siempre facciosos, han estado recurrentemente presentes. Lo estuvieron cuando Carranza intentó imponer al ingeniero Bonillas. Con Obregón, al aceptar su reelección. También con Calles, con el maximato, hasta que Cárdenas le puso un límite. Lo pretendieron más de uno de los presidentes del antiguo régimen. Y ahora se intenta bajo la fórmula de un pacto de intereses.

Con la alternancia de 2000 —que llevó al candidato del PAN a la Presidencia de la República— se creyó que, mediante elecciones competidas y libres, se lograría introducir los cambios que la sociedad ha reclamado para tener un gobierno honesto, representativo y más justo. El cambio de partido no se tradujo en un cambio en los usos políticos.

Ahora, el nuevo gobierno, con su problema de legitimidad a cuestas, tenía un incentivo para romper con la continuidad. En la economía pudo haber denunciado los problemas que heredaba y las dificultades que había para crecer. Pudo haber señalado el despilfarro y la persistencia de las prácticas patrimonialistas. Pudo haber convocado a una verdadera reforma de la educación y a la transformación de las instituciones.

En vez de ello, abrazó la continuidad, al punto de tener que pagar costos adicionales de legitimidad. Ha encubierto la corrupción, incluso en aquellos casos donde la ha documentado en los altos niveles de gobierno. Ha protegido a gobernadores que han violentado los derechos de los ciudadanos.

El actual gobierno, ni siquiera ha recurrido a los expedientes de los que se valía el antiguo régimen para ganar tiempo y sortear las dificultades. Recuérdese la anécdota de los tres sobres. El primero: “Le echas la culpa a tu antecesor”. El segundo: “Le echas la culpa a tus colaboradores (cambias el gabinete)”. El tercero: “Haces tus tres sobres (preparas tu sucesión)”.

Para 2008, todo indica que iremos a repetición de lo ya conocido. La misma política económica, a pesar de la falta de crecimiento, la caída en el salario real y los impactos del shock externo. El desinterés por los asuntos de fondo, como la educación. La impunidad. La protección a los intereses especiales. El mismo gabinete, a pesar de que a un año de distancia pocos conocen los nombres de varios de sus titulares.

Lo único que puede sostener la continuidad es el pacto de protección de los intereses. Funcionará por algún tiempo; mientras la sociedad no piense que existe una alternativa realista. Por eso, difícilmente el actual gobierno va a consolidar un apoyo como el que exigen los nuevos problemas y los nuevos tiempos. Al menos, no lo logrará mientras no tenga otra perspectiva que la de aferrarse a los intereses y, mientras a éstos, no les resulte demasiado caro el apoyo.

Para la oposición, la apuesta debe ser el cambio. Actuar con responsabilidad frente a los escenarios de dificultad que se avecinan y ofrecer a la sociedad una alternativa realista de transformación. Con el paso del tiempo, en un ambiente de dificultades, se verá que el continuismo fue una mala apuesta.

Miembro de la Dirección Política del Frente Amplio Progresista

::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Peje en 2007::

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