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miércoles, junio 06, 2007
Carta desde México a los pueblos del Mundo.
Compatriotas :
En una carta como ésta, tan limitada en su extensión, es imposible hacer un recuento de todas las irregularidades y anomalías que han hecho de la elección de julio del 2006 una de las más cuestionadas de que se tenga memoria en México.
La coyuntura después de la toma de poder por parte de Felipe Calderón era particularmente delicada: sortearla requería de habilidad y experiencia. Sin embargo, hay que mencionar que antes de ocupar de facto la Presidencia, Calderón no tenía ninguna experiencia como gobernante. No sorprende entonces que poco después del 2 de julio, haciendo alusión a un triunfo aún no confirmado, declarara que él ya era presidente “haiga sido como haiga sido”. Y remató tiempo después con otra declaración atroz: aseguraba que llegaría a la presidencia “pésele a quien le pese y duélale a quien le duela”.
Hacemos memoria de todo esto porque, al parecer, un fantasma recorre el sexenio: el fantasma del autoritarismo representado por un gobernante sin experiencia, vocación y ni autocontrol. En efecto, la injusticia ha ido más allá de su forma primitiva como trapacería taimada para desembocar en la burla abierta, en el crimen decorado con un chiste, en la risa sorda de los medios que ningunean a la víctima porque no se presenta bien peinada ante las cámaras. Cuando los jueces dieron su dictamen sobre las elecciones reconocieron que éstas estuvieron infestadas de irregularidades, pero afirmaron que la elección era válida porque no había manera de demostrar que esas irregularidades hubieran sido determinantes para alterar el resultado... Y uno se pregunta: si ellos mismos reconocían un importante nivel de incertidumbre en un entorno ávido de certidumbre, ¿cómo se atrevieron a validar toda esa porquería?
La reglamentación electoral establece que, en un proceso que se ha desarrollado dentro de los cauces legales, las boletas deben destruirse después de cierto tiempo. En este caso, sin embargo, hubo algunas solicitudes para que se permitieran revisiones o conteos independientes y se retrasara la destrucción de las boletas. Las solicitudes tuvieron una respuesta negativa, por supuesto. Para abreviar, recientemente nos enteramos de que la última solicitud, presentada por un particular, fue rechazada por los jueces porque... ¡le faltaba una firma!
Lo que está en cuestión no es el triunfo escamoteado a tal o cual candidato o partido: el gran riesgo es que estemos presenciando la etapa agónica de una democracia. Y por el bien de la República, México necesita saber si sus votos fueron bien contados y si las instituciones hicieron bien su trabajo.
Actualmente la situación del entramado institucional en México se asemeja al de una ladera sin firmeza estructural sobre la cual llueve durante días y semanas sin parar: todavía no se ven deslizamientos peligrosos pero se intuye que en cualquier momento el derrumbe puede volverse imparable. Sólo se requiere que continúen las condiciones imperantes y se presente algún evento crítico de suficiente intensidad para iniciar una reacción en cadena.
Cuando los organismos internacionales insisten en la sorprendente persistencia de la impunidad en México no hacen sino poner de manifiesto algo que ya sabíamos desde tiempo atrás: la impunidad prospera porque la corrupción ha infectado todas las instituciones y no hay contrapesos para contener el saqueo, ni los abusos ni la burla de quienes los cometen.
La estructura está podrida y en las laderas de la República sigue lloviendo sin parar.
Los adherentes a esta misiva EXIGIMOS A LAS "AUTORIDADES" DEL IFE Y AL "GOBIERNO" LOS SIGUIENTES TRES PUNTOS:
PRIMERO: Que bajo ninguna circunstancia los documentos electorales sean destruidos o "reciclados".
SEGUNDO: Que esos documentos sean considerados de interés público, y por lo tanto, de acceso libre para cualquier ciudadano.
TRES: Que esos documentos sean puestos a resguardo por una institución pública de reconocida honorabilidad y prestigio internacionales. La Universidad Nacional Autónoma de México o en su defecto el Archivo General de la Nación podrían ser esas instituciones.
Un saludo fraternal a quienes, en cualquier parte del mundo, desean que haya justicia para todos los pueblos.
Atentamente
Ciudadanos Mexicanos en Resistencia Civil Pacífica
Junio de 2007
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