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sábado, abril 14, 2007

Aguas negras en Arcediano elevarán costos del proyecto

Es imposible evitar que en el temporal se viertan a la presa, indica investigador

Consultor señala que el colector para recabar aguas negras de tres cuencas del oriente de la ZMG será rebasado en lluvias, y se irán a la presa.


Obras en el sitio de Arcediano, para remover el viejo puente colgante. Los ecologistas sostienen su oposición a que el megaproyecto se ejecute. Foto: Marco A. Vargas
Publico

Es inevitable el ingreso de aguas negras al vaso de Arcediano, que abastecerá a la zona conurbada de Guadalajara, señala el consultor José Arturo Gleason Espíndola. Las consecuencias no serán buenas.

En el mejor de los escenarios, obligará a una inversión mayor para potabilizar esta agua (aunque Gleason duda que sean aguas “potabilizables”). En el peor, si no se hace esa inversión, será un peligro para la salud de los tapatíos.

El consultor hidráulico, integrante del movimiento ambientalista que está pidiendo la cancelación del megaproyecto de abasto y saneamiento de las aguas para la ciudad, elaboró su análisis en los meses finales de 2006 y lo cristalizó en una presentación, que se intitula Programa de saneamiento del proyecto presa de Arcediano.

Allí, destaca que el proyecto del túnel-colector de ocho kilómetros de longitud, con capacidad máxima de 18 metros cúbicos (m3) por segundo, en el cual se pretende colectar las aguas negras de tres subcuencas del oriente de la ciudad (San Gaspar, Osorio y San Andrés) para conducirlas hacia la planta de tratamiento de Aguaprieta, será ampliamente rebasado en tiempo de lluvias, cuando estas cuencas se saturan de agua pluvial, hasta 200 m3 por segundo más. En tiempo de secas, circulan un máximo de 5.5 m3 por segundo.

Esto derivará inevitablemente en que esas aguas desbordarán el colector y serán vertidas hacia la presa, que es su espacio natural de desagüe. Pero el consultor afirma, contra lo que dicen los informes oficiales, y no obstante el gran volumen de aguas de lluvia, que no habrá un efecto de dilución al mínimo, ya que “las aguas pluviales provocan mayores problemas de contaminación porque aceleran la distribución de aguas negras a lugares no previstos para ello”.

Es decir, Gleason Espíndola no aborda el tema de los residuos actuales que llegan al sitio de Arcediano (que son de pésima calidad, pero se ha prometido controlarlos), sino a los que seguirán bajando una vez que el vaso esté construido, pese a todas las prevenciones.

La misma autoridad ha aceptado que el ingreso de aguas negras no podrá reducirse a cero. “Las excedencias de agua negra mezclada en tiempo de lluvia no podrán ser captadas por el túnel e inevitablemente entrarán a la presa, pero será agua depurada y su efecto contaminante será menor, asegura la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento” (Público, 29 de mayo de 2003).

“Los desbordes de drenajes combinados [agua negra y de lluvia] pueden contener altos niveles de sólidos suspendidos, demanda bioquímica de oxígeno, grasas y aceites, materiales flotantes, contaminantes tóxicos, y organismos patógenos […] estos contaminantes pueden exceder los estándares de calidad del agua, y representar un riesgo a la salud humana, poner en peligro los organismo acuáticos y dañar los cursos de agua”, advierte, citando información de la EPA (Agencia de Protección Ambiental) de Estados Unidos.

Sostiene que esos residuos combinados tendrían que recibir un tratamiento primario (básico) al menos en 85 por ciento de su volumen, según los estándares de la misma agencia del gobierno estadunidense.

Por si fuera poco, el consultor asegura también que esos residuos de los colectores mezclados con agua de lluvia no pueden potabilizarse, pero incluso si así fuera, de todos modos la planta potabilizadora de San Gaspar, hacia donde se bombeará el agua de Arcediano, no tiene capacidad para tratar 10 m3 por segundo (a lo máximo puede hacer potables tres m3 por segundo).

La respuesta ofrecida por el gobierno: además del túnel colector, la creación del distrito de control de descargas de las cuencas de los ríos Verde y Santiago, le parecen insuficientes. Gleason Espíndola, al igual que los demás integrantes del frente que se opone al proyecto, pide cancelar la presa, y buscar otros caminos de menos riesgo y menor costo económico.


- En perspectiva
Los señalamiento de los ecologistas al proyecto oficial

• La CEA dice

- Todas las aguas residuales que produce la zona conurbada de Guadalajara serán tratadas

• Inconsistencia

- En tiempo de secas o estiaje, el tratamiento no representa problemas graves, pero en temporada de lluvias, las aguas residuales en combinación con las aguas pluviales, harán que el volumen de agua aumente, superando la capacidad de las plantas de tratamiento que propone la CEA


• La CEA dice

- No entrará ni una sola gota de agua residual a la presa, aunque reconoce que sí entrarán aguas combinadas (residuales más pluviales) que no impactará la calidad del agua

• Inconsistencia

- Para evitar el ingreso de agua contaminada, el organismo indica que habrá un colector interceptor que captará aguas negras de tres cuencas, San Gaspar, Osorio y San Andrés. El problema es que sólo tiene una capacidad máxima de 18 metros cúbicos por segundo, y las aguas pluviales presentan picos de 200 m3 por segundo en esas tres cuencas. Luego, no evitará que ingresen aguas en cantidad suficiente para alterar la calidad del agua del vaso


• La CEA dice

- El agua combinada (residual más pluvial) no impactará en la calidad del agua, ya que la proporción del agua de lluvia en la presa es mayor que la cantidad de agua residual que pudiera entrar a la presa, y se diluirá

• Inconsistencia

- Las normas de calidad del agua aceptadas por las agencias respetadas de manejo de agua, citan que 99.9 por ciento del agua residual es potabilizable, y 0.1 por ciento es la proporción del contaminante. En el caso de Arcediano la proporción puede ser de más de 3 por ciento con respecto al total del agua de la presa, lo que la convierte en una presa de aguas negras. No hay estudios sobre este escenario, aunque es factible


• La CEA dice

- No representa ningtún problema tratar las aguas combinadas, es mucho más fácil

• Inconsistencia

- Según la Enviromental Protection Agency (EPA) de Estados Unidos, la combinación de agua sucia con agua de lluvia, permite la difusión del contaminante en espacios antes no contaminados en las aguas de lluvia


• La CEA dice

- No hay metales pesados, ni sustancia peligrosas.

• Inconsistencia

- Estudios realizados por la Universidad de Guadalajara y el CIATEJ, en coordinación con una universidad de Francia, certifican que sí hay metales pesados peligrosos que pueden causar daños irreparables a la salud. Y hay sustancias más peligrosas como los bifenilos policlorados (PCBs) que son mucho más dañinas que los metales pesados


• La CEA dice

- Se parte del dato de que se necesitan 12 m3 por segundo para satisfacer la demanda de agua de la zona metropolitana de Guadalajara y aproximadamente para 2025 el requerimiento se elevará a casi 20 m3/seg; actualmente sólo se cuenta con 9 m3/seg

• Inconsistencia

- Actualmente, de los 9 m3/seg de agua, se pierde 43 por ciento en la red de distribución por el mal estado y las tomas clandestinas. O sea, en realidad llegan 5.13 m3/seg. Se orienta más la política a fomentar el consumo antes que el cuidado y la conservación, además de tener un despilfarro enorme


• La CEA dice

- Se pretende que la presa almacene casi 400 millones de m3 de agua, que en términos de gasto, significa que tendría capacidad para surtir 10 m3/seg, los cuales serán potabilizados en la planta de San Gaspar en Tonalá, una vez que hayan sido bombeados 500 metros aproximadamente


• Inconsistencia

- Actualmente, la planta potabilizadora de San Gaspar en Tonalá sólo tiene capacidad para tres m3/seg. De tal manera que si sólo se pueden limpiar tres m3 ¿dónde se potabilizarán los otros siete m3?


• La CEA dice

- Que el proyecto es sustentable e integral porque la presa dará agua y tratará las aguas negras

• Inconsistencia

- De acuerdo a los esquemas de gestión integral del agua, antes que realizar magnos proyectos, es necesario optar por acciones que fomenten la conservación y aprovechamiento racional. Actualmente, en la zona conurbada de Guadalajara se pierde cerca de 40 por ciento del agua en las redes, y 300 millones de m3 de agua de lluvia no se aprovechan

Guadalajara / Agustín del Castillo

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