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sábado, abril 14, 2007

Entrevista: Emeterio López • Procurador de Justicia de Veracruz

El fiscal estatal asegura que en la zona anal de Ernestina Ascensión había rastros de una proteína prostática, lo que refuerza la tesis de una agresión sexual.

Publico

Para Emeterio López, procurador de Justicia de Veracruz, la investigación de la muerte de Ernestina Ascensión sigue apuntando a una violación. Los elementos para mantenerse en la tesis se acumulan, asegura el funcionario, aunque la piedra angular para sostenerse es un proteína prostática (sólo la producen los hombres) que los exámenes periciales detectaron en la zona anal de la anciana.

Va a ser difícil, lo sabe, que la recomendación que genere la CNDH lo trate sin dureza. El procurador comenta que desde su punto de vista ya hay una actuación a priori de la comisión, adelantada y por encima de sus atribuciones constitucionales, descalificando una indagatoria que aún está en curso.

¿Qué situación guardan las investigaciones?
Investigamos desde el primer indicio que tuvimos (de violencia contra la anciana). Los dictámenes de la doctora adscrita a la agencia especializada del MP se incorporaron a la investigación y desde ese primer momento se señalaba que había lesiones, sobre todo algunos desgarros.

Al final, la señora desafortunadamente fallece. El médico legista de la procuraduría procede a hacer la necropsia y establece las causas de la muerte: persiste en el señalamiento de una serie de lesiones en la región anal. Es un asunto científico y técnico de los médicos legistas.

Finalmente, en la necropsia que solicita la CNDH, se mantiene la detección de lesiones en la vía rectal y en base a estos certificados, nosotros sostenemos nuestra línea de investigación. Será el MP el que al final diga si hubo o no violación, pero indudablemente hay más indicios que nos van encaminando a ello.

¿Cuál es el principal elemento que le dan los peritos para continuar la línea de investigación vinculada a una violación?
Estaba presente la proteína P30 (un elemento que sólo pudo proceder de una eyaculación) en la zona anal. Esta proteína procede necesariamente de un varón. Todo esto es parte del proceso de investigación, de los peritajes y estamos trabajando, recopilando más pruebas. Sí podemos decir que hay elementos que se acumulan y apuntan a la violación.

Estamos concluyendo prácticamente la primera parte de la indagatoria: establecer los delitos y será el Ministerio Público quien señale estos delitos de manera contundente.

¿Qué hay en cuanto a la eventual participación de soldados?
Nosotros nunca, en ningún momento hablamos de soldados, nuestro deber era comprobar el cuerpo del delito y no podemos decir quiénes hayan sido antes de investigar.

Esta versión no es parte de lo que ha hecho la procuraduría. Es en una segunda etapa en la que se establecerán presuntos responsables, sólo cuando se comprobó que hubo delitos.

La CNDH descarta violación y descarta muerte por violencia…
En toda la integración de la averiguación hemos encontrado estos elementos y evidencias. En cuanto a la violencia, ésta es prácticamente un complemento de la violación, hay algunos hematomas y golpes, aunque en esto nos faltan diligencias. A lo mejor la señora, luego de pedir auxilio, pudo sufrir lesiones y de allí proceden los hematomas; o que se haya caído solita después. Hay muchos aspectos que queremos ver aún en esto.

La CNDH pone en duda la capacidad técnica de la procuraduría para realizar la investigación: se usó una vulgar hielera para tratar de conservar evidencia, se perdieron tablillas con pruebas periciales incluido el “semen abundante”…
Se ha dicho que se perdieron elementos, que en la primera necropsia incluso no se extrajeron todos los órganos para la revisión. Todo eso es un error.

Hay documentos, consta en el proceso de investigación que se hicieron pruebas al hígado, a los demás órganos de la señora.

En cuanto a lo que se llamó “semen abundante” éste pudo haberse debido al gel que se usó para la exploración. Esa sería una explicación: el líquido que se vio pudo ser en parte el gel, pero será el MP el que tendrá que preguntar sobre eso a quienes realizaron las primeras exploraciones.

Ahora, en cuanto a las muestras recogidas del cadáver, que se dijo que no las queríamos dar a la CNDH, algunas de ellas se agotaron por las muestras periciales. Eso es lo que está pasando y no que se hayan perdido o que haya resistencia a entregarlas: se usan y se agotan. Después ya no se pueden usar para nuevas pruebas. Si se intentan usar, esas muestras ya no sirven, ya no están vírgenes.

Además, la CNDH mandó sus observadores a la exhumación. Se les ofrecieron muestras periciales en ese momento, pero prefirieron no tomarlas, dijeron que sólo venían como observadores y después exigían que les diéramos las pruebas periciales. Pero esto ya está solucionado: ya se les dio todo. Nunca hubo reticencia a auxiliar en los trabajos de la CNDH.

¿Las pruebas positivas de la presencia de la proteína prostática están en poder de la CNDH?
Sí, ya está todo en sus manos.

Va a ser difícil que usted no aparezca como actor principal de una recomendación muy dura de la CNDH.
No hemos concluido las indagatorias y sin embargo ya se habló de varias cosas. Los comentarios fueron a priori, apartándose de las atribuciones que marca la Constitución. Nosotros nos estamos apegando en todo a lo que nos marca la ley.

Quiero aclarar que siempre se dará un trato respetuoso a todo lo que haga la CNDH, pero yo siento que nosotros tenemos respaldos jurídicos para todo lo que hemos hecho.

"Mis peritajes fueron correctos"

••• El perito médico Ignacio Gutiérrez, cuyos análisis del cadáver de Ernestina Ascensión fueron cuestionados, comenta a MILENIO que tiene pruebas documentales de que su actuación fue correcta y sus conclusiones están sustentadas en una prueba científica. De cada peritaje, sostiene, hay fotos, documentación que comprueba sus dichos y que no se equivocó: “los dictámenes son correctos”.

Señala que antes de tocar el cadáver luego de la exhumación solicitada por la CNDH, lo fotografió e inspeccionó visualmente. Para él no hay posibilidad de que su actuación sea señalada como dolosa o negligente.

Explica que desde el punto de vista técnico, la proteína P30 resulta definitiva para la presunción de violación: “sería rarísimo que se haya alojado en la zona anal esta proteína por otros medios. Tomé las pruebas en hisopos, los mandé al laboratorio y fue allí donde dieron positivos para esta proteína”.

No sólo eso, comenta que en un nuevo hallazgo se detectó una mancha en las vestimentas de Ernestina. “Se detectó un cromosoma” procedente necesariamente de un varón. Se abre la puerta a la hipótesis de un segundo agresor, pues aún no se determina si esta mancha procede del mismo cuerpo que, según la procuraduría estatal, dejó rastros de la proteína P30 en la zona anal.

Gutiérrez fue suspendido temporalmente para prestar sus servicios en la procuraduría en tanto se resuelven las controversias en torno al caso de Ernestina.

Descarta que la detección de lesiones en la zona rectal pudieran ser producidas después de la muerte: “tenían sangre, tenían coágulos”.

Muestra finalmente su inconformidad con los funcionarios de la CNDH que se presentaron a la segunda necropsia y luego impugnaron sus resultados: “les ofrecimos que se llevaran muestras, se negaron. En cambio, los médicos militares sí se llevaron muestras de cada uno de los procedimientos que se hicieron”.

Arturo Ramos

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