Entre las quejas sustentadas hay testimonios escalofriantes: Carlos Manuel Barba García
Su confrontación con el cardenal Juan Sandoval Iñiguez también saldrá a relucir en el acto
JUAN CARLOS G. PARTIDA - Jornada Jalisco
Un año donde su presupuesto disminuyó en términos reales, en el cual las críticas de políticos, líderes religiosos y empresariales menudearon, y donde su área de influencia se vio acotada por el desinterés para hacer caso a sus recomendaciones, forman parte del anecdotario que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) tendrá para presentar este martes en el informe anual que su titular, Carlos Manuel Barba García, ofrecerá a la opinión pública en medio de la más reciente polémica que causaron las declaraciones del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, quien la semana pasada afirmó que el organismo defensor de las garantías individuales es una institución inútil.
El acto, programado a las 10:45 horas en el Centro de la Amistad Internacional, se anticipa tendrá especial énfasis en el tema de las recomendaciones por tortura durante la administración estatal presidida por Francisco Ramírez Acuña y en contra de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) cuando el hoy gobernador interino Gerardo Octavio Solís la presidía, las cuales fueron rechazadas y no se atendió ninguna de las especificaciones hechas por la CEDHJ para terminar con esta práctica que Barba García ha reiterado existe en Jalisco.
A pesar que desde el 26 de junio de 1987 está vigente en México la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, y que el 21 de diciembre de 1993 entró en vigor la Ley Estatal para Prevenir y Sancionar la Tortura, durante los seis años de Ramírez Acuña como gobernador de Jalisco la CEDHJ recibió 761 quejas por posibles actos de tortura atribuidas a la PGJE, sobre todo en contra de policías investigadores y agentes del Ministerio Público.
Durante el 2006, año al que hará referencia el informe que hoy presente Barba García, el ombudsman dijo en constantes ocasiones que le preocupaba la persistencia de los señalamientos, en particular por la utilización de métodos que no dejan huella física. Señaló que las versiones de tortura coincidían en sus métodos como patadas, puñetazos en todo el cuerpo, toques eléctricos, asfixia al arrojarles agua en la cara, quemaduras y colocación de bolsas de plástico sobre la cabeza cubriendo boca y nariz para impedir la respiración.
“Los constantes señalamientos nos conducen a concluir que en Jalisco, particularmente en la PGJE, la tortura aún es común como método de investigación, por lo que se estima que mientras el titular de dicha institución no tenga la voluntad política para prevenirla y combatirla, lejos de erradicarla, se alienta su continuidad. La CEDHJ siempre ha repudiado esta aberrante práctica, que sólo demuestra la ineptitud de los servidores públicos que la practican, a quienes degrada tanto como a los que la toleran, y afecta la imagen de las instituciones. Deben adoptarse nuevas medidas para erradicarla, y creemos que con la reciente entrada en vigor del Protocolo Facultativo de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes, el Estado mexicano pondrá en marcha un mecanismo nacional de prevención de esos actos, para la protección de las personas privadas de la libertad”, señala la editorial del órgano de difusión de la CEDHJ, DHumanos, en su edición de noviembre pasado, lo que da una pauta para lo que se espera este día por parte de Barba García.
Y es que la PGJE rechazó la megarecomendación que el año pasado le hizo la CEDHJ para iniciar averiguaciones previas en contra de 45 funcionarios involucrados en la recomendación 6/06, la cual acredita nueve casos de tortura. En octubre, la PGJE respondió a la recomendación con una negativa y de las 19 propuestas hechas solo aceptó dos.
Entre las quejas hay testimonios comprobados escalofriantes, como dos detenidos por policías investigadores quienes refirieron haber sido golpeados y asfixiados momentáneamente con una bolsa de plástico en la cabeza; que les pusieron una venda en la cara, les echaron agua por la nariz y que a uno de ellos le aplicaron toques eléctricos en cuerpo y genitales.
Otro se refiere a una persona quien ratificó que había sido detenida por policías de Tlajomulco y después trasladada a esta ciudad por policías investigadores también. Señaló que estos últimos lo golpearon, lo desnudaron, lo vendaron de la cara y lo maniataron por la espalda. Después se le subieron encima, lo mojaron y le echaron agua por la nariz y boca, mientras lo pateaban en diversas partes del cuerpo, además de aplicarle toques eléctricos.
Sin embargo otro enfoque muy especial que girará en torno al informe que presente hoy Barba García será el referente a la polémica que en forma constante ha sostenido la CEDHJ entre líderes de opinión en la localidad, en particular el cardenal Juan Sandoval Iñiguez quien desde hace años ha manifestado su repudio a un organismo que califica se dedica a proteger delincuentes y al que la semana pasada calificó de ser una institución inútil, luego que la Comisión informó que abrió una investigación al albergue PAIPID, dirigido por personal de la Arquidiócesis de Guadalajara, por presunto maltrato y discriminación a los niños que ahí viven, lo que enfureció al purpurado.
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