Plaza Liberación
Jornada Jalisco
Calderón, programas y “logros” ajenos
Muros y Vallas
Sin un programa visible de obras y programas que le permitan hacer despegar su gobierno, Felipe Calderón Hinojosa está por cumplir tres meses en el mandato que obtuvo de manera muy debatida el 2 de julio de 2006, y mantiene una agenda de actividades ajenas a la sociedad y que depende, más que nunca, de los trabajos de seguridad y contrainteligencia del Estado Mayor Presidencial que, no obstante, no le garantizan el aislamiento pleno, como ya se vio el jueves en San Luis Potosí.
En los primeros días, Calderón se fusiló el programa de austeridad salarial de Andrés Manuel López Obrador, (la reducción que proponia AMLO era del 50%, en cambio FeCal solo redujo en un 10% su sueldo) se sacó de la manga el programa de subsidio al consumo eléctrico residencial, ha echado a andar un presunto programa de afiliación a servicios de salud para recién nacidos que sólo existe en los espots, y el viernes en Zacatecas anunció un proyecto para reducir el costo del envío de remesas que ya existe desde 1995.
De gira por ese estado, Calderón informó que a través del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) –una de las cajas no tan chicas de los gobiernos federales, desde tiempos del priísmo–, en un acuerdo con el Sistema de Pagos de la Reserva Federal de Estados Unidos, los migrantes podrían enviar dólares a sus familias en México con una comisión menor a uno por ciento.
Ahí estuvo, como convidada de piedra, la directora de dicho sistema de pagos, Luise Rosean, para la presentación del “nuevo sistema”. Como si fuera poco, Calderón se sigue colgando la medalla de la selección juvenil de futbol sub 17, que ganó el campeonato de su categoría en 2006, cuando Fox todavía era el presidente, y puso como ejemplo –ese día en Zacatecas– que los mexicanos pueden “competir de tú a tú con cualquiera en el mundo” a los cineastas nominados para un Oscar.
Nada más que a Calderón se le olvida que él y su secretario de Hacienda, Agustín Carstens, enviaron para este año una propuesta de presupuesto para la cultura menor a la que, en su momento, presentó Fox a la Cámara de Diputados, y eso ya es mucho decir.
También para este año su gobierno destinará la partida más acotada para la protección de los migrantes y sus familias, como él mismo planteó a los legisladores.
Así que, como ocurre con el programa de salud a recién nacidos, una vez más Calderón apuesta a un interés sólo mediático, pero deja de lado la creación de mecanismos para que las remesas –25 mil millones de dólares en 2006– sean utilizadas, entre otros puntos, en proyectos regionales que reduzcan el éxodo a Estados Unidos.
De acuerdo con diferentes estudios, hasta ahora 98 por ciento de los envíos de dinero es destinado para el autoconsumo, la manutención de la familia y la compra de bienes que no generan un efecto multiplicador de la economía familiar. El resto es usado en proyectos productivos y de generación de empleos.
Se calcula que al inicio del gobierno foxista, México recibió 6 mil 572 millones de dólares por conceptos de remesas, cifra que se incrementó hasta 25 mil millones de dólares, como refiere el Banco Interamericano de Desarrollo. Esto refleja no sólo un incremento en las remesas de 250 por ciento, sino la incapacidad del foxismo para generar empleos y reactivar la economía.
Pero más allá de ello, el “nuevo programa” que Calderón anunció en Zacatecas, una de las entidades con mayor índice de expulsión de mexicanos a Estados Unidos, ya existe desde 1995, cuando el gobierno de Ernesto Zedillo suscribió con la Reserva Federal de Estados Unidos el proyecto Directo a México, aun cuando éste no ha logrado reducir los costos ni los cotos de poder en el envío de dinero.
A lo que se ve, Calderón no buscará que se apruebe una reforma para obligar a empresas como TV Azteca y sus casas de cambio a reducir las comisiones, operaciones por donde se fuga una gran cantidad de dinero que va a dar no a las familias de los braceros.
Más aún, es muy probable que el anuncio de Calderón para que los recursos captados por los consulados se invierta en las mismas ciudades donde operan, para dar mejores servicios a los migrantes, no se cumpla, pues debe recordarse que en diciembre de 2007, el PAN –que postuló al actual Presidente– se opuso a fortalecer financieramente la Red de Protección Consular.
Y, todavía más: en el proyecto de Presupuesto de Egresos para este año, Calderón envió a la Cámara una propuesta donde programas de apoyo a migrantes no recibían un solo peso y otros que veían reducidas sus partidas, como ocurrió con los de Repatriación de Cadáveres, Asistencia Jurídica a Detenidos en Cárceles de Estados Unidos y Apoyo a Migrantes Vulnerables.
Tan no importan los migrantes, que la semana pasada trabajadores de compañías estadunidenses que construyen el muro metálico en la frontera cruzaron a territorio mexicano y Calderón y su gobierno lo mantuvieron en secreto dos días. Al fin que la canciller Patricia Espinosa afirma que lo que se construye en la línea divisoria son “cercas”.
Del archivero
La principal obligación del Estado Mayor Presidencial es “garantizar la seguridad del Presidente, de su familia, de los mandatarios y funcionarios extranjeros que visiten la República Mexicana, de los ex presidentes de la República y de otras personalidades”, y para cumplirla tiene autorizado “desarrollar actividades de inteligencia y contrainteligencia”, pero en su reglamento no dice nada de levantar vallas metálicas por todo el país, golpear fotógrafos ni reprimir manifestaciones sociales. El exceso de ese cuerpo de élite llega al grado de que, en los actos oficiales, a la prensa se le mantiene tan alejada de Calderón, que a veces ni se le ve.
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