Janice Duddy
Muchas personas han argumentado que el calentamiento global es el más grande problema ambiental al que nos enfrentamos en el siglo XXI. La comunidad científica ha llegado al firme consenso de que nuestro planeta sin duda alguna se está calentando. El calentamiento global es en gran medida un resultado de la emisión de dióxido de carbono y otros gases invernadero hacia la atmósfera. Estos gases están siendo emitidos por procesos industriales, quema de combustibles de origen fósil y cambios en el uso de los suelos tales como la deforestación. Las actuales proyecciones sugieren que si las emisiones continúan al presente ritmo, habrá un incremento global aproximado de 1ºC a 5ºC para el año 2100.
Este calentamiento tendrá consecuencias reales, entre ellas un aumento en el nivel del mar, cambios en los patrones de la precipitación pluvial, mayor riesgo de sequías e inundaciones, amenazas a la biodiversidad y potenciales desafíos para la salud pública.
Los gobiernos acordaron combatir el cambio climático por primera vez en la celebrada en Río de Janeiro en 1992. Durante esta reunión, los líderes crearon la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés), la cual estableció una meta no vinculante de estabilizar las emisiones, para el año 2000, a los niveles en que se encontraban en 1990. Esta meta no fue cumplida de manera general. El fue el seguimiento a esta primera iniciativa y es el primer acuerdo global legalmente vinculante para reducir los gases invernadero.
El Protocolo de Kyoto, que ha sido ratificado por 120 países, compromete a las naciones industrializadas a reducir las emisiones de gases invernadero, principalmente de dióxido de carbono, en aproximadamente 5.2 por ciento por debajo de sus niveles de 1990 para el año 2007.
Sin embargo, las mujeres no están representadas en la UNFCCC ni en el Protocolo de Kyoto. señala: "No se requiere más que de una simple búsqueda de palabras en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Protocolo de Kyoto, los dos tratados más importantes acerca de los esfuerzos globales orientados a combatir el cambio climático, para descubrir que las palabras 'género' y 'mujeres' no son mencionadas en ninguno de ellos".
¿Impacta el cambio climático a hombres y mujeres en las mismas formas, o han quedado las mujeres y sus intereses específicos fuera del panorama?
El sitio web (Género y Cambio Climático) plantea que es muy importante considerar el género cuando se analizan los asuntos del cambio climático. Afirma: "El cambio climático no es un proceso neutral; en primer lugar, las mujeres en general son más vulnerables a los efectos del cambio climático, siendo una razón de esto que ellas conforman la mayoría de las personas pobres del mundo y dependen más que proporcionalmente de los recursos naturales que son amenazados. Los cambios tecnológicos y los instrumentos que están siendo propuestos para mitigar las emisiones de carbono, y que se presentan como neutrales al género, de hecho tienen un sesgo de género y podrían afectar negativamente a las mujeres o pasarlas por alto".
Existen otras formas en que el cambio climático impacta a las mujeres. Jyoti Parikh sugiere que aquél podría significar cargas adicionales para las actividades agrícolas que a menudo son realizadas por mujeres. También podría verse afectada la pesca, una actividad en la cual ellas a menudo se involucran. Debido a los crecientes niveles del mar y a la intrusión de agua salina en los sistemas de agua fresca a causa del calentamiento global, la pesca se hará cada vez más difícil. Es importante considerar, además, que la tarea de suministrar agua y combustible para la familia es típicamente una responsabilidad de las mujeres. Esta tarea se dificultará aún más conforme el acceso al suministro de agua limpia se convierta en un mayor desafío. En lo que se refiere a condiciones climáticas extremas, eventos tales como tormentas, inundaciones y ciclones colocan sobre las mujeres, quienes deben mantener unida a la familia, la carga de lidiar con la devastación y destrucción. En tiempos de catástrofes, la responsabilidad de nutrir a la familia, sobre todo a niñas y niños pequeños, así como de proveer los elementos cotidianos esenciales, es a menudo sobrellevada en gran medida por las mujeres.
Numerosas defensoras del género argumentan que a fin de tener éxito en la creación de programas y la reducción del impacto del cambio climático, las mujeres deben ser tomadas en cuenta. Las formas en que las mujeres utilizan su ambiente en comparación con los hombres y cómo ellas se ven afectadas por los cambios en éste constituyen factores significativos en un programa exitoso de cambio climático. Asimismo, es importante incorporar la perspectiva de género en las instituciones que trabajan en estos asuntos.
Señala que "el género está ausente institucionalmente, en la toma de decisiones, en la semántica y en los términos financieros". Ella enfatiza que "el cambio climático planteará un desafío a las mujeres en lo que se refiere a la degradación de los suelos, las sequías, la pérdida de la biodiversidad, etc. De ahí que la vulnerabilidad, adaptación y mitigación sean un asunto de gran importancia".
*El cambio climático y el pueblo Inuit*
El pueblo Inuit de Canadá, uno de los pueblos indígenas de este país, está sufriendo directamente los devastadores impactos del cambio climático. Este pueblo figuró en las noticias internacionales el 1 de abril de 1999, cuando el mapa canadiense cambió con la creación de un nuevo territorio llamado Nunavut, que significa "nuestra tierra" en Inuktitut, el idioma de los Inuit. Según el gobierno de Canadá, "La creación de Nunavut devuelve al pueblo Inuit su autodeterminación tal como fue practicada durante miles de
años antes de la llegada de los europeos. El nuevo gobierno coloca a los Inuit de Nunvut en pie de igualdad con otros canadienses en lo que se refiere a tener el control sobre su bienestar social y económico y a ser responsables de éste".
El pueblo Inuit habita en el extremo norte de Canadá y tiene una íntima relación con la tierra. En los últimos tiempos la gente ha observado cambios preocupantes en el clima y el paisaje.
El Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD, por sus siglas en inglés), en trabajo conjunto con el Comité de Tramperos y Cazadores de Sachs Harbour, condujo un de un año de duración para examinar el impacto del cambio climático en el Ártico. En el curso de este proyecto, la gente local manifestó cómo había visto cambiar su ambiente a consecuencia del calentamiento global.
Además de numerosos, los cambios observados fueron perturbadores y todos apuntan al hecho de que el Ártico se está calentando. Entre estos cambios se encuentran los siguientes:
El congelamiento otoñal ha estado dándose hasta un mes más tarde de lo usual y el derretimiento primaveral parece ocurrir más temprano cada año.
El hielo marino multi-años es más pequeño y ahora se aleja de la comunidad en el verano, llevando consigo a las focas de las que el pueblo depende para alimentarse.
En el invierno, el hielo marino es delgado y quebradizo, lo que convierte en peligrosos los viajes aun para los cazadores más experimentados.
En el otoño, las tormentas se han hecho frecuentes y severas, dificultando la navegación. Por primera vez ha habido truenos y rayos.
El clima caliente en el verano está derritiendo la permafrost (escarcha) y ocasionando una precipitación a gran escala sobre la costa y a lo largo de las playas de los lagos internos. El derretimiento ya ha provocado que uno de estos lagos desagüe hacia el océano, matando a los peces de agua dulce. Alrededor del pueblo de Sachs Harbour está causando movilización del oscimientos de los edificios.
Nuevas especies de pájaros tales como golondrinas de granero y petirrojos están llegando a la isla. En las aguas aledañas se ha pescado salmón por primera vez.
Sobre la tierra, hordas de moscas y zancudos están haciendo la vida difícil para seres humanos y animales.
*Otros eventos inusuales incluyen:*
A las familias Inuit que salen en sus vehículos automotores para nieve a fin de preparar sus campos de caza de verano se les ha imposibilitado regresar a sus hogares debido a los bancos de fango que se forman luego de los primeros derretimientos.
Algunas personas han descubierto que la carne que aprovisionaban en el hielo como alimento para futuros viajes se ha descongelado y podrido.
Existen reportes de iglúes que han perdido sus propiedades aislantes conforme la nieve gotea y vuelve a congelarse.
La ropa hecha de piel de venado caribú se atasca con el hielo en un clima inusualmente húmedo.
Si bien el Ártico circumpolar es visto por muchas personas como un "barómetro" o "indicador" de la salud ambiental del planeta, lo que resulta tan importante para el pueblo Inuit son los impactos directos y locales del cambio climático. Tal como señala, "Para los Inuit, el problema es urgente. Viven en un precario equilibrio con uno de los ambientes más rudos de la Tierra. El cambio climático, cualesquiera sean sus causas, es una amenaza directa para su estilo de vida. Nadie conoce el Ártico tan bien como las
personas locales, razón por la cual no están satisfechas sencillamente con hacerse a un lado y dejar que expertos externos les digan qué está ocurriendo. En Canadá, donde el pueblo Inuit cuida con celo su duramente ganada autonomía en el territorio más nuevo del país, Nunavut, creen que la mayor esperanza de supervivencia en ese ambiente cambiante radica en combinar sus conocimientos ancestrales con lo mejor de la ciencia moderna. Esto, en sí mismo, ya es un desafío".
Como se puede apreciar, es importante considerar el impacto de género del cambio climático en el Ártico. Las mujeres Inuit están siendo afectadas por la tendencia del calentamiento global. Por ejemplo, en una entrevista conducida durante el proyecto de investigación del IISD, quedó claro que "las mujeres Inuvialuit siempre han tenido una profunda comprensión del clima, ya que eran las responsables de evaluar las condiciones y, de acuerdo a éstas, preparar a los cazadores". Con los cambios en el clima, las condiciones ya no son predecibles, lo cual dificulta una adecuada
preparación.
Fue también en el curso de la investigación del IISD que las mujeres hablaron sobre la importancia de los conocimientos tradicionales que han sido acumulados durante siglos. Según indica Ovilu Goo Doyle, "las mujeres Inuit poseen un conocimiento íntimo de las condiciones en sus comunidades.
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