Páginas

::::

viernes, abril 06, 2007

Opinión - Pablo Gomez

Seguridad pública o seguridad del Estado

Publico

Los llamados operativos contra el crimen organizado, anunciados torpemente por Felipe Calderón, no podrán dar los resultados esperados porque parten de un supuesto falso. En realidad no tenemos un problema de seguridad pública en relación con las bandas de narcotraficantes, sino un creciente problema de seguridad del Estado.

Los operativos no dan mayor fuerza a las entidades locales del poder público más que cuando el Ejército toma las carreteras y algunos otros lugares. Antes y después, las bandas hacen lo que quieren porque tales órganos locales de la administración pública son extremadamente débiles. En Guerrero como en Michoacán, las bandas someten a los funcionarios debido a que éstos son obligados a aceptar ser cómplices, lo que procede de su debilidad. En esos estados no hay policía local prácticamente. En otras entidades, las cosas no son muy diferentes, pues aunque existan cuerpos policiacos, éstos carecen de condiciones para enfrentarse a bandas armadas muy bien organizadas.

En realidad, la fuerza armada y la fuerza económica de las bandas son superiores a las de los poderes locales y, con esto, tenemos un problema de seguridad del Estado.

Sí es verdad que, a veces, las acciones de las bandas alcanzan a lesionar a personas que nada tienen que ver con la autoridad ni con las actividades ilícitas, pero no se trata de un asunto generalizado ni cotidiano. En cambio, todos los días se producen “ajusticiamientos”, es decir, la aplicación del código penal interno de una u otra banda, en contra de otros delincuentes o de agentes de diversas corporaciones, incluso gobernantes o altos funcionarios. Es verdad también que muchos de los agentes asesinados están metidos con las bandas y han recibido dinero de éstas, pero también por ello tenemos un problema de seguridad del Estado.

Las decisiones que deben tomarse frente a este fenómeno no son aquellas ingenuas que consisten en enviar un batallón de soldados para que realicen algunas tareas de vigilancia durante algunos días o meses, sino en reformar los órganos del Estado que hoy son demasiado débiles y que no pueden enfrentar el problema del narcotráfico tal como éste se está comportando en la actualidad.

Calderón va a fracasar si mantiene la torpe idea de que tenemos un problema de seguridad pública y le ofrece a la gente tranquilidad mediante esa torpe forma de combatir a las bandas de narcos. Esto no es ni puede ser así: la naturaleza de las cosas y de los fenómenos que se presentan en la sociedad reclama, ante todo, claridad en los conceptos y una consecuente acción política.

pgomez@milenio.com

No hay comentarios.:

radioamloTV