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domingo, abril 08, 2007

Opinión - Monica Pérez Taylor

La Primavera por siempre

El reclamo que siempre hemos hecho al Gobierno Estatal es el insuficiente presupuesto que se destina al bosque. Hay que cooperar.

La iniciativa que ha propuesto el Gobernador Emilio González Márquez de gravar un impuesto especial de cuatro pesos en el recibo del SIAPA en beneficio del bosque, parece de buena fe. Pero tengo dudas, cuestionamientos y propuestas al respecto.

MURAL

Antes de presentar esta iniciativa ante el Congreso sería indispensable trabajarla y hacer consenso con un Consejo Ciudadano Ambientalista creado ex profeso, el cual establecería claramente el destino de los 45 millones de pesos que aportaría la ciudadanía al año. El Consejo rendiría informes periódicos, realistas, y en sus pronunciamientos sería independiente de la figura mediática de Emilio.

El Gobernador comentó que el presupuesto del bosque se incrementará hasta en 20 millones de pesos, entonces, ¿qué sucedería con los otros 25 millones?, ¿y qué hay de la cantidad similar que el Gobierno estatal aportaría en el 2008 para el cuidado ambiental del Nevado de Colima, la Barranca de Huentitán, la Sierra de Quila y otros parques metropolitanos, amén de los 800 millones que para ese rubro otorgó la Semarnat?

Se requiere esa claridad, porque leyendo la información en diversos medios, encontré discrepancias. ¿Exactamente cuánto se pretende recabar al año y cuánto aportaría el Gobierno del Estado? ¿Cuánto de este dinero se gastará en reforestación, mantenimiento y en proteger al bosque de los vándalos pirómanos y de la invasión hormiga? ¿Cómo negociar con algunos propietarios que ya advirtieron que van a fraccionar lo que es de su legítima propiedad? ¿Cuánto se invertirá en equipo contra incendios, en más guardabosques y en áreas recreativas?

Es imposible confiar que tanto dinero pase por las manos del inexperto y despilfarrado director del SIAPA, Rodolfo Ocampo, quien derrochó casi 9 millones de pesos en indemnizar a expertos para contratar en su lugar a sus amigos panistas, aceptando que todos desconocen el manejo técnico del agua. Cuidado, pues éste sería el único medio por el que se podría cobrar este impuesto.

Aunque algunos dan por inviable esta iniciativa, puesto que al no estar bien sustentada merece la crítica, pienso que es positivo que de una u otra forma, como beneficiarios del bosque nos hagamos responsables y paguemos algo por sus invaluables servicios ambientales; pero no sería justo que paguen igual ricos y pobres, sino en proporción al consumo de cada usuario.

Si se trata de proteger a La Primavera para mantener la precipitación pluvial y recargar los mantos acuíferos, a la vez tendríamos que hacer más eficiente el uso del agua e invertir en la reparación de la red de distribución, con lo que obtendríamos un 40 por ciento, o más, de agua potable, sin gastar en presa alguna.

Aunque sea más caro, habría que ir pensando en la construcción de pasos elevados en la parte del Macrolibramiento próximo al área natural protegida del Bosque de la Primavera, pues construirlo convencionalmente sería fatal.

Si dentro de los beneficios que podría tener esta iniciativa se incluye atender la problemática ambiental de la Barranca de Huentitán, lo celebro, pero bastaría con suspender la construcción de la Presa de Arcediano para conservar esta Área Natural Protegida e iniciar su saneamiento, que no se logrará sólo con las plantas de tratamiento que quedarían listas dentro de cuatro años, sino eliminando además todas las fuentes contaminantes, principalmente de las industrias que vierten sus desechos sin control bajo la complacencia de la autoridad.

Y cómo revertir la desconfianza que tras tanta corrupción la autoridad se ha ganado a pulso. Porque la mayoría no está de acuerdo en que se grave un impuesto especial considerando los sueldos y prestaciones exorbitantes que ya pagamos a una autoridad inepta.

Y cuando es evidente el derroche y desperdicio en otras áreas, como en la mismísima Casa Jalisco o en la obra de las avenidas López Mateos y Las Rosas, que por errores de la Sedeur estamos pagando de nueva cuenta. No hay sanciones para los ex funcionarios de esa dependencia que se otorgaron préstamos y no los pagaron antes de irse, ni para algunos de ellos que eran proveedores de la misma Sedeur. Cuando lo conducente es denunciarlos, el Gobernador enmienda sus errores con nuestro dinero.

Que bueno que el tema de la aportación está a debate y suscite la polémica, pero nadie puede cuestionar que lo importante es, y será, conservar por siempre nuestro Bosque de La Primavera.

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