Satiricosas
Pemex: mitos y realidades
Calderón consumará el despojo si lo permitimos
Jornada Jalisco
“Nuestra generación no se lamentará tanto de los crímenes de los malvados como del estremecedor silencio de los cobardes”. Martin Luther King.
Repite una mentira mil veces y se convertirá en verdad. Esta frase, cuya autoría se atribuye al encargado de la propaganda alemana durante el Tercer Reich (Goebbels), en realidad ha sido utilizada desde épocas remotas hasta nuestros días. Todo indica que seguirá siendo un recurso para crear consensos de opinión y su esencia permanece intacta, aún cuando sus nombres varíen: propaganda, lavado de cerebro, mercadotecnia, etc.
Cuando una de estas “verdades” perdura a través del tiempo se convierte en un mito, paradigma o "paradogma”, como ha sido sarcásticamanete definido por algunos autores. Los mitos no se producen por generación espontánea. Detrás de ellos siempre se encuentra algún motivo, una intención para su creación. Los mitos no están dirigidos a los especialistas y conocedores del tema que abordan sino al público en general, que por diversas razones no tiene capacidad o interés de analizar. Esta falta de capacidad o interés no está necesariamente relacionada con la inteligencia o la información de la persona que los recibe, los repite y los hace parte suya; entre sus víctimas se encuentran personas inteligentes e informadas que simplemente sucumbieron a la fuerza de persuasión del mito.
La capacidad de análisis del público en general se extinge ante el constanste bombardeo de mentiras o medias verdades a que se está sujeto diariamente. Una de las características del mito –probablemente la más negativa– es que elimina o disminuye la capacidad de análisis del receptor. En este sentido sus efectos son semejantes al chisme o a las acciones que se definen con la frase “ tira lodo y algo quedará sucio aunque se aclare posteriormente”.
En el caso de la industria petrolera y del sector energético mexicano en general se han creado mitos con el definido objeto de desprestigiar a las empresas públicas. Esta situacipon es muy inconveninete sobre todo tratándose de temas de vital importancia para el país, como lo es el sector energético y Pemex en particular . No es deseable que esto ocurra sin tratar de ponerle algunos límites. Cualquier acción en este sentido debe ser expuesta y difundida para que el raciocinio prive sobre los mitos. No importa cuál sea el resultado y la toma de decisión final sobre un tema determinado; lo que es inadmisible y degradante para la condición humana es dar cabida a los mitos sin analizarlos. Y peor aún es difundirlos como verdades absolutas e incontrovertibles. El propósito principal de esta obra no es defender una posición ideológica en especial sino estimular que la posición ideológica que se tome sea respaldada por la cualidad más preciada en el ser humano: la capacidad de razonar, que elimina la adopción de mitos”
Basado en los sabios conceptos filosóficos aquí reproducidos inicia el libro de Felipe Ocampo Torrea, Pemex: Mitos, Realidades, Testimonios y Propuestas. El autor es un ingeniero químico y como se ve en su libro desde el inicio, un pensador profundo y patriota, conocedor de Pemex por haber trabajado dentro varias décadas. Su propósito es sustituir los mitos por el análisis racional del tema del petróleo, de nuestro petróleo, cuando se perfila el neoliberal remate de Pemex, por más que Calderón, cuya palabra no es precisamente confiable, lo niegue. “Es privilegio humano disentir, pero es degradante no utilizar el raciocinio y convertirse en esclavo mental de intereses que se ignoran en la mayoría de los casos”.
Rara vez se puede leer una explicación tan clara y precisa del horror que estamos viviendo en México en todos los rubros a través de la criminal manipulación mediática neoliberal, pero especialmente peligrosa en materia energética y petrolera puesto que la meta es entregar la máxima riqueza nacional, como se ha dicho en este espacio y en otros desde 1982, cuando tomó el poder el primer presidente neoliberal, Miguel de La Madrid, y abrazó la doctrina que hoy dice despreciar.
De la Madrid, después de haber sacado de la jugada presidencial (1981), pero también petrolera, al especialista Jorge Díaz Serrano, se dedicó a cumplir determinantes órdenes imperiales llegadas a través de su subalterno, Carlos Salinas de Gortari. Finalmente le entregó el poder a través del conocido fraude electoral de 1988. Para ocultar su conocida ilegitimidad, Salinas empezó su sexenio golpeando precisamente al sindicato de Pemex, corrupto, sin duda, pero eficiente entonces, para poder minar nada menos que el mantenimiento de las instalaciones petroleras, hasta lograr en 1993 cancelar prácticamente la refinación en un país eminentemente petrolero, para dársela a la Shell en Texas. En febrero de 1993 Salinas creó con un billón de dólares una asociación entre PMI (Petróleos Mexicanos Internacional) y la Shell Oil Company (en Deer Park, Texas), (pag. 28 de mi libro El Prian) que es la que refina la mayor parte del petróleo mexicano. Por este crimen impune de Salinas, México empezó a importar gasolina y a vender exclusivamente crudo Y se creó el mito, dice Ocampo Torrea: “la refinación no es una actividad rentable para Pemex” aunque en realidad, afirma, la refinación es un negocio rentable en el mundo entero. ¿Cuánto le habrán dado a Salinas Santanna por esa tración? ¿sigue siendo parte de la mafia petrolera de los Bush? La metódica destrucción de Pemex acabó con todo lo que fuera “valor agregado”, como la refinación, pero igual con la petroquímica.
Ah, pero la extracción y venta de crudo esa sí no se tocó. De eso se mantienen los gobiernos. No la usan para desarrollar al país, sino para ellos. Jamás han intentado corregir la corrupción que tanto denuncian pues ha servido a sus fines y ningún gobierno ha dejado de explotar a la empresa que mantiene el enorme y corrupto aparato burocrático, sin olvidar enriquecer a los poderosos en turno y a sus parientes como es el caso en este sexenio de la familia del virrey Mouriño y lo fue en el sexenio pasado de los hijos de Fox y de paso también los Bribiesca de su mujer, madrina del muy joven César Nava, al que nombró ¡abogado general de Pemex! para abrirles las puertas.
No olvidemos que Calderón, como fugaz secretario de Energía, sabe perfectamente que la orden es rematar Pemex, a eso más que a nada debe su puesto. Y lo hará si lo dejamos, sin importar cómo ni los meandros para ocultarlo. Entregará Pemex al voraz clan hipercapitalista de los petroleros internacionales que para hacerse de petróleo no pestañearon en destruir Iraq.
Dick Cheney, vicepresidente aún de W, que tanto se divierte, como lo mostró TV Azteca, muda la empresa común “Halliburton” a Dubai, con sus aliados árabes sauditas. A ver si la libra, porque el ex secretario de Guerra, que no Defensa de Papá Bush está siendo acosado por los mismos generales de su país. En Australia estuvo a punto de tener éxito un intento de arresto en su contra, y en Afganistán, probablemente fue herido como se dijo el mismo día aunque al siguiente le inventaron otra cosa.
Ifigenia Martínez, la gran economista autora del prólogo del libro que todo mexicano debe leer, define así la situación: “El autor sostiene que en este periodo, el sector energético ha estado sujeto a una campaña de desprestigio y falsas alarmas con el objeto de convencer a la opinión pública sobre las supuestas ventajas de permitir la inversión privada representada por las poderosas corporaciones extranjeras que dominan el mercado mundial. Como el rechazo a la privatización es casi consustancial al sentimiento nacionalista de los ciudadanos, se ha difundido una serie de mentiras y verdades a medias –que el autor denomina mitos– para desprestigiar el desempeño de Pemex y buscar retorcidos procedimientos de financiemiento para permitir la incursión del capital extranjero”.
Información plena, detallada y veraz la de Pemex, Mitos, Realidades, Testimonios y propuestas, editado por la UACM, Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Por favor, léalo y ayude a salvar a México… aunque haya votado por Calderón. ocampotorrea@terra.com.mx y www.manudornbierer.com.
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