El vicecoordinador del PAN se deslinda del dirigente de Provida; "no milita en el partido"
Jorge Serrano tuvo una recepción que no esperaba en la ALDF Foto: María Meléndrez Parada
El líder de Provida, Jorge Serrano Limón, entró a la Asamblea Legislativa con una valla de tangas Foto: María Meléndrez Parada
RAUL LLANOS SAMANIEGO , GABRIELA ROMERO SANCHEZ
Las tangas marcaron ayer la suerte del dirigente de Provida, Jorge Serrano Limón.
En compañía de cinco personas -tres de ellas vestidas de blanco- se apersonó en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) con la intención de que lo recibiera una comisión de diputados para exponerle su rechazo a las reformas legales en materia de aborto, pero no sólo recibió fuertes abucheos y una "lluvia" de tangas, sino que también los legisladores del PAN se deslindaron de él y de su organización.
Cerca de mediodía, el reducido grupo arribó en una camioneta azul, de la cual bajaron, incluso, un aparato para realizar ultrasonidos, que colocaron en las escalinatas del recinto de Donceles y Allende. Ahí mismo, mostraron grandes fotos de diferentes etapas del feto humano y alzaron cartulinas con leyendas de rechazo al aborto mientras lanzaban consignas contra los diputados.
Pero poco les duró el gusto. Unos minutos después hicieron su aparición un grupo de colaboradores del diputado perredista Agustín Guerrero, quienes alertados de la presencia de la gente de Provida acudieron a la Plaza Tacuba a surtirse de tangas, unas con florecitas, otras a rayas, unas más de vistosos colores, las cuales pegaron con cinta adhesiva a cartulinas y las acompañaron con frases como "bienvenido Serrano Limón" y "basta de doble moral", luego las contrapusieron a las de los antiabortistas mientras le gritaban a Serrano y compañía: "ratero...ratero...cómplices de pederastas"
Esta situación obligó a que Serrano Limón buscara refugio en el vestíbulo de la Asamblea Legislativa. Para ello dijo a los elementos de resguardo que ya lo esperaba un grupo de diputados, sin embargo, nunca advirtió que adentro una docena de mujeres también quería darle su bienvenida.
Temeroso de alguna agresión, el líder de Provida se replegó a las puertas principales del recinto, mientras el "comité de recepción" comenzó a girar en el aire las tangas al tiempo que gritaban "ratero...ratero...fuera...fuera...cómplice de sacerdotes violadores".
La gente de resguardo lo rodeó y condujo hasta las oficinas del PAN, lo que fue suficiente para que el repudio se tradujera en "lluvia" de tangas para Serrano Limón, una de las cuales quedó momentáneamente colgada de su oreja, otras más chocaron contra su espalda y cayeron al suelo; algunas manos intentaron infructuosamente meterle alguna de estas provocativas prendas en la parte trasera de su pantalón.
Solo y su alma se metió a la sede panista en espera de que lo pudiera recibir algún legislador. Los asambleístas de Acción Nacional fueron informados de este hecho, por lo que arribó de inmediato a ese lugar el vicecoordinador de la bancada, Jorge Triana, quien a pregunta expresa de si lo recibiría dijo: "espérenme, espérenme... ¿por qué lo trajeron acá? ...El no milita en el PAN ni su organización es del PAN... Nos deslindamos de ellos".
Triana se metió a la oficina y un rato después salió y comentó que buscaría que "un grupo plural" de diputados lo recibiera, e insistía en que se deslindaban de él y su grupo. Lejos de alguna entrevista, Serrano Limón fue sacado del lugar y conducido por los elementos de resguardo hacia el exterior de la ALDF, donde otro grupo de personas le increpó: "ladrón...ratero...se roba el dinero para sus tangas..."
Entre abucheos, el líder de Provida expresó a los medios de comunicación que había entregado al diputado del PAN, Miguel Errasti, el video de un ultrasonido en el que se demostraba que a las ocho semanas de embarazo el feto ya mide tres centímetros y registra impulsos cardiacos, por lo que "era un crimen" aprobar las reformas en materia de aborto.
La entrevista concluyó, pero no así las muestras de rechazo, que nunca llegaron a la agresión. Serrano Limón no vio otra salida más que pedir apoyo a los tripulantes de una patrulla con el argumento de que la gente estaba muy agresiva. Una mujer policía descendió de la patrulla que estaba apostada afuera de la ALDF y le preguntó: "¿dígame quiénes lo están agrediendo? Yo lo ayudo", pero Serrano Limón ya no contestó y solitario y sin más protestas se fue caminando sobre la calle de Donceles.
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