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martes, abril 03, 2007

EL CIERZO. LAS BOLSAS DEL SUPER

Las bolsas del súper
Carlos Enrique Orozco
Supongo que usted, imaginario lector de esta columna, al igual que yo, tiene un montón de bolsas de plástico de las que nos dan (es un decir, porque en realidad nos las cobran) en los supermercados, farmacias y tiendas de ropa y para llevarnos los productos a casa.

Además que estorban y en poco tiempo no sabemos qué hacer con ellas, estas bolsas están hechas de polietileno, un plástico no biodegradable y, como son baratas, prácticamente todos los comercios las usan. Si viviéramos en San Francisco, California, no tendríamos este problema, porque las autoridades de esta ciudad acaban de prohibir, por contaminantes, las bolsas de plástico de todos los comercios con ventas superiores de dos millones de dólares anuales.

Ross Mirkarami, el autor de la iniciativa aprobada por el cabildo de San Francisco, calcula que en esa ciudad se usan aproximadamente 200 millones de bolsas de plástico cada año, las cuales fueron hechas con 450 mil galones de petróleo y generan 1,400 toneladas de basura.

La iniciativa, aprobada el pasado martes, va a entrar en vigor dentro de seis meses. Después de este plazo, los comercios tendrán que usar bolsas de papel, de plástico biodegradable o tendrán que pedir a los clientes que lleven sus bolsas. La medida fue aceptada por todos los sectores sociales de San Francisco, con excepción de los dueños de comercios al menudeo, quienes argumentan que van a tener que usar bolsas más caras y que este incremento en los costos va ir a costa del pequeño consumidor, por lo que calificaron la ordenanza de la ciudad como un “impuesto regresivo”.

Se espera que otras ciudades de Estados Unidos sigan a San Francisco y la prohibición de las bolsas de plástico no biodegradable se extienda con rapidez por todo el país. Hay que considerar que en la Unión Americana, desde hace más de diez años, los supermercados adoptaron la práctica de preguntarle al cliente si quiere bolsas de papel o de plástico, por lo que llevan cierto camino andado. ¿Por qué no hacemos algo similar en Guadalajara y en México? ¿Cuánto petróleo nos ahorraríamos? ¿Cuántas toneladas de basura contaminante dejaríamos producir? Sigamos el ejemplo, ahora, de San Francisco para dejar de contaminar con bolsas de plástico. El medio ambiente lo va agradecer.

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