Predio en el que se encontraba la finca de Guadalupe Lara Foto: HECTOR JESUS HERNANDEZMás imágenes del lugar en este enlace y aquí, cortesía de la Revista Extensión
JORGE COVARRUBIAS
La última casa que quedaba en el poblado de Arcediano perteneciente a Guadalupe Lara Lara fue derribada ayer en la madrugada por órdenes del Juzgado Sexto de lo Civil para entregar la posesión del terreno a la Dirección de Patrimonio Inmobiliario del Estado.
Alrededor de las 5:30 horas la empresa Movimiento de Tierras llegó al lugar, donde al parecer se encontraba un velador, quien no opuso mayor resistencia al derribo de la finca. Para las 8:30 horas, el predio estaba totalmente limpio; los trabajadores de la construcción se llevaron hasta la última piedra, dejando solamente algunos enseres domésticos revueltos en la tierra, entre ellos una plancha, un escobón, prendas de vestir, y un letrero clavado en el suelo con la siguiente leyenda: “Propiedad del Gobierno del Estado”.
Aunque existe un amparo vigente para salvaguardar la integridad física de Guadalupe Lara, y que tanto ella como su madre Margarita Lara –propietaria del rancho Las Higueras de 10 hectáreas– no aceptaron indemnizaciones y lucharon por impedir los decretos de expropiación del gobierno estatal para utilizar sus terrenos en la construcción de la presa Arcediano, el coordinador jurídico de la Comisión Estatal de Agua (CEA), Juan Mejía Jiménez aseveró que dicho organismo no incurrió en desacato porque fue el gobierno del estado, a través de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quien llevó a cabo la demolición, para después entregar el predio a la Dirección de Patrimonio.
“La Procuraduría General de Justicia como abogado del gobierno del estado, en ejecución de un procedimiento de expropiación que se llevó a cabo en la Secretaría de Gobierno, se dio a la tarea de hacer la consignación positiva en el Juzgado Sexto de lo Civil, una cantidad a favor de los propietarios o poseedores de este inmueble, y como consecuencia, el juzgado otorgó a la Procuraduría General de Justicia la posibilidad de ser entregada la posesión física y jurídica de este inmueble; como consecuencia, se ejecutó la determinación del Juzgado Sexto de lo Civil, y derivado de ello se derribó la casa, y se entregó la posesión no a CEA, nosotros no intervenimos, se entregó la posesión a Patrimonio Inmobiliario, que depende directamente de la Secretaría de Gobierno”, así las cosas nosotros nos enteramos después, dijo.
El funcionario reconoció que el amparo de Guadalupe Lara sigue vigente, pero como nunca se inconformó con el procedimiento de expropiación ante la instancia promotora –en este caso la Procuraduría de Justicia– no hubo impedimento legal que se opusiera al derribo de la finca.
“Hay otras dependencias de gobierno, por las cuales no se amparó como autoridad responsable. Nosotros como autoridad responsable no podíamos hacer nada y no lo hicimos”, reiteró.
Por otra parte, en la Secretaría de Finanzas se depositaron 148 mil pesos por concepto de indemnización, a fin de que Guadalupe Lara pase a recogerlos. En virtud de que ya no hay casa, la CEA considera que no tiene objeto que continúe el amparo, por lo que pedirá al juzgado en cuestión lo deje sin efecto.
La vivienda de Lara Lara era para la CEA un obstáculo en la construcción de la presa Arcediano. En adelante vendrán una serie de estudios complementarios a fin de determinar la viabilidad de la obra, y según el funcionario todo indica que sí es procedente.
Mejía Jiménez adelantó que el mismo procedimiento que aplicaron para derribar la finca de Lara podrían utilizarlo con la madre de ella, Margarita Lara, poseedora del rancho Las Higueras.
A unos metros del lugar, empleados de la construcción demuelen a cincel y martillazos las columnas que sostenían el puente de Arcediano, mientras hacen custodia elementos de la policía estatal y guardabosques del Ayuntamiento de Guadalajara.
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