Estudiantes de la Normal de Atequiza durante la marcha que realizaron ayer con la exigencia de plazas automáticas para sus egresados Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO
En demanda de acceso directo a plazas de maestros, estudiantes de la Normal de Atequiza marcharon ayer por las principales arterias del centro de Guadalajara y bloquearon por espacio de tres horas las avenidas Alcalde, Juárez e Hidalgo.
El representante de los universitarios, Jesús Pedroza, explicó que trataron de dialogar con la directora de Normales de la Secretaría de Educación, Alejandra Javier Jacuinde, para negociar su ingreso automático a 138 plazas; sin embargo, no se les atendió como esperaban e incluso se les amenazó con romper la negociación si continuaban las manifestaciones.
“Este año, de la Normal de Atequiza egresan 138 alumnos, y se quiere que en su mayoría sean trabajadores para regresarle un poco al pueblo de lo que ha invertido en nosotros”, argumentó.
Tal como se había previsto, fracasó el diálogo con los funcionarios de la dependencia y los universitarios emprendieron una movilización que provocó el congestionamiento vehicular en Alcalde, Hidalgo, calzada Independencia y Circunvalación, en cuyas avenidas desfilaron más de 500 estudiantes acompañados de sus progenitores.
Banderas en blanco y rojo, pancartas y severas protestas en contra de las autoridades que martillaron contra las paredes de los edificios. “¡Y la gente se pregunta, nuestros impuestos dónde están!”, ¡están en las patrullas que nos vienen a golpear!”, repetían a coro los estudiantes.
Por la mañana ofrecieron una rueda de prensa en las instalaciones del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal). Ahí, Jesús Pedroza leyó un extenso comunicado con la serie de peticiones que hicieron a las autoridades al comienzo del año, y se denunció la clase de hostigamientos que han sufrido por parte de la policía municipal de Guadalajara a fin de impedir que ocuparan el kiosco de la Plaza de Armas; desde la utilización de agua para humedecer bancas y jardineras, hasta agresiones verbales.
Se le recordó al gobernador Emilio González Márquez que durante su campaña proselitista “empeñaría su vida por que todo ciudadano jalisciense contara con un trabajo digno y bien remunerado”, parafrasearon al mandatario.
Jesús Ibarra aseguró que no están pidiendo nada imposible, pues con la nueva Ley del ISSSTE, este año se jubilará una gran cantidad de maestros, y con la creación de 33 nuevos centros de trabajo se requerirán por lo menos seis docentes para cada uno de ellos.
La manifestación de los estudiantes comenzó después de las 13 horas en el parque Agua Azul, siguió por avenida 16 de Septiembre y después bajó por Hidalgo para tomar calzada Independencia.
Continuó su rumbo hasta tres cuadras antes de llegar al estadio Jalisco, e improvisando la ruta, los estudiantes siguieron por la calle Silvestre Revueltas, seguida de Juan José Baz y después avenida de Los Maestros, para llegar a la glorieta de la Normal y reintegrarse a la avenida Alcalde.
Por más de una hora, los jóvenes bloquearon esta arteria, pero al ver que sus demandas no se atendían cerraron Hidalgo y Juárez. Más tarde llegaron funcionarios de la Secretaría General de Gobierno, entre ellos el director de Estadística y Política Criminal de la Secretaría de Seguridad Pública, Felipe de Jesús Gallo, y Julio Villalpando Guerrero, titular de la Dirección de Desarrollo Político. Mientras éste trataba de persuadir a los universitarios para que despejaran la vía pública, el primero amenazó con traer a los elementos antimotines, ufanándose ante los medios de comunicación de cumplir sus advertencias, como cuando era jefe operativo de la policía tapatía.
“¡Te repito, así no vas a lograrlo!”, “así no estás logrando nada, y lo único que estás provocando es que más ciudadanos del estado de Jalisco puedan repudiar su movimiento, ¡eso sí lo estás logrando!”, asestó el funcionario.
Guerrero Villalpando, por su parte, se entrevistó con varios estudiantes tratando de persuadirlos, con argumentos que le valieron una rechifla generalizada.
“¡No queremos que entren maestros con promedio de seis, eso sería en detrimento de la educación!”, repetía sin cesar.
Alrededor de las 20 horas se integró una comisión con funcionarios e inconformes que entraron a Palacio de Gobierno para establecer una mesa de diálogo; en el interior del recinto guarecía una treintena de policías antimotines, a quienes se vio impacientes por entrar en acción y poner en funcionamiento los escudos y toletes que hacían sonar como tambores.
Entrada la noche, los estudiantes se apostaron en la Plaza de Armas y continuaron las protestas de frente al Palacio de Gobierno.
Uno de los profesores que acompañó a los inconformes precisó que el gobierno ha tratado de distorsionar la demanda de los estudiantes, calificándolos de porros y conflictivos ante la sociedad, cuando sus peticiones son totalmente legítimas. Dijo que el problema de fondo lo iniciaron los gobiernos panistas tras intentar en varias ocasiones el cierre de la Escuela Normal de Atequiza.
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