El director visitó Ecuador para la exhibición de su documental Al sur de la frontera
Fue como un golpe esa noticia que recibió en los camerinos del Teatro de la Escuela Politécnica Nacional, en Quito. El triunfo aplastante de Juan Manuel Santos en la primera vuelta de las elecciones para presidente en Colombia, causó un gesto de desagrado en Oliver Stone. “Esperaba que ganara Antanas Mockus”, dijo sin reparos. Tampoco negó que se identificara con varios movimientos sociales de izquierda.
Por este tipo de declaraciones, Stone es una piedra en los zapatos de Hollywood y de políticos de derecha radical. A pesar de que ha ganado tres premios Óscar (dos como director y uno como guionista) y cinco Globos de Oro, ha sido duramente criticado por películas como JFK, Nacido el 4 de julio, W, Salvador, que desnudan verdades escondidas sobre la política interna y externa de Estados Unidos.
Sus documentales han causado aún más polémica. Entre ellos están Comandante, Looking for Fidel y su última producción South of the border (Al sur de la Frontera), que fue presentada el pasado domingo, en el país. El filme aborda los gobiernos de la nueva izquierda sudamericana. Aparecen en entrevistas los presidentes de Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador y Paraguay.
Stone lucía cansado antes de la función. Le costaba hablar y caminar. En La Paz, Bolivia, cuando visitó al presidente Evo Morales, necesitó oxígeno para soportar la altura y, en Quito, sintió muchos estragos. La luz y el ‘flash’ de las cámaras le molestaban. Sentía una especie de calor interno y pidió subir el aire acondicionado en el hotel donde se hospedó. A pesar de todo habló frente a unas 500 personas, que fueron al teatro de la Escuela Politécnica, entre ellas, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien estaba cuatro filas más adelante que Stone.
¿Qué lo estimuló para filmar Al sur de la frontera?
Uno pensaría, por el terno y por su aspecto, que su presidente (Correa) es un funcionario del FMI (Fondo Monetario Internacional), pero no es así. Cuando EE.UU. reclamó por qué sacaron a una de sus bases militares, que se encontraba en Manta, Correa respondió “se pueden quedar, siempre y cuando también haya una base ecuatoriana en Miami…”. Estos aspectos interesantes de su gobernante y otros de esta parte del continente me estimularon a realizar esta película.
¿Cuando rodó Comandante y Al Sur de la Frontera se sintió cercano a Fidel Castro y a Hugo Chávez, debido a que usted también fue militar, como ellos?
Sí. El ser soldado de los Estados Unidos en la guerra de Vietnam me ayudó a saber de barbaries que se cometen en el mundo, especialmente por parte de mi país. Y por eso puedo comprender a militares con una visión distinta… Ellos vieron y vivieron cosas que yo también he visto y que no queremos que se repitan. Hay una parte de mi documental que responde a tu pregunta: Hugo Chávez me cuenta sobre los conflictos, las revueltas de su país, la lucha armada, los muertos de los que se siente culpable… Yo le respondo: “te entiendo como militar”.
¿Qué piensa de Antanas Mockus, (finalista en las elecciones de Colombia)?
Es un candidato interesante, con buenas ideas. Me hubiera encantado que el pueblo colombiano hubiera votado mayoritariamente por él. Lamentablemente votaron por Santos y hoy tiene un gran porcentaje de ventaja. Yo pienso que Colombia es un pueblo que está equivocado, son muy cercanos al paramilitarismo.
¿En qué sentido habla del paramilitarismo?
Fui soldado y puedo decirte, según mis vivencias, que una de las experiencias más diabólicas del mundo es matar, asustar y amedrentar a civiles. Creo que no hay nada peor que la presencia de los paramilitares en Colombia. Ellos responden a la privatización del Ejército. En Colombia los paramilitares son parte del Ejército. Pregúntate a ti mismo: ¿cuántos niños han matado en Colombia?, y así te darás cuenta del desastre que han cometido.
¿Hay paramilitares que ha formado su país?
Por supuesto. En toda Latinoamérica hay torturados, desaparecidos, ejecutados. Es absolutamente desagradable que eso haya sucedido en toda América Central y América del Sur. Y si tú te preguntas ¿quién tuvo que ver con eso? créeme que te responderás, Estados Unidos. Muchos de los responsables fueron entrenados por los Estados Unidos. Muchos de ellos fueron parte de la Escuela de las Américas. Siempre que tengamos a los paramilitares de Estados Unidos alrededor del mundo existirán condiciones de corrupción, una especie de prostitución de una sociedad, generaciones sumidas en la violencia. Han asesinado a tanta gente buena en Colombia. Yo rezo por un cambio en Colombia. Yo rezo por un presidente que no tenga que ver con tantos asesinatos, por alguien nuevo y distinto.
El telegrafo.com.ec
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