::::
lunes, septiembre 28, 2009
Felipe Calderón lleva al país al colapso económico y social, advierte Di Costanzo
La propuesta económica que le preparó Carstens es recesiva e inflacionaria
El diputado federal señala que el michoacano está maniatado por los grandes empresarios
JORGE GÓMEZ NAREDO
Vivimos en tiempos de canallas. Y en tiempos de pocas bondades. Mirar alrededor es observar un escenario triste y de pánico, es toparse con un futuro de inestabilidad y quiebra: de inseguridad. Pasamos los momentos de crisis políticas y ahora estamos en los de crisis económicas, ésas que hacen llorar y quitan el pan de la mesa a millones de mexicanos. Se anuncia (hay miles de espots oficiales de televisión que lo han repetido hasta el hartazgo) que el “bache” por el cual ahora pasamos no vino de adentro, sino que llegó de fuera. Hasta se menciona que nos ha ido bien, que no vamos tan mal, que hay otros países peores: que pronto seremos felices.
Nadie puede negar que lo que antes comprábamos con cien pesos, hoy lo adquirimos con 150, o con más. Empresarios, académicos, periodistas, gente de a pie y gente en auto, en la calle y en el café, en la cantina y en la ranchería, en el pueblo y en el edificio de diez pisos con elevador, en el tugurio y en la vecindad: todos miran la crisis económica. O más bien todos la sienten, unos, por supuesto, más que otros. ¿Es acaso una crisis que viene de fuera?, ¿estamos realmente mejor que otros países?, ¿las autoridades en la materia han actuado eficazmente ante las circunstancias?, ¿hay salidas?, y si las hay, ¿de dónde vendrán?
Mario Di Costanzo Armenta es economista egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México. Cuando habla, uno tiene la certeza de que lo dicho por él está bien dicho y críticamente argumentado: domina los temas económicos y, algo importantísimo, los sabe traducir, los sabe exponer, los sabe hacer entendibles para los neófitos en esas cuestiones. Actualmente es diputado federal por el Partido del Trabajo (PT) y una de las personas más críticas a la forma en cómo, los gobiernos panistas (y neoliberales), han manejado la economía. Su intervención hace algunos días en la comparecencia de Agustín Carstens en la Cámara de Diputados fue memorable, de ésas que no se olvidan, de ésas que a cualquiera marcan. Vino a Guadalajara a manifestarse, a marchar, a acompañar a la gente de acá en la lucha para que no se aprueben las medidas fiscales enviadas por Calderón al Poder Legislativo.
Después de haberse reunido con simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador y otras organizaciones sociales, Mario Di Costanzo habló con La Jornada Jalisco sobre el paquete económico presentado por el gobierno federal. También explicó la propuesta alterna de López Obrador: ese plan B que el gobierno federal declara inexistente.
El colapso económico de hoy se advertía desde hace dos años
–¿Cuáles son los saldos de la política económica de Felipe Calderón?
–Yo iría más allá. ¿Cuáles son los saldos de este neoliberalismo pervertido? Felipe Calderón ha continuado solamente el modelo. La implantación del neoliberalismo en México va más allá de Vicente Fox: los propios gobiernos priístas tienen responsabilidad en ello. Ahora bien, los saldos de estos dos años y medio de administración de Felipe Calderón son: 3 millones de desempleados, más de 12 millones de personas en el subempleo, el incremento de 6 millones de pobres, la polarización y desaparición del mercado interno, y una cosa muy importante: la creación de 26 multimillonarios de los más ricos del mundo. Es decir, por cada multimillonario que se ha creado, se han generado 260 mil pobres. Estos son los principales saldos. Además de la pérdida del poder adquisitivo de la gente cercano al 45 por ciento. Es decir, el país devastado económicamente. Nosotros, hace dos años advertimos que la economía mexicana iba a un colapso económico, ya estamos en ese colapso. Y el siguiente paso es la inestabilidad social.
–El paquete presentado por Felipe Calderón y Agustín Carstens, ¿qué provocará en el corto plazo?
–Es un paquete recesivo: al aumentar los impuestos tanto a las pequeñas y medianas empresas como a la gente, provocará que la población tenga menos dinero para gastar, para consumir, y entonces se va a impedir que haya una mayor actividad económica. Por eso es recesivo. Es inflacionario porque va a producir el incremento en los precios de los productos. El alza que están proponiendo para la gasolina y los energéticos es casi del 17 por ciento. Esto va a provocar, rápidamente, inflación. Ya hoy el propio Banco de México estima que la inflación el próximo año va a ser, según las estimaciones de ellos (que siempre subestiman las cifras reales), del 5 por ciento, cuando Agustín Carstens ha dicho que va a ser del 3 por ciento. Es, sin duda, inflacionario el paquete. Es demagógico, porque no hay ninguna reducción en los gastos superfluos del gobierno: hay incrementos en el pago de servicios personales, en la nómina de gobierno y en los gastos de operación. Y hay también una caída en la inversión pública, que es lo más grave, porque en una época recesiva, en una crisis, es el gobierno el que tiene que gastar en inversión para incrementar la infraestructura y para darle actividad a la economía.
Sí hay alternativa
–¿Cómo se puede impedir la aprobación del paquete económico de Felipe Calderón si en el Congreso, el PRI y el PAN, parece que ya han pactado todo?
–Yo creo que nuestra principal fuerza es la razón adentro de la Cámara de Diputados, las propuestas, pero nuestra fuerza está también afuera, con la gente. Por eso estamos llevando a cabo diversas acciones para que la población se informe y se manifieste, para que exista una presión de la sociedad, para que haya una presión civil pacífica, para que no actúen con este maridaje el PRI y el PAN. Que esté muy consciente el PRI que el más leve impuesto que se apruebe en este paquete económico va a ser culpa de ellos, porque al ser mayoría en la Cámara de Diputados tienen que dar su voto para aprobar la serie de impuestos en cascada que están proponiendo. Igualmente, si no hay reducción de gastos de los altos funcionarios públicos va a ser culpa del PRI, porque eso significaría que no apoyaron las propuestas que hemos venido haciendo.
“Es decir, lo que queremos mostrarle a la gente y mostrar adentro de la Cámara de Diputados es que sí hay un plan B, nada más que implica tocar las canonjías de los privilegiados, de las grandes empresas y de los altos funcionarios públicos. Por eso es que no se atreven a plantearlo, por eso Agustín Carstens es tan cobarde y dice que no tienen un plan B: lo mismo hacen los panistas. Entonces, lo que queremos transmitir a la gente es que nosotros sí tenemos un plan B”.
–¿Y los que no pagan y deben de pagar?
–Parecería que la respuesta a esta pregunta es lógica. Pero hay que hacerla.
–¿Por qué no se tocan los intereses de las grandes empresas?
–Aquí yo diría que lo lamentable es que el problema económico de este país tiene una solución política. Yo puedo asegurar que cualquier estudiante de economía, del cuarto o quinto semestre, sabe muy bien lo que se tiene que hacer para salir de la crisis: acabar con los monopolios, acabar con los costosos servicios bancarios que tenemos, fomentar el mercado interno, reducir el gasto público superfluo, corregir las iniquidades fiscales. Pero esto no se hace porque el Estado mexicano está secuestrado por un grupo de empresas. Felipe Calderón no tiene ni la cara ni el valor ni la legitimidad para pedirle a Lorenzo Zambrano o para pedirles a los dueños de Televisa que paguen impuestos. Porque ellos legitimaron el fraude del 2 de julio, porque ellos financiaron su campaña política, porque ellos permitieron que se robara la Presidencia; entonces, Calderón no los puede hacer pagar impuestos. Así pues, la solución, desgraciadamente, es que la Cámara de Diputados, que es la representante de la gente, del pueblo, impida la aprobación de estas leyes, o que este gobierno se vaya, que este gobierno renuncie. No creo que Felipe Calderón, por sí solo, vaya a renunciar: la Cámara de Diputados tiene que actuar.
–¿Cómo le hacen las grandes empresas para no pagar impuestos?
–Voy a explicar cómo le hacen con un régimen especial; tomaré el de consolidación fiscal. Éste le permite a un grupo juntar las contabilidades de las empresas que tiene. Por ejemplo, un grupo posee dos empresas, la empresa A y la empresa B. La primera ganó a fines de año mil pesos, y la segunda perdió mil pesos. La consolidación permite que este grupo junte las contabilidades y diga: “mil pesos que gané de la empresa A y mil pesos que perdí de la empresa B es cero; y el 28 por ciento [la tasa del impuesto sobre la renta] de cero es cero”. Otro sistema: la depreciación acelerada de activos, ¿cómo funciona? Una empresa se da cuenta de que a lo mejor al final del año va a obtener mil millones de pesos de utilidad, y dice: ¿qué hago?, ¿pago impuestos o cambio los carros de mis ejecutivos o yo accionista me compro una casa? Se meten las ganancias a gastos y se deprecian aceleradamente, es decir, todos los gastos se ingresan en un solo año, y entonces la utilidad de mil millones se hace cero, y ya no se pagaron impuestos. Sin duda, otra manera de eludir impuestos. Estas prácticas han sido muy utilizadas por los grandes empresarios.
“Hay otras formas de evadir impuestos: una empresa de un grupo compra otra empresa con pérdidas. Y eso le permite ya no pagar impuestos. Hay empresas con pérdidas que ya no operan y se venden. Está también lo que hace Televisa, que pone una empresa fuera del país en algún paraíso fiscal, y resulta que las telenovelas que trae de Centroamérica las paga tres o cuatro veces a un mayor precio y se autofactura. O como hizo Cemex en Suiza, que abrió una empresa Cemex que supuestamente le vende tecnología a Cemex México, y entonces paga estudios y paga tecnología a sobreprecio y es una manera de sacar el dinero. O como le hace Bimbo, que tiene una empresa para que le transporten sus productos, y resulta que la empresa que le transporta los productos le factura tres o cuatro veces más caro que otra empresa, y entonces por ahí obtiene las ganancias.
“Todas esas prácticas son las que pretendemos eliminar con la iniciativa que en breve presentaremos al Congreso”.
–Felipe Calderón ha mencionado que existe, en el presupuesto, un “boquete” fiscal de 370 mil millones de pesos. ¿Cómo le haría el grupo parlamentario del PT para solucionar ese supuesto boquete?
–Derogando los regímenes fiscales que he mencionado se podría obtener una recaudación fiscal de 300 mil millones de pesos. Ello sería una parte de la estrategia. La otra es la reducción de gastos superfluos, es decir, la reducción de los salarios de los funcionarios. Hemos ya elaborado cálculos: tan sólo la nómina de los altos funcionarios de las secretarías de Estado a nivel federal es de 84 mil millones de pesos. Si reducimos a la mitad los salarios del Poder Judicial, de los diputados, de los altos funcionarios de Petróleos Mexicanos, de los altos funcionarios de Comisión Federal de Electricidad, del Tribunal Federal Electoral, del Instituto Federal Electoral, se podrían obtener ahorros por 95 mil millones de pesos, más los ahorros que se obtendrían del gasto de operación, de alimentación, de servicios de asesoría y de servicios oficiales que hemos identificado ya hasta con el número de las partidas, todo esto nos daría un ahorro de 200 mil millones de pesos, más el incremento en los ingresos (vía impuestos que pagarían los que hoy se benefician de los regímenes especiales), se obtendría más de lo necesario para tapar el hoyo fiscal. Y se haría sin subir tasas de impuestos, sin subir precios de los servicios o productos que vende el estado. Tendríamos, pues, una bolsa de 500 mil millones de pesos que por mucho cubriría el hueco fiscal que ha estimado Agustín Carstens.
–¿Qué ventajas tiene la propuesta económica de Andrés Manuel López Obrador?
–La primera ventaja importante es que le da ingresos al Estado sin la necesidad de acrecentar impuestos ni incrementar los precios del sector público, es decir, no aumenta el costo de la vida a la gente. Y la segunda ventaja, también muy importante, es que le da equidad al sistema tributario: hace que pague quien debe de pagar, y quien proporcionalmente gana menos, pague menos. En pocas palabras, optimiza los gastos del gobierno, reduce los gatos superfluos y brinda los recursos que se necesitan para tapar el hoyo fiscal.
–¿Hay esperanza de que las propuestas presentadas por López Obrador y el grupo parlamentario del PT se tomen en cuenta, que se aprueben a sabiendas de la maquinaria del PRIAN en el Congreso?
–Yo creo que hay la esperanza si los legisladores del PRI y del PAN actúan como los defensores del pueblo, como representantes del pueblo. Yo pienso que se va a requerir un poco de presión social para que el PRI lo entienda. Ésa es nuestra apuesta. No vamos a cesar de plantearlo, señalarlo y establecerlo. Aunque, debemos reconocerlo, nos preocupa el maridaje que hay entre el PRI y el PAN. Algo importante que no debemos perder de vista es que se vaya a utilizar el aumento del 2 por ciento como moneda de cambio, es decir, una propuesta donde se elimine dicho incremento y todo lo demás se apruebe. La sociedad no se debe dejar engañar por eso.
–Si se aprueba el paquete fiscal de Felipe Calderón, ¿habría riesgo de un estallido social?
–Pienso que va a haber efectos en la estabilidad social del país: la gente no puede seguir viviendo esta situación. Sería concentrar cada vez más la riqueza en las manos de unos cuantos; y eso tiene un límite.
::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Lic. Andrés Manuel López Obrador en 2009::
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario