La izquierda chucha
Jorge Gómez Naredo
José Guadalupe Acosta Naranjo, presidente del PRD (presidente interino, espurio o como se le quiera nombrar), llamó hoy a una "cumbre" de izquierdas en México. La intención, argumentó, es que se discuta un programa, una propuesta y una estrategia electorales para el 2009 y el 2012: "quiero convocar a las distintas fuerzas y tendencias políticas de la izquierda mexicana que están comprometidas con la vía electoral, para que podamos privilegiar los acuerdos por encima de las diferencias que naturalmente tenemos". En su convocatoria todos caben: Andrés Manuel López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas, Dante Delgado, Alberto Anaya, Jesús Ortega, las organizaciones obreras (las dominadas por líderes charros y las que luchan por democratizar los sindicatos), el Partido Social Demócrata (los miembros de este organismo político dicen que son sociales, dicen que son demócratas, y hasta dicen que son de izquierda, pero lo que han hecho hasta ahora se asemeja más lo que hace y piensa un partido de derecha), etcétera. Todos caben en la convocatoria de Acosta Naranjo. Quizá hasta el PAN. Habrá que preguntarle.
El caso es que en esta convocatoria (además de ser oportunista, pues en pocos días se dará a conocer el fallo del Tribunal Electoral sobre las elecciones internas en el PRD) se muestra el horizonte intelectual y programático de la corriente perredista llamada Izquierda Unida y conocida como los Chuchos: ellos nada más piensan en elecciones y en la conquista de más y más y más puestos. Para los chuchos la izquierda se reduce a ser una "opción electoral". No hay más. Las palabras de Acosta Naranjo lo dicen todo: ellos son una izquierda "comprometida con la vía electoral". ¿Y las demás izquierdas?, ¿y las que piensan que el mejoramiento de la población, la justicia y la igualdad van más allá de una elección?, ¿dónde ponen a organizaciones que no están pensando en ganar una diputación o una senaduría?
No cabe duda, la izquierda de los chuchos ha hecho, hace y hará todo para estar ahí, en el poder. No se dan cuenta que el verdadero poder está abajo, en la gente, en las bases, en el bienestar de todos. Pero ellos no entienden: quieren puestos administrativos. Lo demás, les importa un comino. Así de simple.
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