Ma. Candelaria Ochoa Avalos
Hoy como nunca, el tema del aborto llegó a tocar las puertas de las vidas de las mujeres y los hombres del país, los estados y las ciudades y Guadalajara y Jalisco no son la excepción. Treinta años para que las feministas posicionaran el tema, y salió por el lugar en donde menos pensábamos: los grupos de derecha han fomentado que este tema salga a la luz pública y qué bueno, eso queríamos desde hacía tiempo, por eso es importante que cada una y cada uno abra la puerta o la cierre ante los hechos contundentes que suceden y que es la práctica de aborto: público (pero entre paredes calladas) y clandestino.
El aborto es un secreto a voces, es decir se da en hospitales privados de nuestra ciudad, en cuartos de hotel y en casas de amigas, quienes recurren al mismo se encuentran en mejores condiciones sociales, económicas, educativas y hasta políticas que quienes recurren al aborto clandestino, que en general se llega al mismo a través de tés, brebajes, intoxicaciones con pastillas y hasta laxantes, pero los casos todavía más graves, son de aquellas mujeres que se introducen por vía vaginal todo tipo de objetos que les provoquen un aborto.
Las consecuencias para unas y otras son distintas. Mientras que quienes abortan en situaciones más confortables pueden no tener ninguna culpa por hacerlo, porque después del mismo, van y se confiesan y son absueltas. Aquellas que clandestinamente se practicaron un aborto, transitan por el camino de la culpa y de secuelas severas en su aparato reproductivo.
El problema del aborto es multivariado: inequidad, vulnerabilidad, exclusión, discriminación, pobreza y educación. He conocido mujeres de todo tipo: católicas y no católicas, educadas y no educadas, pobres y de clase media y alta, profesoras, periodistas, médicas, con doctorado y con apenas unos años de primaria, educadas en familia y huérfanas y todas sin distinción, han vivido prácticas de abortos de manera cercana, algunas con amigas, primas, sobrinas, hermanas y ellas mismas.
No podemos tapar el sol con un dedo sobre la práctica de abortos, estos seguirán, porque el aborto para unas es una necesidad imperiosa y el último recurso al que acuden. El Estado tiene que ser garante de condiciones de salud adecuadas. No se trata de un debate binario entre vida y muerte, se trata de una lucha por la vida de aquellas mujeres que mueren por esa situación.
Hay dos motivos para que no tengamos en Jalisco cifras oficiales: primero, porque en las actas de defunción no se especifica como causa de la muerte al aborto provocado y segundo, porque hay una conciencia de los médicos y médicas que consideran que no hay que reconocer la causa de un aborto provocado a quienes ingresan a los hospitales públicos para que no las procesen jurídicamente.
Las encuestas de la UNAM y del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam) realizadas en 2004 y 2005, destacan que uno de cada tres embarazos termina en aborto. En México se dan 3 millones de embarazos en promedio al año, de los cuales, 1 millón termina en aborto, sea este provocado o espontáneo.
El aborto no siempre fue penalizado, lo ha sido para controlar el cuerpo de las mujeres. Por eso reivindicamos el derecho a la salud y la vida de las mujeres y que seamos nosotras quienes nos expresemos libremente y a conciencia, entendiendo por ésta la posibilidad de cada una de ser ciudadanas plenas con derechos sociales, políticos, civiles, económicos y culturales.
Como ha expresado el Colegio de Bioética: la penalización del aborto afecta a todas las personas, tanto a aquellas que lo consideran un crimen como a quienes no comparten esa idea. La despenalización del aborto no obliga a NADIE a abortar, sino que permite contar con una alternativa a las mujeres que así lo decidan.
Decálogo sobre la despenalización del aborto:
1) Lo más importante para una vida digna es ser un hijo o hija deseada por madre y padre y la responsabilidad que ello conlleva
2) Defendemos las vidas de todas las mujeres
3) Reivindicamos una educación sexual sin prejuicios
4) Por el reconocimiento y acceso a todos los métodos anticonceptivos y de control natal, las mujeres no somos sólo un órgano reproductivo
5) El aborto se seguirá practicando en condiciones insalubres y de alto riesgo, mientras no se despenalice
6) El aborto NO es un método anticonceptivo
7) El aborto es el último de recurso de las mujeres, especialmente las más pobres que no pueden pagar hospitales para su práctica segura
8) Defendemos el Estado laico, porque la separación estado-iglesia fue una de las grandes conquistas civilizatorias de la modernidad.
9) La democracia se nutre de la TOLERANCIA, la DIVERSIDAD IDEOLÓGICA Y LA PLURALIDAD POLÍTICA
10) Ya no hay “verdades absolutas” y UNICAS en el estado moderno, sino la interacción pacífica y respetuosa. REIVINDICAMOS pensar distinto
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