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lunes, julio 27, 2009

Temacapulín, una reubicación simulada

César Huerta
Extensión Medios
Julio del 2009

Para el gobernador de Jalisco Emilio González Márquez las minorías no existen y no merecen ser escuchadas. Para los habitantes de Temacapulín su pueblo esta bien ubicado, no es necesario el nuevo centro de población. Para Emilio González Márquez los pobladores de Temacapulín “se están convenciendo de las bondades” de la Presa El Zapotillo. Para los habitantes de Temacapulín la lucha no ha terminado y ellos no le dirán adiós a su pueblo como el padre Alfredo R. Plascencia en el poema que le dedicó a Temaca.

Y es que la gente de Temacapulín se niega a dejar sus raíces bajo el agua. Y para el gobierno de Jalisco ese es un grave delito. Pero porqué irse del pueblo que los vio nacer, porqué marcharse a otro lugar, porqué ser los damnificados de un proyecto que ni los ve ni los oye. Un proyecto que se mantiene oculto, reservado para los propios habitantes.

Ahí están sus casas casi dice Héctor Castañeda Náñez, (director de Cuencas y Sustentabilidad de la CEA) que si no hay tierra fértil en el nuevo centro de población, pues ya será su problema, ya lo resolveremos después. “La tierra efectivamente no será de la calidad como allá abajo, pero el gobernador ha señalado a la Seder (Secretaría de Desarrollo Rural) que apoye para mejorar el suelo en 500 metros, con técnica de huertos familiares”. Sí puras promesas, para los habitantes hay alternativas, para el proyecto de la presa El Zapotillo, no.

A Castañeda Náñez tampoco le interesa la tierra “Nosotros sólo vemos lo urbano" declaró el funcionario. Para que interesarse en cosas sin sentido, sí en Guadalajara no se necesita de eso, hay demasiado asfalto. En cambio el gobierno propone hacer una pequeña ciudad con su puñado de casas tipo Infonavit.

Casi un año ha transcurrido desde que el gobernador González Márquez se comprometió a realizar una consulta pública, prometiendo que no se construiría la presa si el 50% de los habitantes no estaban de acuerdo. La consulta nunca se efectuó y Emilio González Márquez faltó a su palabra.

Entonces cómo creerle al gobierno de Jalisco, cómo abandonar su pueblo, cómo saber sí las promesas se cumplirán, cómo confiar en un gobernador que nunca ha puesto un píe en Temaca.

::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Lic. Andrés Manuel López Obrador en 2009::

lunes, marzo 02, 2009

Temaca en peligro

Foto: Cesar Huerta/Extensión Medios


Milenio

Lunes, 2 Marzo, 2009

Hay en Guadalajara una calle en honor de Alfredo R. Placencia (aunque con nomenclatura mal escrita, me advierte Francisco Arvizu). Sospecho que pocos tapatíos saben por qué se llama así la calle y en honor de quién se le puso el nombre. El padre Placencia, oriundo de Jalostotitlán, según me recuerda Juan José Doñán, fue uno de nuestros mayores poetas y párroco de Temacapulín, el pueblo que está en peligro de desaparecer del mapa porque ahí se pretende construir la presa El Zapotillo, contraviniendo, me dice Alfonso Islas, las tendencias actuales en la materia: las presas son cosas del pasado; hoy conviene más pensar en alternativas que replanteen nuestro modelo de desarrollo. Entre lo que se perdería junto con el pueblo de Temaca —como prefieren llamarlo sus pobladores— hay cosas concretas y otras que pertenecen a una especie de patrimonio intangible. La obra de Placencia estaría entre esto último: ¿tendrían el mismo sentido en el futuro los versos que escribió a propósito del pueblo? ¿Cómo leer El Cristo de Temaca cuando ya no haya ni Cristo ni Temaca?

Quien debería determinar el valor histórico y patrimonial del pueblo es el INAH y ahí las cosas no marchan del todo bien. En la delegación Jalisco del instituto me dicen que están haciendo, según convenio con la Conagua (parte interesadísima en que se construya la presa), una “prospección arqueológica” para determinar si hay vestigios importantes en la zona. Llevan 65 por ciento, de avance y no han encontrado nada. Respecto de los monumentos del lugar me informan que eso no le toca al INAH Jalisco, sino a la Coordinación de Monumentos del INAH federal. Asunto inexplicable, me advierte Cuauhtémoc de Regil, pues es una institución que hace mucho se descentralizó —solo en teoría, según vemos—. Además existen dictámenes de los técnicos locales —de Regil, uno de ellos— que señalan los valores de los monumentos del pueblo, entre los que está la Basílica de Nuestra Señora de los Remedios, con 250 años de antigüedad. El INAH federal no intervendrá por lo pronto. Hay muchas cosas en juego, como se desprende de la cobertura que Radio UdeG hizo el viernes pasado desde el pueblo en peligro. Una de ellas, nada menor, es el daño para sus habitantes, a quienes se pretende “reubicar” ignorando su historia. de muchas generaciones. Los gobiernos federal y estatal parecen decir simplemente: ¿un pueblo menos? No será la primera vez.



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viernes, enero 30, 2009

No hay quien defienda a Temaca

Foto:Cesar Huerta/Extensión Medios


Miguel Ángel Casillas Báez

Público-Milenio

Viernes, 30 Enero, 2009

No hay quien defienda a los pueblos católicos de Temacapulín, Acasico ni Palmarejo. Ni al obispo de San Juan de los Lagos, Felipe Salazar, se le ocurre que ahí, como en los tiempos de Sodoma y Gomorra, hubiera algún justo. Más bien piensa que ahí sólo dejan monedas de menos de dos en la canasta y por ende no vale la pena. ¿Para qué un templo? ¿Para que vaya una veintena de creyentes? No se le ocurre defenderlos, se oculta en silencio mientras lo vemos recibir los millones en la fiesta de La Candelaria. El dinero de creyentes, claro está, pero no se atreve a pedir respeto por la gente que vive, que ora, que suplica al cielo y a la tierra el respeto que se merecen.

No hay quien defienda al pueblo de Temaca pero sí hay yunquistas de la vieja guardia que van a misa y promueven clases de Biblia en Casa Jalisco. Sólo el cardenal Juan Sandoval ha salido a la defensa de Temaca y pidió lo mismo que la Comisión Estatal de Derechos Humanos: que se presenten alternativas. Pero para el gobierno de Emilio González Márquez —con todo y su madre como progenitora de un hijo que la mienta mucho— lo más importante en estos momentos es hacer el capricho del grupo político que encabezan Martita Sahagún y Vicente Fox.

Sí se han visto asuntos muy graves en toda esta cuestión. La gente de Temaca, armada en una resistencia, está siendo provocada de muchas formas. La CEDHJ ha emitido varias recomendaciones que no le importan al gobierno de Jalisco, le avientan la bolita al gobierno federal. Entre unos y otros intentan matar a un pueblo y no hay miembro de la Iglesia que defienda lo que se está haciendo ahí.

Existimos muchos que nos hemos metido a esta defensa, periodistas o miembros de organizaciones no gubernamentales, pero el gobernador dice que somos extranjeros y que no sabe a qué se debe el interés, cuestiona las razones que nos mueven para defender al pueblo.

El gobernador ya se olvidó de que el pueblo tiene una lucha propia para defenderse porque en muchas ocasiones el gobierno es su principal verdugo. Se le olvidó que a él mismo lo encerraron en la cárcel porque luchaba a favor de que el voto fuera libre, válido y que contara. Ya se le olvidó. Ahora los que luchamos a favor de Temaca, los que somos alteños, los que queremos que el pueblo viva, somos extranjeros.

Es tan analfabeta e ignorante —no pretendo descubrir el hilo negro— que ignora que las macropresas y las megaconstrucciones hidráulicas ya están siendo desechadas en todo el mundo por no ser viables ni económicamente ni para el medio ambiente ni en tema de derechos humanos. Se le olvida al empedernido y terco —empedernido por necio no por borracho, aunque también aplica— que como servidor público no está obedeciendo al pueblo que lo eligió y sí, en cambio, está obedeciendo lo que otro grupo, en otra entidad, está mandando para la construcción de la presa sobre el río Verde.

Hay alternativas pero las quiere desoír y prefiere que nosotros se las mostremos. Y, fíjese usted lo que son las ironías de la vida, el diputado local José Luis Íñiguez —el principal traidor de Temaca— ahora busca el nombramiento de su partido para irse al Congreso de la Unión cuando la criatura no conoce ni lo que es la Constitución y se atiene a que la gente votará por el PAN, de nuevo, llegándole los votos de rebote. Eso es si los que podemos no alcanzamos a detener esta traición al pueblo. Qué ganas tengo de que este personaje empiece la campaña para retarlo a un debate.

Lo peor de todo es que César Coll, el director de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento, está acusando al sacerdote Gabriel Espinoza Íñiguez de ser un violento, de provocar a la gente. Lo está acusando de defender el pueblo de sus padres y de sus abuelos; está acusándolo de que por su culpa del sacerdote no se pueden hacer las negociaciones en lo oscurito como quisiera el señor Coll Carabias. ¡Ya basta! ¡Esto es el colmo de las provocaciones!

César Coll y Emilio González quieren llevar a Temaca al Ejército mexicano, que por cierto está apostado en una bodega en la entrada a San Miguel el Alto listo para actuar. Quieren que se desate la violencia disparando injurias y difamaciones contra el sacerdote Gabriel Espinoza, que es una persona valiosa doblemente, según lo podemos saber quienes lo conocemos.

A Gabriel lo apoyamos, estamos con él. Da la cara, no se esconde como lo ha hecho Emilio y como lo hace César Coll. Gabriel Espinoza sí da ministerio de amor y defensa de los desposeídos, de los pobres y de los marginados, no como el obispo de San Juan de los Lagos, que está recibiendo millones de pesos de peregrinos. César Coll está provocando. Y Emilio González será el responsable de levantar un polvorín en su propia tierra. Que sobre sus cabezas caiga la declaración de enemistad.

Las cosas han sido pacíficas hasta ahora. No ha habido más que mentadas de madre, y ésas son las que Emilio le ha hecho al pueblo de Jalisco. Ésa sí que es violencia verbal, señor César Coll. Decirle a usted que es un alevoso no es acusarlo de nada, porque como servidor público no atiende, no escucha. Sólo le urge gastar siete mil millones de pesos que el gobierno federal le está entregando, hasta ahorita, para levantar una cortina en el río Verde. Falta leer la recomendación de la CEDHJ porque esa misma bien que aplicaría con sus bemoles para el río Verde.

Es urgente que responda la Comisión Nacional de Derechos Humanos, porque el señor César Coll ya llegó a las amenazas.



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lunes, enero 26, 2009

Mensaje a las Redes sobre la situación de Temacapulín

Foto: Cesar Huerta/Extensión Medios


Huerta Gutierrez

Por favor no se olviden de Temaca, ayudenos para que el gobierno entienda que nosotros somos muy felices en temacapulín, que toda nuestra vida esta ahí, que estamos preocupados por esta situación que nos tiene asustados. Temaca es un lugar relajado, lejos del peligro de las ciudades. Los hijos ausentes de Monterrey luchamos todo el año para ir de vacaciones a Temaca, pues ahí no hay peligro para nuestros hijos. Me despido, esperando que nos escuchen.



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viernes, diciembre 26, 2008

Confía Oliva que amparos no retrasen a El Zapotillo

Temacapulín Foto: Cesar Huerta/Extensión Medios

Por: Alfredo G. Ledesma
Correo

“Esperamos que finalmente la presa sea una realidad”, dijo el gobernador

El gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez confió en que los amparos que han presentado los habitantes de la comunidad jalisciense Temacapulín contra la construcción de la presa "El Zapotillo’’, no retrasen la obra.

En entrevista con los representantes de los medios de información, reveló que el estado ha estado al tanto y que la directora de la Comisión Estatal del Agua, Angélica Casillas, es la que ha estado al pendiente deltema. Sin embargo, precisó que este es un tema que no le corresponde ver al gobierno de Guanajuato, sino al de
Jalisco y a la Comisión Nacional del Agua "Obviamente es un proceso que le tocará a la autoridad dar los elementos de información que crea necesario, pero Guanajuato ha estado presente porque Angélica Casillas ha estado en reuniones tanto en Guanajuato como en Jalisco".

"Esperemos pues que se dé el trámite formal a este asunto, que esperamos que finalmente la presa sea una realidad’’, comentó.

La semana pasada, los habitantes de Temacapulín ganaron en primera instancia dos amparos de los que habían presentado como parte de su oposición a que se construya la presa "El Zapotillo’’; todavía están pendientes otros ocho amparos que han presentados y de los que no se ha emitido resolución.

"Hay una decisión del gobierno federal, anunciada por Conagua en la licitación que ya se hizo del conocimiento público; habrá un fallo en el mes de febrero o marzo y nosotros esperamos que el tema juríodico también avance como va avanzando la licitación’’, indicó.

Finalmente, sostuvo que su administración no va a abrir otra opción, porque hay una intención federal, un respaldo de los estados de Jalisco y de Guanajuato; "estamos en este punto y esperamos que se consolide; esperamos que no haya retraso’’, concluyó.

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miércoles, diciembre 24, 2008

Destinará el gobierno estatal 30 millones de pesos para comprar todo Temacapulín

Quien decida no vender ni mudarse, deberá atenerse al proceso de expropiación: CEA

RAUL TORRES

La Jornada Jalisco

Imagen del pueblo de Temacapulín
Imagen del pueblo de Temacapulín Foto: HECTOR JESUS HERNANDEZ

El gobierno del estado cuenta con 30 millones de pesos para comprar todo Temacapulín; la opción para quien no acepte vender su propiedad es la de mudarse, con todo y sus muertos, al nuevo centro de población que se proyecta 800 metros montaña arriba del pueblo.

Quien decida no tomar ninguna de estas opciones –señaló Héctor Castañeda Yáñez, director de Cuencas y Sustentabilidad de la Comisión Estatal del Agua (CEA)– tendrá que atenerse al proceso de expropiación que iniciará la Comisión Nacional del Agua cuando el gobierno de Jalisco dé por terminadas las negociaciones que formalmente inició ayer con la transmisión de un espot de radio.

La estrategia de la CEA consiste en aprovechar estas fechas, en las que la Navidad, el año nuevo y las fiestas patronales del 8 de enero traen de regreso a “los hijos ausentes” de Temacapulín para iniciar una campaña de información y negociación con los dueños de los 320 predios que conforman el pueblo. “Dale valor a tus propiedades y obtén un mejor futuro, el gobierno de Jalisco se compromete contigo y pone a tu disposición la oficina de atención a pobladores de Temacapulín para la compra-venta de bienes, en Galeana número 100, Yahualica Jalisco. Informes al 4-78-42-7-23”, versa el espot con el que se pretende que los interesados se acerquen a escuchar las propuestas estatales.

Castañeda Yáñez explicó que la gente de la CEA estará en Yahualica desde el 26 de diciembre hasta el 10 de enero para brindar información, y aunque no reveló cuál es el precio de referencia que se ofrecerá por metro cuadrado en caso de que alguien acepte vender su tierra, señaló que, tomando en cuenta la media de las medidas, la mayoría de los terrenos que se ofrecen en el nuevo centro de población constarán de mil metros cuadrados y en ellos se incluirán una finca de 150 metros cuadrados de construcción y un huerto de 500 metros cuadrados con el que se intenta compensar el área de parcelas que tienen actualmente algunos de los habitantes.

“Definitivamente la calidad del suelo no es la misma en el nuevo centro de población, pero la Secretaría de Desarrollo Rural, quien está a cargo del proyecto de los huertos, pidió 500 metros cuadrados libres en cada predio para poner láminas y traer tierra de mejor calidad”, señaló.

El funcionario aseguró que en Temacapulín hay un 5 por ciento de propietarios que tienen terrenos mayores a mil metros cuadrados y un cuatro por ciento que cuenta con fincas que superan los 150 metros cuadrados, por lo que –aseguró– recibirán un trato preferencial si deciden vender o reubicarse.

Al ser cuestionado sobre la encuesta que prometió hacer el gobierno del estado para saber si los habitantes de Temacapulín estaban dispuestos a vender o moverse al nuevo pueblo, Castañeda Yáñez reconoció que ese acercamiento nunca se dio y esta campaña representa el primer intento formal por establecer acuerdos.

Dijo que el gobierno federal está presionando a la CEA para que logre negociar con la gente de Temacapulín y recordó que la Comisión Nacional del Agua había puesto como fecha límite para cerrar las negociaciones el mes de junio pasado; sin embargo, el gobierno estatal solicitó una prórroga que si bien no tiene fecha de vencimiento, según las estimaciones del funcionario puede llegar a su término en enero. Entonces, la CNA se haría cargo del proceso de expropiación.

Según la información de la CEA, el nuevo centro de población que proyecta el gobierno estatal contempla una delegación municipal, una clínica, un centro de atención para adultos mayores, andadores, mercado, la reubicación de la iglesia respetando su diseño original y la reubicación del panteón, para lo que se harán las exhumaciones correspondientes.

Según la información de la CEA, Temacapulín tiene una extensión de 22 hectáreas que abarcan 32 manzanas en las que se ubican 320 propiedades, de las cuales 100 son lotes baldíos y 220 casas habitación, algunas de ellas en excelente estado y muchas también a punto de derrumbarse; la población que vive permanentemente en el pueblo es de 160 personas. Hasta ahora –afirmó Castañeda Yáñez– dos propietarios ya aceptaron la reubicación.



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viernes, diciembre 12, 2008

Propone diputado establecer mesa de diálogo con inconformes con la presa El Zapotillo

foto: Cesar Huerta/Extensión Medios

MAURICIO FERRER

La Jornada Jalisco

Una iniciativa de acuerdo legislativo que propone la integración de una mesa de trabajo que “dialogue, escuche, estudie, analice y proponga alternativas de solución” a la inconformidad de los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo por la construcción de la presa El Zapotillo, presentó ayer el diputado perredista Carlos Orozco Santillán ante los medios de comunicación.

Una mesa de diálogo, según Orozco Santillán, “de manera más categórica: nadie del poder público debe olvidarse que son empleados de la población y que si ellos demandan que uno de nosotros se siente, tienen todo el derecho porque ellos son los patrones, quienes pagan los impuestos tienen derecho a levantar la voz y a demandar que nos sentemos. Pero estamos en una especie de virreinato y todo es al revés. La población demanda información, demanda que la convenzan de que El Zapotillo es la mejor opción. Ellos demandan que el gobernador vaya”, dijo el perredista.

Y ayer fueron habitantes de estas comunidades al Congreso del Estado. Ahora no sólo se quedaron afuera como en manifestaciones pasadas, cuando les cierran las puertas en las narices. Ahora lograron colarse hasta la sala de prensa del Poder Legislativo.

Una mesa de diálogo, para muchos de ellos, es pan con lo mismo. Han solicitado audiencias con el propio gobernador y cuando acudieron a Casa Jalisco nadie salió a escucharlos.

Ayer mismo, el titular de la Comisión Estatal de Agua (CEA), César Coll Carabias, dijo que le corresponde a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) resolver el conflicto social que se ha originado con el proyecto de presa. Pero ha sido la Conagua la que se ha negado a dar información a organismos no gubernamentales como el Instituto Mexicano de Desarrollo Comunitario (Imdec). Según el documento presentado por el legislador, la misma Conagua ha aludido a que el proyecto ejecutivo de El Zapotillo “no está concluido”, además de que la información solicitada por la ONG, según la misma dependencia federal, “ha sido clasificada como reservada, sosteniendo que su difusión podría poner en riesgo la vida, la seguridad y la salud de cualquier persona”.

Ayer, en la sala de prensa y en los pasillos del Congreso del Estado se escuchaba a varios de los afectados de Temacapulín decir que lucharían por su tierra, así tengan que encadenarse a ella para parar la maquinaria para la obra.

La mesa de diálogo propuesta por Orozco Santillán propone citar a representantes de la Conagua, de la CEA, de la Universidad de Guadalajara, así como a los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.

Pero para ello, dicho acuerdo tendría que ser aprobado en el pleno del Congreso local y luego habría un lapso de 10 días para instalar dicha mesa.



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jueves, diciembre 11, 2008

Temaca, despierta

Cesar Huerta
Enviado Especial
Temacapulín Jalisco
Extensión Medios
Miercoles 10 de Diciembre 2008

“Temaca, despierta” así se escuchó por todo el pueblo un día antes de la visita que realizaron los pobladores al lugar en donde se pretende construir la presa El Zapotillo. En la comunidad Amenazada por el gobierno de Emilio González Márquez y Felipe Calderón, la alarma se volvió a encender cuándo los habitantes se enteraron que empresarios de distintas partes del país y el mundo vendrían a observar el proyecto para concursar por la licitación del embalse.

Don Alfonso se escuchaba en todo el pueblo. Y es que Temacapulín se ha convertido en un punto de referencia importante en la zona de los altos. Son los que arman el alboroto ahí, donde nunca pasa nada. Traspasan su municipio, se hacen escuchar por diferentes formas y nada, la indiferencia de la gente de los municipios cercanos continua. En Temacapulín por todos lados y rincones se habla de política, se habla de la próxima defensa, de la próxima lucha. Es uno de los pueblos más olvidados, su cabecera municipal, Cañadas de Obregón, no los ve, no los escucha y algunas veces los de Temacapulín parecen encontrar la respuesta: “es que allá nunca han tenido agua como la nuestra” “allá es ranciolandía”.


A pesar de estar tan lejos del epicentro de la información, siempre están informados. Tienen periódicos de los alrededores del lugar, de Guadalajara, incluso del estado de Guanajuato. Ya no caen fácilmente en las redes de los políticos, ya son más críticos, ellos comentan, charlan, platican lo que sucede tanto en México como en el mundo.

Siempre apegados a la tradición religiosa y las costumbres de los altos de Jalisco, confían en que el cristo de la peñita y la virgen de los remedios, los van a salvar, porqué “siempre nos han hecho los milagros, ellos saben lo que mejor nos conviene” y una de las activistas comenta: “la ética nos asiste, los desgraciados son ellos, no nosotros”.

La gente ama a su pueblo y no lo quiere ver bajo el agua. Ahí esta su familia, sus amigos, sus muertos, sus antepasados, su lugar, su origen, su terruño. La gente se marcha como en todo el país por falta de trabajo, se va buscando una mejor vida, pero siempre con la única esperanza de regresar a su tierra con unos centavitos demás para poder pasar el resto de sus últimos días en el lugar que siempre han querido estar, en su amado pueblo, su extrañado y recordado Temacapulín.

Las señoras invitan a la demás gente a unirse a su lucha, son las más valientes, las que siempre están ahí, que desde tempranito cada que hay resistencia vienen preparadas con el desayuno, con el agua de jamaica, con las mandarinas, los lonches, las tostadas con frijolitos y hasta el postre qué ofrecen muy amablemente al final. Ellas son las más angustiadas, se les observa en la mirada, en los rostros, saben que si se van de su pueblo, nunca más podrán volver a ser felices.

Son las siete de la mañana y a la plaza principal de Temaca poco a poco va llegando la gente. Uno, dos, cuatro, siete, quince… la gente llega, va y viene, camina y observa su reloj, busca a los demás pobladores que tienen cita, una vez más con el destino. Ya son muchos años y el destino los tiene ahí, esperando, desconcertados, sin comprender lo que va a suceder con su pueblo y la desesperación ya casi no se siente, corre por sus venas.

Por fin están todos listos, llegaron las camionetas y todos juntos salen en caravana hacia el lugar indicado, al destino preciso que está a muchos, muchísimos kilómetros de ahí. Recorren los lugares vecinos, como en Mexticacan un municipio cercano al que al pasar le piden su apoyo “Vamos a defender Acasico, Temacapulín y Palmarejo, Mexticacan únete”. Entre los lugares más insospechados, más alejados, entre brechas y caminos, los pobladores de Temaca siguen su travesía, están ansiosos de llegar y ver que ocurre en el lugar de los hechos. Por fin arriban y lo primero que observan del otro lado del río verde, entre montañas, son dos patrullas de la policía del estado, con unos seis elementos que pasean entre el camino.

Poco después comienza la actividad y desde varios puntos se observan las camionetas que pasean con el logo de la CFE. Momentos después pasan por donde se encuentran las personas de Temaca, la gente los deja pasar y les pregunta por los constructores, ellos contestan: “no, los constructores vinieron el día de ayer, hoy no va a ver nada”.

La gente no les cree, continúan a la expectación, esperan y no se cansan de esperar. Y Nada, no llegan, poco a poco salen los trabajadores de la comisión federal de electricidad y nada, no pasa nada. Mientras eso ocurre en el lugar de la futura construcción, en Yahualica de González Gallo representantes de 25 empresas, de nacionalidad española, brasileña y mexicana, participan en una reunión en la sala de cabildo del ayuntamiento y donde la Comisión Nacional del Agua (Conagua) da a conocer los estudios de geología, geotecnia y de ingeniería básica correspondientes al diseño y construcción del proyecto de la presa El Zapotillo.

En esa reunión, la de los empresarios, la de los gobernantes, no está invitada la gente, los pobladores, los afectados. Según la Conagua en un comunicado los representantes de las constructoras no asisten al lugar donde pretenden construir la presa por el “bloqueo de los caminos de acceso por parte de quienes se oponen al proyecto”. Y el bloqueó nunca llegó, la gente solo esperaba a los constructores y al gobierno, para recordarles que a ellos nunca los han tomado en cuenta y para decirles que están muy bien en su pueblo y no necesitan ser reubicados.

Mientras, en El Zapotillo se incorporaron jóvenes activistas provenientes de León, unidos a la causa en defensa de un pueblo que a decir de sus habitantes tiene más de 900 años de existencia. El desayuno estaba listo, todos comieron, todos alcanzaron a desayunar muy bien. Después llegó la hora de partir, de regresar, de ir a ver que ocurría en Yahualica, y de una vez por todas intentar hablar con las autoridades que no dan la cara.

Y la gente llego a la tierra del famoso escritor y ex Gobernador de Jalisco que tiene una enorme estatua en la plaza principal: Agustín Yáñez. O también tierra de otro no muy celebré, pero famoso y que tiene busto en la plaza y es parte del mural de palacio municipal: Juan Sandoval Iñiguez actual cardenal de Guadalajara.


La protesta comenzó, la gente se hizo escuchar en el pueblo. Solo que para mala fortuna de los afectados, minutos antes, los de la reunión, ya habían desalojado la sala de cabildos y se habían marchado, a comer en algún restaurante lujoso para “celebrar” la victoria que todavía no tiene final, pues la gente de Temacapulín sigue en lucha, con cinco amparos aunque las autoridades ni los vean, ni los oigan.











::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Lic. Andrés Manuel López Obrador en 2008::

lunes, agosto 18, 2008

::Jorge Gómez Naredo:: Temacapulín; la lucha de un pueblo

JORGE GÓMEZ NAREDO / I PARTE

Temacapulín: la lucha de un pueblo

“Desde el siglo VI Temacapulín te saluda”, se lee en uno de los cerros que rodean al pueblo que Jalisco, Guanajuato y el gobierno federal pretenden desaparecer con la construcción de la presa El Zapotillo
“Desde el siglo VI Temacapulín te saluda”, se lee en uno de los cerros que rodean al pueblo que Jalisco, Guanajuato y el gobierno federal pretenden desaparecer con la construcción de la presa El Zapotillo Foto: HECTOR JESUS HERNANDEZ

¿Y si se nos muere el pueblo, si desaparece, si realmente se atreven a inundarlo y nos quedamos con nada? ¿Y si la Virgen de los Remedios, a la cual todos los días le rezamos, nos desampara y deja que el gobierno nos venza, nos gane? ¿Y si nos cansamos y no damos la lucha, si nos dividimos o nos dividen, si no logramos defender nuestro pueblo, nuestro patrimonio? Todos los días los habitantes de Temacapulín se hacen estas preguntas. Y se las hacen desde que las autoridades de Jalisco, Guanajuato y el gobierno federal decidieron que su pueblo debería desaparecer para poder edificar la presa El Zapotillo, dizque para el progreso, dizque para que todos vivamos mejor.

Temacapulín

En el municipio de Cañadas de Obregón se encuentra el pueblo de Temacapulín (o Temaca, como todo aquel que lo conoce le nombra). Es pequeño. Tiene una plaza con quiosco y bancas donadas por diversas personas o instituciones. La iglesia fue construida en el siglo XVIII y en su atrio hay árboles. Arboles frondosos. El poblado está rodeado por varios cerros. En uno de ellos se puede leer claramente: “Desde el siglo VI Temacapulín te saluda”. Las casas guardan un equilibrio arquitectónico; las calles empedradas le dan un toque campirano. Es un pueblo atractivo, lindo, bello. Tiene posibilidades de desarrollo turístico porque hay aguas termales, balnearios y hoteles.

Los habitantes de Temaca no son más de 600, pero sólo son los que viven ahí. Porque están también los habitantes de Temaca que no residen en el pueblo. Los que se fueron y se llevaron a su poblado con ellos. Los que lo cuidan desde lejos, los que lo extrañan, los que ningún día dejan de pensar en el regreso, en el ansiado retorno. Temaca es de quienes lo habitan y de quienes lo dejaron para buscar mejores condiciones de vida. Hay gente de Temaca, dice la señora María del Consuelo Carbajal, en California, Chicago, Monterrey, Veracruz, Guadalajara, en todas partes andan los de Temaca.

La migración hacia Estados Unidos es una constante en la mayoría los pueblos del país. La gente se va a buscar mejores condiciones de vida. No hay trabajo ni dinero. El campo no recibe apoyo. Ahora sembrar es una actividad cara y vender lo que se cosecha, un mal negocio. Por eso la gente se va, porque no existe ayuda ni hay interés de las autoridades para mejorar la situación de vida de millones de mexicanos que se dedican al campo. Temaca no es la excepción. La gente migra, se va. Pero se va siempre pensando en regresar; en juntar dinero, mandar dinero, retornar con dinero y vivir en paz y feliz en el pueblo en el cual nació, donde dejó sus recuerdos.

Temaca, pues, es habitado por los que están y por los que no están. Por los que se fueron para regresar y por los que se quedaron para esperar. Como Gabriel Gutiérrez, quien menciona: “tengo veinte años en Monterrey, quizá ya agarré la tonada de allá pero soy de aquí y sigo siendo de aquí, de Temaca”. Sin duda, un pueblo que vive en carne propia las consecuencias de un modelo económico neoliberal.

El conflicto

La gente de Temacapulín está enojada. Y no es para menos. Quieren desaparecer su pueblo. Los gobiernos estatales de Jalisco y Guanajuato y el federal se coordinarán para edificar la presa El Zapotillo, la cual inundará Temaca. Decidieron que los habitantes de dicho pueblo no tendrían decisión. Se irían y ya. Quizá les darían voz para que escogieran el lugar de su reubicación. Pero no más. La presa se construirá para dotar de agua a León o, más específicamente, a las grandes industrias de León. También proporcionará líquido a algunas poblaciones de Los Altos de Jalisco.

En una reunión en Guadalajara el pasado primero de agosto para detallar la construcción de la presa El Zapotillo, en la cual estuvieron presentes los gobernadores de Jalisco, Emilio González Márquez, y de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, además del director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, hubo sonrisas y apretones de manos, palabras de progreso y de unidad. El mandatario jalisciense adujo: “quien ahora tiene una vivienda no en las mejores condiciones, el compromiso es que en la reubicación pueda tener una mayor calidad de vida”. Por su parte, Luege Tamargo arguyó que “está garantizada la indemnización de la tierra, la construcción de viviendas dignas y los acuerdos absolutamente consensuados con las comunidades que se demuestre necesitan un beneficio directo al ser reubicadas”.

Sin embargo, existe un conflicto: quienes habitan en Temaca no quieren la reubicación porque no desean que su pueblo se muera, que quede inundado. No han sido “consensuados” en ningún momento por autoridad alguna sobre si están o no de acuerdo con que se les reubique. Ellos buscan seguir viviendo donde siempre han vivido, donde vivieron sus padres y sus abuelos, donde tienen sus recuerdos y su patrimonio, donde descansan sus muertos, donde han llorado y reído, donde han sufrido y gozado. Ellos quieren a Temaca y lo quieren donde está, donde siempre ha estado.

Amor y pueblo

Desde que saben las intenciones del gobierno estatal para desaparecer su pueblo, se ha revitalizado el amor al terruño. Temacapulín, para quienes habitan ahí y para quienes lo dejaron pero que piensan regresar algún día, es el ombligo del mundo: el mejor lugar para vivir. Juan Manuel Jiménez Iñiguez nació en la ciudad de México y desde pequeño lo llevaron a Temaca. Y Temaca es su patria. El cuida “unas borregas” y “limpia casas”. Su visión del conflicto es muy particular: “tienen envidia porque este pueblo tiene todos los servicios, tiene mucho turismo. ¿Dónde nos van a hacer casas como ésta, que es antigua?”, menciona al señalar una bella edificación de cantera.

Manuel de Jesús Carbajal, quien atiende el billar del pueblo y se encarga de “la seguridad de la población”, también muestra su arraigo a Temaca. Tuvo que emigrar para trabajar en un lugar con mayores oportunidades. Se fue a Manzanillo. Pero regresó y regresó contento. El pueblo es único: “no digo que vivo como rey pero aquí vivo muy a gusto, en mi pueblo”. Y es que hay una relación estrecha entre Temaca y las personas que lo han habitado. La mayoría de quienes actualmente residen ahí están en contra de que se les eche. No lo quieren porque Temaca es suyo y ellos son de Temaca. Manuel lo expresa nítidamente: “El amor que le tenemos a nuestro pueblo es grande. Nadie vende. No es lo mismo que te lleven a vivir a un rancho a vivir en tu pueblo. Nosotros no vendemos. Y defendemos”.

¿Cómo hacerles entender a las personas que han vivido toda su vida en Temaca que el progreso es necesario y que León y sus industrias precisan sacrificios? ¿Cómo decirle a una señora que nació en Temaca, creció en Temaca, se casó en Temaca, dio a luz en Temaca y quiere morir en Temaca, que de un día para otro no habrá más Temaca? ¿Cómo? Es el caso de María del Consuelo Carbajal, quien ha vivido toda su vida en Temacapulín y no se quiere ir. Está enamorada de su pueblo, vive feliz en él. Y aunque otras ciudades son hermosas y le cuentan sus familiares cómo es Estados Unidos y Monterrey, ella quiere a Temaca y se queda con Temaca. No desea abandonar sus recuerdos, el lugar en donde crecieron sus padres y sus abuelos: “ni porque nos llevaran a un palacio. Nosotros estamos viviendo aquí muy a gusto”.

Los de Temaca aman a su pueblo y ensalzan su belleza. Porque la belleza muchas veces no depende de construcciones arquitectónicas majestuosas, de edificios lujosos, de modernidad y confort. La belleza, fuera de los ámbitos académicos, es un concepto individual arraigado a lo vivido y a lo sentido. J. Guadalupe Sánchez demuestra nítidamente este proceso. Nació en Temaca, no tiene “ni un grado de escuela” y desde pequeño trabaja. Emigró a Estados Unidos y ahí se hizo de “unos centavitos”. Regresó a México y comenzó a trabajar “muy duro” en Guadalajara, donde acumuló “otros centavitos”. Hace algunos años retornó a Temaca. Cumplió su sueño: “A mí me tocó mucha suerte de venirme de vuelta a mi pueblo a morirme”. Para don Guadalupe el lugar donde nació es un paraíso: “¿Quién no se viene a vivir aquí? Qué Tepa ni qué madres de nada. Aquí es una gloria”. Por eso, empuñando las manos, espeta: “inundarlo es una tontera de nuestra nación”.

Primero la reubicación, después el consenso

¿Por qué será que los gobiernos primero deciden y después consensúan? Así sucedió en el caso de la presa El Zapotillo, pues las administraciones panistas de Jalisco, Guanajuato y la federal primero decidieron en sus oficinas lujosas que Temaca sería desaparecido y después avisaron a los pobladores la urgente necesidad de saber su opinión sobre el lugar donde serían reubicados. Nunca fueron a presentarles un proyecto y conocer su parecer. El gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, nunca ha visitado Temaca, pero eso no le impidió aprobar un proyecto que lo desaparece del mapa.

Días antes del 15 de junio de 2008 comenzó a circular en todo el municipio de Cañadas de Obregón un volante con el siguiente texto: “¡Atención a todos los habitantes y propietarios de Temacapulín! El gobierno del estado, a través de la Comisión Estatal del Agua (CEA), los invita a la reunión informativa para conocer las alternativas de ubicación del Nuevo Centro de Población Temacapulín y así determinar el sitio elegido. Te esperamos este domingo 15 de junio a las 12 p.m. en el hotel Temaca. ¡Tu decisión es muy importante!”. Ironía característica de las autoridades panistas: a los habitantes de Temaca se les “consultó” sobre el lugar donde deberán ser reubicados, pero jamás se les preguntó si querían o no ser reubicados.

Juan José Hernández Hernández es dueño de una fonda en Temacapulín: vende lonches, jugos, quesadillas, tacos, etcétera. Está en contra de la presa de El Zapotillo. Menciona que las autoridades, antes del 15 de junio, no habían ido a Temaca para reunirse con los habitantes del pueblo y plantearles si estaban o no de acuerdo en ser reubicados: “el gobierno aquí no viene a decirnos absolutamente nada de cómo vamos a ser afectados”. El desprecio al pueblo duele…, duele mucho. Y las autoridades panistas de Jalisco han despreciado a Temacapulín.

Según el volante repartido por las autoridades estatales, Temaca dejará de ser un pueblo y se convertirá en “Centro de Población”. No entienden que el terruño es un elemento esencial en la cultura mexicana, en la historia de nuestro país. Pertenecer a algo es importante y la mayoría de los mexicanos pertenece, además de a la nación, a su patria chica, al lugar donde nació y creció. Quienes buscan construir la presa e inundar Temaca despreciando a sus habitantes no conocen esa estrecha relación entre los pobladores y su terruño. Y tampoco conocen muchas de las consecuencias cuando, un pueblo herido, un pueblo que quiere seguir viviendo, se despierta y dice no.

Para quienes idearon la presa El Zapotillo, Temaca es un pueblo con gente que migra y que fácilmente puede ser reubicada en las puntas de los cerros. No ven más allá. Sin embargo, para desagrado de las autoridades, los habitantes de Temaca piensan, sienten, saben y se organizan. Quieren a su terruño, la tierra que los mira y que siempre los ha mirado. La lucha que dan es por amor: aman a su pueblo y desean que se mantenga en pie, que no se muera, que no quede sepultado por las aguas que llenarán las tuberías de las industrias leonesas, mientras ellos…, ellos son reubicados en lugar infértil y alejado de sus raíces. Mutilados, pues.



::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando a Andrés Manuel López Obrador en 2008::

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