Jalisco votó por más impuestos?, ¿votó porque subiera el IVA de 15 a 16 por ciento (una propuesta del PRI)?, ¿o porque el ISR pasara de 28 a 30 por ciento (una iniciativa del PAN)?, ¿Porque se establecieran o aumentaran impuesto al vino, al tabaco, a las telecomunicaciones? ¿Fue en realidad así, que Jalisco apoyó estas medidas que no solucionan nada y sí mantienen los regímenes de privilegios de las grandes empresas? A simple vista la respuesta es sí. De los 25 diputados federales jaliscienses, 21 votaron porque que se incrementaran los impuestos, tres sufragaron en contra y uno más decidió salirse de la reunión. Los tres que votaron en contra fueron, del Partido del Trabajo, Enrique Ibarra Pedroza, y del PRI, Salvador Caro Cabrera y María Esther de Jesús Scherman Leaño. Uno más se salió dizque por no estar a favor del paquete fiscal: Jorge Arana Arana. Todos los demás dijeron que sí, que vengan más gravámenes.
Ahora bien, de todos los diputados jaliscienses, solamente Enrique Ibarra Pedroza protestó. Los que votaron en contra solamente hicieron eso, votar en contra. No evidenciaron su inconformidad con acciones visibles, como tomar la tribuna. Por eso, vale la pena preguntarse, ¿es acaso que la gran mayoría de los jaliscienses votó, el 5 de julio pasado, por más impuestos, por más gravámenes a los causantes cautivos y por mantener los privilegios fiscales de las grandes empresas?
En las pasadas elecciones para elegir a quienes “representarían” a los jaliscienses en la Cámara de Diputados, la entidad se pintó de bipartidismo: unos votos al PAN y otros al PRI. El PRD se hundió (gracias a sus propios errores en la entidad y a una acerba campaña mediática de desprestigio a nivel nacional). Así pues, la mayoría de los diputados o fueron del PAN o fueron del PRI. Solamente pudo colarse Enrique Ibarra Pedroza, que fue candidato plurinominal por la circunscripción, es decir, por un conjunto de entidades del occidente y norte del país. Quienes votaron en Jalisco, lo hicieron en su amplia mayoría por el PAN y por el PRI. Unos se abstuvieron, y unos más anularon su sufragio (dizque para protestar y hacerse visibles, visibilidad que ahora es inexistentes, porque, ¿dónde están los del voto nulo en estos momentos en que se aprobarán más y más impuestos que perjudicarán a buena parte de la población?).
Se puede justificar que los diputados no miran a los ciudadanos y sí a los partidos políticos. Se puede argüir incluso la falta de representatividad, los errores de esta “democracia”. Sí, es cierto, pero desde hace mucho tiempo se sabe que ni el PRI ni el PAN han buscado mejorar la situación de las mayorías, que son partidos casi hermanos y que desdeñan a los jodidos de este país. Resulta aberrante pues, que nueve años después de haber sacado al PRI de la presidencia, hoy se busque su retorno y se vea como ¡una panacea!
En Guadalajara ahora hay esperanzas porque el PRI gobernará otra vez la ciudad. Grupos incluso progresistas apuestan por la administración de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. Éste, desde que ganó las elecciones, se ha paseado por el mundo buscando el “beneficio” de los tapatíos. Pero, ¿acaso el PRI representa una esperanza?, ¿una solución a las injusticias sociales, a la pobreza y las desigualdades económicas?, ¿verdaderamente Jorge Aristóteles buscará el beneficio de Guadalajara? Quienes piensan que el PRI es una opción se equivocan.
El tricolor es un partido que juega al beneficio inmediato: en la Cámara de Diputados votaron por más impuestos (de ellos fue la propuesta de aumentar uno por ciento el IVA) y no tocaron los regímenes fiscales especiales de las grandes empresas. Ahora, en el Senado, buscan limpiar su imagen diciendo que no aprobarán más impuestos (aunque sí subirán el precio de la gasolina, que en realidad es lo mismo) y que ellos pararán los gravámenes que (cosas de la vida) ellos mismos han aprobado. Esto lo hacen para confundir, para tratar de evadir los “costos políticos”, para que la gente diga: “ah, mira, el PRI lucha por la ciudadanía”. Pero todo es una falacia, un show donde lo principal es llevar a buen cabo la reconquista de la presidencia a través de Enrique Peña Nieto.
Los diputados federales jaliscienses del PRI y del PAN (salvo dos excepciones), votaron en contra de la gente, en contra de mejorar la situación económica de la inmensa mayoría. Y votaron a favor de no tocar los regímenes especiales de las grandes empresas. ¿Fue eso por lo que votaron los jaliscienses?, ¿acaso los ciudadanos de esta entidad están de acuerdo con esos sufragios emitidos en el Congreso de la Unión?, ¿con más impuestos a los de siempre? Ojalá un día, el pueblo de Jalisco, se dé cuenta que votando por el PAN y por el PRI México no será un país mejor, un país donde exista un poquito de justicia social. Ojalá. Aunque, desgraciadamente, el olvido siempre suele triunfar.
jorge_naredo@yahoo.com
::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Lic. Andrés Manuel López Obrador en 2009::
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