Se deben precisar las atribuciones de los agentes, afirmó Salvador González de los Santos
La iniciativa está encaminada hacia lo delincuencial pero "se fueron por el lado político", añadió
El Procurador indicó que por cuestión de tiempos ya no le tocará ver a los infiltrados en acción
EUGENIA BARAJAS - La Jornada Jalisco
El procurador de Justicia del Estado, Salvador González de los Santos, reconoció que las reformas a la Ley contra la Delincuencia Organizada que establece la figura del policía infiltrado, requiere ser acotada para normar las acciones del agente, así se refirió tras hacer un recuento de las ejecuciones que se han registrado en el estado.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Alfonso Gutiérrez Santillán, indicó que Jalisco está preparado para un grupo encubierto, al decir: “ya no somos policías de pueblo”.
El procurador de Justicia del Estado aceptó que se requiere de mayor claridad en la postulación hecha para crear un grupo élite dedicado al espionaje dentro de las células delincuenciales y que se propuso al Congreso por su ex compañero, el hoy gobernador interino Gerardo Octavio Solís.
“Desde luego habría la necesidad en los reglamentos internos de establecer específicamente cómo, cuándo, dónde y a qué horas iba a operar la policía, habría que preciar y detallar más esta situación”.
Tras preguntarle sobre la posibilidad que se aprobaran las reformas en este mes, antes de concluir el sexenio y tener la opción de dar el banderazo inicial, el funcionario externó que por tiempos ya no le tocaría ver funcionar ese cuerpo policiaco.
“Si se aprobara no nos tocaría a nosotros, porque hay que crear los reglamentos para el correcto funcionamiento de esta policía, cómo va a operar, en qué condiciones, bajo qué circunstancias, entonces nos llevaría algún tiempo para poderlo aplicar concretamente o en algún caso preciso”.
Dijo desconocer el tiempo en que podría entrar en funciones el nuevo grupo encubierto una vez que fuera aprobado por los legisladores, se establecieran los reglamentos, se conjuntara a los participantes y se capacitaran.
“Habría que estipular o más o menos programar por una parte los cursos, la capacitación, la selección del personal y eso lleva un tiempo”, añadió.
El procurador expresó que la reticencia de los empresarios para aceptar al policía infiltrado y catalogarlo como el regreso del Servicio Secreto, se debió a causa de un desconocimiento de las reformas o de que los mal informaron.
“Creo que se fueron algunos por aspectos de índole político más que de seguridad, creo que les mal informaron porque, insisto, iba encaminada a un sector delincuencial, que en este caso era la delincuencia organizada y que además proponía como la protección de testigos, los juzgados especializados, recompensas, pero bueno”.
Respecto de la cantidad de homicidios registrados el año pasado en comparación con el actual, explicó que en 2006 fueron 47 y lo que va de este año se cuentan 36, de estos 8 ó 9 son relacionados con ejecuciones.
Agregó que 85 por ciento de los homicidios acaecidos el año pasado lograron ser esclarecidos, cifra que calificó de buena.
Respecto a la narcofosa detectada en el municipio de Zapopan, donde se encontraron dos cuerpos y se arraigó a una persona, González de los Santos adelantó que dentro de las averiguaciones el dueño del lugar responde al apellido Félix, a quien ya se investiga.
Entrevistado en el marco del aniversario de la Promulgación de la Constitución Mexicana de 1917, el secretario de Seguridad, Alfonso Gutiérrez, reiteró su postura sobre la iniciativa de crear un cuerpo policial que se infiltre en la delincuencia organizada, como lo pretendido por el extinto Servicio Secreto y aseguró que es necesario y conveniente para Jalisco contar con dicho grupo élite.
“Jalisco está preparado para tener una policía infiltrada, ya no somos una policía de pueblo, estamos capacitados y hemos avanzado bastante”, afirmó.
Informó que tras la detección de un interno del reclusorio de Puente Grande que se dedicaba a la extorsión telefónica, se han llevado a cabo revisiones de los sistemas inhibidores de señales para celulares, incluso argumentó que la semana pasada miembros del Sistema Nacional de Seguridad acudieron al centro de readaptación para comprobar el funcionamiento de los aparatos.
“Estamos perfeccionándolos, el problema es que en los alrededores de los centros penitenciarios instalan antenas repetidoras de señal de celulares y eso afecta, porque los internos tienen acceso”, precisó.
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