Opinión - Jorge Souza Jauffred

La Feria

Descomposición política en los funcionarios

Pérdidas en el ámbito cultural y teatral jalisciense

El país se desliza por un sendero de tal naturaleza que el Presidente de la República, Felipe Calderón, lo reflejó hace unos días al decir que “por ahora van más o menos 75 días (de su gobierno), pero ya han sido como siete años”. Naturalmente, el rostro de los secretarios que lo acompañaban se congeló al escuchar el comentario del mandatario, y encontrar en esa frase la cristalización de una realidad que se les echa encima. No hubo este sexenio, pues, la acostumbrada luna de miel de optimismo de principio de sexenio. La mirada hacia el futuro no es, al menos por el momento, limpia y promisoria. Por el contrario, está llena de dudas y decepciones.

Y con razón, los signos de descomposición moral de los integrantes del gobierno se multiplican. Los liderazgos se resquebrajan y los negociantes, alentados por su “triunfo” electoral y con las manos cada vez más libres, se lanzan a saquear lo que queda de la economía nacional. Basta con echar una mirada a lo que ocurre alrededor para documentar este pesimismo que echa raíces silenciosamente en el ánimo nacional. La semana anterior, por ejemplo, estuvo saturada de muestras de cinismo a cargo de funcionarios y ex gobernantes.

1. El más sonado lo dio Vicente Fox, en el colmo de la desfachatez, cuando admitió haberse vengado de Andrés Manuel López Obrador al derrotarlo en la contienda electoral. Díganme ustedes entonces cuál es la legitimidad del actual mandatario, si el principal operador de su triunfo reconoció ya la intervención del Estado para imponerlo en contra del adversario político.

2. Otro caso que muestra esta descomposición se registró en Alvarado, Veracruz. Grupos de damnificados por las inundaciones de 2006 encontraron miles de bolsas de despensas que debían ser para ellos, enterradas en la propiedad de una tía del alcalde panista Pedro Sosa Delfín Almeida. El munícipe dijo que no alcanzó a repartirlas y mejor las enterró. Los damnificados no le creyeron y siguieron buscando en otras propiedades.

Dos días después, la gente forzó con palancas y palos el enorme portón de hierro de una bodega del alcalde hasta que logró abrirla. En el interior, había cientos de cobijas, cajas con ropa, incontables pares de zapatos, más bolsas de despensa, herramientas y un sinfín de objetos que debían haber llegado a sus manos para aliviar la desesperada situación que los afectó; pero, en lugar de ello, las ayudas quedaron en manos de Pedro Delfín.

3. Otro caso de triste resolución. Hace un año sacudió a la opinión pública el escándalo del “gober precioso”, cuando los medios divulgaron conversaciones telefónicas entre el empresario Kamel Nacif y el gobernador de Puebla, Mario Marín. En ellas, el primero agradecía al segundo la detención de la periodista Lydia Cacho, quien había denunciado que Nacif pertenecía a una red de pederastas. El entonces abanderado panista, Felipe Calderón, pidió juicio político para Marín. Pero, al cumplirse un año del escándalo, la semana pasada, Marín se dio el lujo de visitar Alemania para realizar “alianzas estratégicas” con empresarios de aquel país, mientras Calderón se olvidó del asunto. Hace unas semanas se fotografió con Marín, quien le brindó su apoyo como gobernador. Nuevamente, la desvergüenza se impone.

En memoria de Vivian Blumenthal y Daniel Agraz

Ante tales hechos, ocurridos en días anteriores, es muy difícil mantener una mirada optimista. Sin embargo, hay quienes tienen ese don: ser optimistas aunque la vida se empeñe en mostrar su cara difícil. Uno de estos seres fue Vivian Blumenthal, actriz y destacada dramaturga tapatía (por adopción). Una escritora que, según el dramaturgo y director Gabriel Bárcenas, era la principal autora del teatro de Jalisco y una de las plumas destacadas del teatro infantil actual del país.

Vivian (Distrito Federal, 1961) era dueña de una mirada que percibía y construía el rostro positivo del mundo. Sus obras, ni fáciles ni superficiales, mostraban a los niños facetas distintas de los seres humanos y la suave complejidad de las circunstancias en que se desenvuelven. Esposa del director de teatro Rafael Sandoval, Vivian construyó su propio camino profesional, en la dramaturgia. Escribió numerosas obras, entre las que destacan Alarma, renunció el bufón y Las alas de noche, publicadas ambas por Ediciones Petra, así como La Malinchiada, Alcalde, el fraile de la calavera, Fe de erratas. Solohilaridad, entre muchas otras que ganaron distintos premios a partir de 1992, cuando con tres obras breves obtuvo el premio de Publicación Literaria de la Universidad de Guadalajara.

La voz de Vivian, perfectamente modulada y bella, se escuchaba en un programa semanal de Radio XEJB. Ella había vencido recientemente otras enfermedades mortales y luchaba por su futuro, pero su optimismo y su forma amable de ver la vida no pudo, en este caso, contener la muerte.

Un día antes de la partida de Vivian, dejó esta vida un personaje de la cultura local, Daniel Agraz, creador y animador constante de la famosa OCA, la Organización Cultura y Artística, que entrega cada año a tres artistas de Jalisco un reconocimiento que se valora como uno de los más altos en la entidad. Daniel fue brazo derecho de Martha González de Hernández Allende, cuando ella fue secretaria de Cultura. Más tarde, se retiró de la dependencia, pero continuó ligado siempre a las actividades culturales.

La OCA, constituida desde los años 80, realiza frecuentes actividades, con el apoyo de amigos de la organización y lo hizo durante 20 años bajo la batuta de Daniel Agraz. Hoy, la organización se quedó huérfana y el medio cultural de Guadalajara perdió a un animador. Vivian y Daniel, descansen en paz. Y eso es todo por ahora, nos vemos mañana en una nueva Feria.