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martes, febrero 20, 2007

Opinión - Jorge Souza Jauffred

La Feria

Jornada Jalisco

La tragedia de Pasta de Conchos desnuda al ex presidente Vicente Fox

Yo no fui cómplice ni participé con mi voto para que Vicente Fox llegara a la presidencia. Más aún, un mes antes de las votaciones de aquel infausto año 2000 escribí un artículo en la sección editorial del periódico Público, titulado “Por qué no votaré por Fox”. Así que a mí no me culpen. Desde entonces era previsible su cabeza hueca; desde entonces era patente su desinterés por el bienestar social y su necesidad de protagonismo.

Tarde, los mexicanos miramos asombrados en lo que convirtió al país. Partió el escudo nacional, denigró la institución presidencial y la utilizó como la sede de la “pareja presidencial”; dejó grabado un terrible e interminable anecdotario que habla de su ignorancia, de su superficialidad, de su mentecatez (“Comes y te vas”). Entregó los recursos de PEMEX a las grandes empresas, sin necesidad de modificar la Constitución Mexicana; se olvidó del campo, dejó crecer el narcotráfico, rehuyó su responsabilidad cuando era necesario y dejó para la posteridad su pregunta “¿Y por qué yo?”.

Sería interminable dar cuenta de la historia (historieta?) de desaciertos, arrogancias y dislates de este hombre egoísta y personalista que engatusó a los mexicanos disfrazado con una máscara y unas botas de ranchero. Tampoco volveré a la ya multicomentada conferencia en Washington, en la que dejó en claro su intervención en contra de López Obrador, lo que provocó la división del país, ilegitimó al presidente Felipe Calderón y dejó en evidencia al sistema electoral nacional.

Moreira dice que Vicente Fox lo presionó para buscar culpables

La nueva obra teatral de Fox es igualmente grave. Y de constatarse, dejará en evidencia la mano negra de este hombre que desconoce la historia de México, carece de inteligencia social y estuvo a punto de acabar con la paz de la nación, durante los recientes comicios. La nueva escena en la que participa Fox es descrita con todo detalle por el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, cuando se cumple un año de la muerte de 65 mineros en la mina de Pasta de Conchos. El argumento, terrible porque se da en medio de esa tragedia, asegura que el ex presidente presionó al gobernador de Coahuila para que aprehendiera a inocentes (como si fueran culpables) y con ello distraer a la opinión pública, conmovida por la desgracia de los mineros. El disfraz de bembo inofensivo que llevó Fox durante su mandato comienza a desaparecer.

Moreira realizó la acusación contra Fox, luego de que una nota del periódico Vanguardia de Saltillo publicó que un documento de la Cámara de Diputados lo señala como “corresponsable de que la tragedia ocurriera”. La edición del día 18 de febrero de ese medio, en una nota firmada por José Reyes y Antonio Ruiz, da la respuesta de Moreira ante el señalamiento. La nota comienza así: “El gobernador Humberto Moreira reveló que Vicente Fox le propuso hace casi un año que inventara delitos a gente inocente para desviar la atención de la tragedia de Pasta de Conchos, en ese tiempo recién ocurrida”. Y continúa: “Me dijo textual: ‘Sirve que le cambiamos la orientación al problema’, aseguró Moreira”. Remata: “Eso me lo propuso a mí, en Los Pinos, en su oficina y le contesté que no”.

El fondo del asunto es muy grave

El asunto es mucho más serio de lo que parece. El hecho es que un presidente haya presionado a un gobernador para que éste fabricara chivos expiatorios que paguen las 65 muertes, es muy serio. Más aún, Moreira sostiene que la intención de Fox fue proteger a su entonces secretario del Trabajo Francisco Javier Salazar Sáez, cuya dependencia no supervisó adecuadamente que la empresa Industria Minera México cumpliera con los requisitos mínimos para garantizar la seguridad de sus trabajadores. Esos pobres miserables que se desbaratan los pulmones respirando sustancias venenosas y polvos nocivos por un sueldo de hambre de alrededor de dos mil pesos mensuales, Esos pobres trabajadores que extraen día a día el mineral que permitió que la Minera México obtuviera 16 mil 500 millones de pesos de utilidades sólo en 2006. Sí, leyó usted bien: 16 mil 500 millones de pesos obtenidos gracias a esta nueva forma de esclavitud.

Y en el centro del huracán, el socio de las grandes empresas, Vicente Fox, quien incumplió su obligación de vigilar a las empresas mineras a través de su Secretaría del Trabajo y buscó chivos expiatorios que actuaran como distractores.

No es todo. El gobierno de Fox tampoco cumplió –sostiene Moreira— con otorgar becas a los huérfanos, con brindar talleres psicológicos a los deudos, ni con apoyar a las viudas. Fox se preocupó por tener buena prensa, no por la gente. Así ocurrió una vez y otra vez a través de su sexenio. Sin ninguna conciencia de la historia de México, sin profundizar en los problemas sociales, el ex mandatario se limitó a jugar el juego de la presidencia como lo que es: un hombre ignorante, frívolo y superficial; incapaz de entender las necesidades colectivas. Se consideró a sí mismo como el gran protagonista del “cambio” hacia la democracia y se entregó a los hombres del gran capital. He ahí las consecuencias. Y eso es todo por ahora, nos encontramos mañana de nuevo. en La feria.

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