Opinión - Jorge Souza Jauffred

La Feria

Jornada Jalisco

La pensión a mayores, ¿caso aislado o programa estratégico?

Imposible olvidar a Vicente Fox

El próximo gobierno de Jalisco otorgará pensiones de 600 pesos mensuales a los adultos mayores que carecen de recursos. Así lo dijo el próximo secretario de Desarrollo Humano, Martín Hernández Balderas, allá en Mazamitla, en donde los integrantes del gabinete de Emilio González Márquez conviven y realizan reuniones sobre distintos temas, con el fin de crear vínculos y sincronizar relojes para la labor que realizarán a partir del primero de marzo. En la montaña, el ambiente es optimista. El nuevo gobierno panista confía en realizar un buen papel y para ello destaca la experiencia de los funcionarios que lo integran. Así sea.

Por lo pronto, la medida anunciada a favor de los ancianos pobres es bien recibida. Se trata de uno de los sectores más desprotegidos y golpeados por el neoliberalismo. Es uno de los grupos más abandonados y olvidados, al grado de que ha ocurrido en la zona urbana de Guadalajara que ancianos sin recursos mueren de hambre en el interior de sus viviendas sin que nadie se entere, sino hasta que el olor de los cuerpos en descomposición alerta a los vecinos.

Pese a los indudables beneficios que reportará este subsidio, su realización es contraria al pensamiento de muchos panistas y, por supuesto, al de Vicente Fox (quien anteayer sacudió a la opinión pública nacional con sus comentarios ampliamente publicados). Para Fox, los ancianos no requieren de “limosnas”, sino de “trabajo”. Las tonterías que dijo este ex presidente de México a lo largo de su periodo son innumerables y a ellas habrá que agregar la forma en la que vituperó el programa de pensiones a los ancianos, creado y promovido por Andrés Manuel López Obrador. Imagínese usted si las empresas contratarían a personas mayores de 70 años…

De cualquier forma, debemos recordar que fue López Obrador quien abrió la brecha en este sentido para entregar a los adultos mayores aunque sea una pequeña cantidad de dinero, para su manutención. Se trata de una compensación mínima si la comparamos con decenas de años en beneficio de su familia, de su entorno y de quienes los contrataron. Para muchos de ellos, 600 pesos mensuales significan la diferencia entre la pesadilla y el regreso a la vida; 600 pesos gastados en frijoles, arroz, harina, café, tortillas, les permitirán a cientos de viejitos jaliscienses a por lo menos sobrevivir. No hay que olvidar que en la entidad hay por lo menos 10 mil ancianos en una situación de verdadera miseria; 10 mil personas mayores que, después de una vida de trabajo, se encuentran con que la sociedad los ha hecho a un lado y padecen serios problemas para adquirir sus alimentos.

¿Medida aislada o parte de una estrategia?

La pregunta es si se trata de una medida aislada del gabinete emilista (con fines propagandísticos) o si es parte de una estrategia para subsanar las deficiencias de un sistema injusto e infamante. La pregunta es si el proyecto de Desarrollo Humano de Emilio González Márquez se integra bajo una visión de acción social global o si sólo se trata de un rosario de decisiones aisladas que buscan el mejoramiento de la imagen política.

Es cierto, hay que reconocer que durante su gestión como alcalde de Guadalajara, Emilio adoptó varias medidas con tintes de beneficio social, a favor de los más desprotegidos. Fue, en ese sentido, muy distinto a sus antecesores en la presidencia tapatía; uno de ellos, por ejemplo, ordenó a las patrullas policíacas sacar a los pobres y a los limosneros del centro de la ciudad y arrojarlos en carreteras fuera de la periferia. Otro, en otra medida vergonzante, primero ordenó retirar a los “limpiavidrios” y, cuando la opinión pública protestó, entonces les permitió operar de nuevo, pero con uniformes que les regaló. ¡Ver para creer!

Con Emilio no ocurrió nada semejante. Por el contrario, promovió albergues para desvalidos, puso especial interés en los marginados y, en alguna forma, su mano resultó mucho más benéfica que la de los alcaldes panistas anteriores. Esta forma de actuar y de hacer política tiene sus antecedentes en una concepción que toma elementos de la visión social cristiana que fue ampliamente divulgada por grupos cristianos avanzados de los años 70. Una visión que habla de la obligación de ayudar a los desposeídos.

Sin embargo, es muy distinta a la visión de la izquierda, que no sólo intenta resolver el desajuste económico y social que provoca la inequitativa distribución de la riqueza, sino que pretende solucionar las causas de esta inequidad, el fondo de la cuestión sobre un reacomodo del manejo y, por lo tanto, de los beneficios obtenidos de los esquemas productivos. De cualquier forma, resultará interesante observar la forma en la que esta intención loable de principio de sexenio se va consolidando y manifestando a lo largo de los próximos años en el gobierno de Emilio. Yo, por mi parte, me atrevo a pronosticar que si las intenciones de Emilio, de beneficiar a los desposeídos, son llevadas más allá, encontrará fuertes opositores entre los sectores empresariales y clericales. Y si no, al tiempo.

Imposible olvidarnos de Fox

Y, como ya se vio, resulta imposible olvidarse de Vicente Fox. Este hombre, con sus propias palabras (o la pareja ex presidencial de México) se refirió a su relación con AMLO el día de anteayer, y dejó en claro y confirmó una vez más lo que todos sabemos; que el proceso electoral fue amañado y dirigido desde Los Pinos para evitar que su antagonista arribara al poder. Sí, Fox, se vengó de AMLO, pero a cambio dividió el país, desacreditó las instituciones y desbarató el sistema electoral. Y eso es todo por ahora; nos leemos mañana en esta misma Feria.

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Nuevamente los panistas, toman 'a medias' las propuestas de AMLO. Un programa que implemento con exito durante el tiempo que estuvo como Jefe de Gobierno y ahora continúa M. Ebrard.

¿¿Populismo?? ¿¿Peligro para Mexico?? Primero la guerra sucia, despues un fraude electoral, el objetivo: permanecer en el poder a cualquier costo. Y ahora, implementar programas que 'copiaron' de 'el enemigo' para legitimarse.