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martes, febrero 13, 2007

Opinión - Jorge Souza Jauffred

La Feria

Un gabinete a la derecha, empresarial y panista

Jornada Jalisco

Sin muchas sorpresas, el gobernador electo, Emilio González Márquez, presentó ayer a los integrantes de su gabinete; todas las secretarías quedaron definidas temprano por la mañana en un salón del hotel Hilton, así que las especulaciones terminaron. Naturalmente, el anuncio fue el tema del día. Comentarios, entrevistas, críticas, quejas, se manifestaron ampliamente a través de los espacios mediáticos con mayor o menor intensidad y permitieron a los jaliscienses echar una ojeada hacia el sexenio que comenzará el próximo primero de marzo.

Naturalmente, no hay motivos para esperar más de lo que hasta aquí nos ha ofrecido el PAN; tampoco para esperar menos. Pero, en el espacio incierto de lo posible, hay algunos factores que podrían inclinar la balanza y convertir el próximo gobierno en un gobierno bueno o en uno malo. Algunos de los factores que en este momento resultan destacados y que podrían influir en el rumbo del gobierno son los siguientes.

1. Distintos orígenes. Se trata de un equipo político que amalgama en un solo conjunto a representantes de distintas corrientes panistas y a empresarios locales. La principal, claro, responde directamente a Emilio, pero hay otra también fuerte y consistente que, en su momento, se consolidó al lado del actual secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña.

2. Seis ramiristas. Esta corriente, dirigida por un hombre que posee un gran poder sobre el estado, la representan los secretarios que “transbordaron” a la administración de Emilio: Miguel Angel Martínez Mora se mantiene en Educación; Alvaro García Chávez sigue en Desarrollo Rural, mientras que el ex alcalde interino de Guadalajara, Ernesto Espinosa Guarro, va a la cartera de Trabajo, un área en la que no ha destacado y en la que no es especialista. Otros ramiristas que podrían ser confirmados son Ignacio Novoa (quien iría a Pensiones del Estado), Federico Torres y Abraham Castellanos.

3. Funcionarios sin perfil. En el gabinete es posible encontrar a varios secretarios que no cumplen con el perfil requerido para sus cargos, como es el caso referido de Ernesto Espinosa Guarro, así como el de Martha Ruth del Toro, que realizó un muy mal papel en el Registro Público de la Propiedad y ahora es colocada en la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable; nada qué ver. En el mismo tópico, se encuentra el empresario Aurelio López Rocha, quien será el titular de Turismo; no por mucho viajar se adquieren los conocimientos para promover una entidad como Jalisco. Finalmente, dudo mucho que Tomás Coronado Olmos tenga el perfil requerido para desempeñarse como Procurador.

4. Pocas mujeres. Sólo dos mujeres ocuparán cargos en el gabinete. Es cierto, en el anterior hubo sólo una (Sofía González Luna), pero resulta significativo que los gobiernos panistas releguen a las mujeres. Además de Del Toro, se cuenta la ex regidora zapopana y ex diputada María del Carmen Mendoza Flores, quien será la contralora del gobierno.

5. Un secretario general de Gobierno, a la derecha. Fernando Guzmán Pérez Peláez es un secretario cuestionable. No sólo por la mano dura que le caracterizó durante el tiempo que cubrió ese cargo en el gobierno de Alberto Cárdenas, sino también por la forma en la que sus opiniones y posturas reflejan las de los representantes de la jerarquía eclesiástica; particularmente, la del cardenal Juan Sandoval Iñiguez. Habría que analizar su postura (terca y valiente) en relación con el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Fernando Guzmán tendrá ante sí un panorama mucho más complejo que el de hace nueve años.

6. Un gabinete complejo. La estructura del gabinete, con dos cabezas en la coordinación (Herbert Taylor y Alonso Ulloa), una en la Secretaría Particular (Antonio Gloria) y una más en la Secretaría General de Gobierno (Guzmán) permite prever situaciones difíciles. De acuerdo con palabras de Taylor, él intervendrá en proyectos “transversales” que involucren a dos o más secretarías; es decir, aquellos que Emilio ha construido como base de su sexenio (entre ellos el transporte colectivo y el ordenamiento de Puerto Vallarta). En tanto, Ulloa tendrá a su cargo actividades que otras secretarías realicen en forma continua.

Agregue usted al personalista y polémico Oscar García Manzano en Finanzas y ahí tiene usted un caldo bien condimentado.

7. Integración tipo PRI. Cabe señalar que la integración del gabinete presenta un enorme parecido con los gabinetes de los gobernadores priístas, que el PAN tanto cuestionó en su momento: los integrantes forman parte de un solo grupo; los espacios de poder se distribuyeron mediante “cuotas”; la estructura del gabinete responde a los intereses del mandatario en turno; y se prevé desde el comienzo cómo será la lucha por el poder dentro de seis años.

8. Discurso reiterado. Finalmente, podemos señalar que las palabras que el gobernador electo pronunció al dar a conocer su gabinete son, ni más ni menos, las que los gobernadores del PRI repetían una y otra vez: “No hay compromiso con ninguna persona, más que con el pueblo de Jalisco; este equipo tiene que dar resultados y quienes no cumplan, tendrán que dejar el espacio”; o “la transparencia, la inclusión, la apertura, deberán ser partes sintomáticas del nuevo gobierno”, entre otras.

Habría que desear que el gabinete funcione de la mejor forma y que los resultados para Jalisco sean estupendos. No puedo, sin embargo, desprenderme de la sensación que ha prevalecido durante los últimos 12 años, en los que algunos funcionarios de alto nivel del PAN se comportan como empresarios, incluyendo esa necesidad de buscar constantemente obtener ganancias económicas y de mirar a la gente pobre hacia abajo. Y eso es todo por ahora. Nos leemos mañana en este mismo espacio.

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