Universitarios, académicos y padres de familia firman misiva donde rechazan la medida
La propuesta es anticonstitucional, porque transgrede el artículo tercero constitucional, afirman
ZAIRA YAEL RAMIREZ - Jornada Jalisco
Universitarios, académicos y padres de familia se manifestaron en contra de la posibilidad de que el rector electo de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Carlos Briseño, cobre cuotas a los estudiantes de nivel de licenciatura.
Son 15 los inconformes que firmaron una misiva y retaron a Briseño Torres a debatir públicamente la posibilidad de fijar cuotas a los alumnos de licenciatura de la Universidad de Guadalajara.
De acuerdo con uno de los inconformes, Alfredo Villanueva Mercado, profesor de carrera titular B de la Preparatoria 2, la propuesta de Carlos Briseño es anticonstitucional, porque “transgrede el artículo tercero de la Constitución, que establece el carácter gratuito y laico de la educación que imparte el Estado. De permitirse tal propósito, el principio de la gratuidad educativa quedaría aún más vulnerado en la segunda institución de educación pública superior de México”.
El académico señaló que el cobro de tarifas es el principio de un proyecto que pretende privatizar la educación pública de México. “Con estas medidas se haría que la educación de la Universidad fuera exclusiva de élites y lo que sucede es que la UdeG da el aval para que escuelas particulares impartan las carreras de la propia universidad y eso provoca estándares de dudosa calidad educativa; son las llamadas escuelas patito.
“El cobro que quiere hacer la Universidad es un paso que pretende dar para formar parte de la Organización de Países en Desarrollo”, consideró Villanueva Mercado.
Desde el punto de vista de los inconformes, el argumento del rector electo de incrementar la percepción económica de la UdeG vía las tarifas universitarias resulta contradictorio, y lanzaron un exhorto a las autoridades de la casa de estudios para transparentar sus gastos y hacer buen uso de los recursos que perciben de la federación y del estado.
“Resulta inadmisible que si la institución requiere de cuotas de los estudiantes para su sostenimiento, al mismo tiempo los funcionarios estén dilapidando fuertes sumas de un menguado presupuesto, según el decir de dichos funcionarios, en obras empresariales como el Teatro Diana, el Centro Cultural o Zapo¡pum!”.
“Antes de pedir mayores recursos económicos, los funcionarios están obligados a transparentar el uso del presupuesto que recibe la institución y establecer prioridades del gasto de acuerdo con las tareas sustantivas de la universidad y se practiquen auditorías confiables”, se lee en el documento que firmaron los inconformes con la propuesta del rector electo de la UdeG, Carlos Briseño Torres.
Este grupo de universitarios añadió que el cobro de cuotas no beneficia a los estudiantes, pues dijeron que “es de todos conocido que el recurso que se obtiene por el cobro de tarifas no se destina para obras en las universidades, sino para cubrir intereses personales”, enfatizó Villanueva Mercado, quien aclaró que tienen documentados casos de universitarios que se han amparado por el cobro de cuotas voluntarias y han ganado ante instancias jurídicas que avalan la inconstitucionalidad de estos cobros.
Una de las inconformes es María Mercedes Hernández, quien lamentó la idea de Carlos Briseño de cobrar a los alumnos, pues dijo que de aplicarse esta medida, a su hijo, que cursa el quinto semestre de la carrera de Historia, le sería imposible continuar con sus estudios universitarios, pues no tienen manera de solventar un gasto extra.
“Mi hijo no podría tampoco pagar la carrera, porque con los horarios tan desiguales que les dan sería imposible que obtuviera un trabajo. A veces asiste en la mañana y otras veces por la tarde, por el sistema de créditos que opera en la Universidad de Guadalajara”, concluyó.
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