La presa en Arcediano, un proyecto que seguirá sin concretarse por el momento. Foto Arturo Campos Cedillo
El próximo titular de la CEAS se pronunció por una labor de negociación en torno a la presa
Nuevo amparo otorgado a ejidatarios del lugar hace pensar que la obra seguirá paralizada
JUAN CARLOS G. PARTIDA - Jornada Jalisco
La construcción de una presa en Arcediano, al fondo de la barranca de Huentitán, quedó en suspenso pese a que ya está liberada la autorización del Congreso para que el gobierno estatal utilice casi 2 mil millones de pesos para iniciar la obra. El otorgamiento de un nuevo amparo federal, ahora en favor de ejidatarios, aunado a las declaraciones hechas ayer mismo por el próximo titular de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS), César Coll Carabias, pone trabas a la obra.
Al decir Coll Carabias que antes de construir la presa habrá que resolver la situación jurídica y cuestionar la viabilidad del sitio por lo poroso del terreno, son señales muy claras de que por el momento la obra seguirá en el limbo.
El Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa concedió el nuevo amparo (que se suma a otros diez que están vigentes) en favor del Ejido Puente de Arcediano, por intermedio del ejidatario Faustino Gutiérrez Cabrera, quien lo solicitó para impedir el traslado de la estructura del puente, contra el cambio de uso de suelo y la construcción de la cortina de la presa.
Alarmados por la nueva acción legal, Enrique Dau Flores, actual director de la CEAS, convocó a conferencia de prensa encabezada por el abogado de la dependencia, Uriel Parga, quien entregó sendos legajos a los medios de comunicación en los que se comprueba que el ejidatario Gutiérrez Cabrera recibió dinero por el pago de su propiedad en 2003, lo que a su juicio le impide realizar una acción legal por algo que aceptó en su momento y que además ya le fue pagado.
La directora del Instituto de Defensa Ambiental (Idea), Raquel Gutiérrez Nájera, se rió de la urgencia de la CEAS para defenestrar el amparo, y explicó que éste no fue otorgado a favor de Gutiérrez Cabrera, sino de todos los ejidatarios del Ejido Puente de Arcediano.
“Faustino en lo individual no se está amparando. Es cierto, a él le pagaron su casa, pero él se está amparando como si fuera el comisariado ejidal –que no ha cumplido con su responsabilidad–, en representación del Ejido. Y si Faustino recibió dinero por su casa es porque si se la tumbaron se la tenían que pagar. En general se trata de que ahora los ejidatarios dudan de la utilidad pública que tendrá el lugar, de lo que les dijeron sería para utilidad pública”, dijo Gutiérrez Nájera.
Explicó que fueron los propios ejidatarios quienes acudieron a Idea de nueva cuenta, pues varios argumentaban que no les pagaron las cantidades que habían acordado y dejaron sin cumplir otros compromisos, además de que a final de cuentas los terrenos expropiados por el gobierno son más grandes que lo señalado. Por ello, agregó, el amparo también incluye la no remoción del puente para que evitar que les corten la única vía de comunicación que tienen entre ambos márgenes del río y que les inunden tierras que pertenecen al ejido.
Para la ambientalista, contar ahora con 11 amparos es “todo un blindaje jurídico” que evitará que se consume la construcción de una presa en el lugar menos adecuado, con un presupuesto multimillonario todavía por definir, sin contar aún con los resultados del estudio sanitario que realiza la Organización Panamericana de la Salud y con la suma de críticas de organismos ambientalistas locales, nacionales e internacionales que han señalado que solamente a un loco se le ocurriría construir una presa en ese lugar.
También ayer, César Coll Carabias, próximo director de la CEAS, dijo que se respetarán todos los amparos en vigor y una vez que asuma el cargo el primero de marzo no se hará ningún trabajo en Arcediano hasta en tanto se resuelvan los litigios pendientes.
“Tenemos que respetar todo el aspecto legal de la obra, todos aquellos juicios y amparos pendientes se tienen que ir dando y viendo en favor de quien se van resolviendo. Yo creo que es una labor de negociación con todos ellos porque tenemos que anteponer el bien común al bien de personas o de algún grupo en lo particular”, dijo el funcionario, en entrevista con los medios que cubrieron la encerrona de tres días en Mazamitla entre miembros del próximo gabinete estatal y el gobernador electo.
Administrador durante el pasado sexenio en la Comisión Nacional del Agua (CNA), Coll Carabias reconoció que existen además múltiples problemas técnicos en torno al sitio elegido en Arcediano para levantar la presa, entre ellos que a estas alturas del proyecto todavía no se cuenta con un diseño final que pueda pronosticar a detalle los costos de la obra, y uno muy importante de carácter geológico, pues como él mismo pudo darse cuenta en la CNA, el terreno de la barranca fue conformado y sedimentado con roca volcánica, lo que en un momento dado podría significar graves problemas tras anegarlo de agua.
Reiteró que buscará un diálogo con las personas amparadas y con los grupos ambientalistas que se oponen a la presa con la intención de lograr un acuerdo y evitar que la situación se complique aún más.
Enterada de las declaraciones de Coll Carabias, la presidenta de Idea, Raquel Gutiérrez Nájera, se mostró complacida, aunque dijo que todavía no han tenido contacto con él. “Su declaración es una buena señal de que efectivamente debe de terminarse toda la ilegalidad de la obra”, acotó.
Desde que el gobierno estatal anunció en 2001 que la presa se construiría en Arcediano, estudios de diversos especialistas demostraron que el lugar no es el adecuado por diversos factores, pero que se privilegió la zona en busca de integrarla a un proyecto urbanístico para detonar el norte de Guadalajara con un corredor que incluiría desarrollos turísticos, inmobiliarios y la construcción del museo Guggenheim.
El estudio multidisciplinario realizado por especialistas de la Universidad de Guadalajara en el 2004, subrayó que se privilegió escoger Arcediano entre el resto de propuestas, que fueron descartadas, en un proceso que tuvo “múltiples inconsistencias”.
“No existe certeza de que la convocatoria de recepción de alternativas fuera la idónea para incluir propuestas especializadas. No hay claridad en los argumentos de eliminación preliminar de otras alternativas que de entrada se observan pertinentes para la problemática inicial. Tal es el caso del descarte del sitio Loma Larga por una serie de factores geológicos no comprobados de manera concluyente”, dice el estudio universitario.
También señala que la metodología de evaluación socioeconómica de proyectos que llevó a la elección final de Arcediano carece de consistencia puesto que debió basarse en criterios de beneficio social integral y eficiencia del manejo del recurso hídrico, así como en procedimientos de evaluación idénticos para las distintas alternativas, y en una proyección de costos con un nivel de detalle adecuado.
“Las inconsistencias analizadas llevan a suponer que el proceso de selección estaba sesgado a favor del proyecto Arcediano desde un principio”, remata el estudio en torno a la elección del lugar.
De entrada se presentaron 53 proyectos antes de que la CEAS determinara que Arcediano era el sitio escogido. El 48 por ciento de ellos se dirigían a la creación de infraestructura y aprovechamiento del Río Verde, 16 por ciento a la promoción de una cultura del agua, 8 por ciento al uso eficaz del recurso a través del cuidado de las reservas, 8 por ciento a la gestión y planeación territorial, 8 por ciento al tratamiento del agua y 12 por ciento a otro tipo de alternativas.
El propio estudio de la UdeG recuerda que fue evidente que la CEAS se inclinó desde siempre por la elección de alternativas que implicaban la construcción de grandes obras de ingeniería y descartó desde la primera evaluación las alternativas de otra naturaleza, pues en ningún caso se consideró la importancia de fortalecer la promoción de una cultura del agua y su cuidado, así como el replanteamiento del crecimiento urbano de la zona conurbada de Guadalajara, lo que a juicio de los especialistas “es una inconsistencia grave” pues las políticas dirigidas al incremento de la oferta del agua sin el debido cuidado del recurso, a largo plazo ocasionarán problemas de abastecimiento similares a los que ahora existen.
De hecho, Arcediano promueve el derroche de agua, ya que su objetivo es garantizar un consumo de 280 litros diarios por habitante, sin importar que ello esté fuera de los lineamientos de sustentabilidad que van de 140 a 160 litros diarios por habitante para las ciudades sustentables, y no se evaluaron escenarios de menor demanda y mayor eficiencia, en particular terminar con las fugas en el sistema de tuberías en la ciudad, que representa casi el 50 por ciento del agua que llega para consumo.
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