ARGENTINA.
Sonia Santoro.
El juez Carlos Ronsanski es un experto en materia de abuso sexual infantil. Dice que falta capacitación adecuada y un cambio de ideología en muchos operadores para que los culpables de este delito sean condenados. 'El terrorismo de Estado irradió sus efectos en nuestra sociedad, incluso hasta nuestros días, en todo lo que afecte a grupos vulnerables', apunta.
Su imperturbable pelo largo y sus ojos celestes cautivaron a más de una, pero no tanto como la fuerza de sus argumentaciones en defensa de los derechos de niños y niñas y los derechos humanos en general. Carlos Ronsanski, juez de Cámara y Presidente del tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de La Plata, estuvo en Córdoba para dar una conferencia sobre abuso sexual infantil en el I Congreso Internacional contra la violencia hacia la Mujer y el II Congreso Internacional sobre Delitos contra la Integridad Sexual.
Rosanski fue titular de la Cámara del Crimen de Bariloche y participó en el Consejo de la Magistratura de Río Negro.
Durante su conferencia, que duró más de una hora, varios momentos levantaron aplausos agradecidos, de aquellas que encontraban en sus dichos la confirmación de sus ideas o el apoyo necesario para seguir trabajando en un campo tan duro como es el del abuso sexual infantil y la violencia contra las mujeres.
-¿Cuál es el principal problema para que en los casos de abuso sexual infantil se logren condenas para los culpables?
El problema principal sin duda alguna es la falta de una capacitación adecuada sumada a la ideología de muchos de los operadores. Cuando hablamos de capacitación, el sentido es un conocimiento adecuado de las principales características del fenómeno de ASI al igual que sus principales consecuencias en las víctimas. Quien es formado conociendo esas características, no va a tener dificultad en tomar en cada caso las medidas adecuadas para la protección de las víctimas y el eventual esclarecimiento de los hechos. En cuanto a la ideología, se trata de aquellos funcionarios que por mantener una cosmovisión basada en estereotipos, mitos y prejuicios de género y edad, reproducen en sus intervenciones esa cosmovisión, lo que se traduce a su vez en medidas muchas veces vergonzosas y que ponen en nuevos riesgos a las víctimas –por ejemplo las revinculaciones con los abusadores o malytratadores-.
- Usted dijo que hoy la intervención en casos de abuso sexual infantil no es respetuosa, ¿puede explicar esto?
Una intervención respetuosa es aquella que en todo momento tiene en cuenta las necesidades y padecimientos de las víctimas. Para eso es indispensable aquella combinación que mencionaba de conocimiento con una cosmovisión sensible. En general no se dan ambas características en muchos de los operadores, con lo cual las intervenciones dejan de ser respetuosas. Ello una vez más no sólo perjudica a las víctimas, sino que como dije las pone en alto riesgo.
-Usted ha actuado también en juicios contra represores de la dictadura ¿encuentra alguna relación entre el legado que nos dejó esa etapa y la impunidad en los casos de abuso sexual infantil?
Hay desde mi punto de vista una relación interesante entre aquel legado y la impunidad no sólo en casos de ASI, sino además en todo lo que se refiera a cuestiones de género o que afecten a grupos vulnerables de la sociedad. De las sentencias firmes dictadas en los juicios realizados por violaciones masivas a los Derechos Humanos, se desprende que el terrorismo de Estado irradió sus efectos en nuestra sociedad, incluso hasta nuestros días. La pérdida de empatía y la falta de sensibilidad ante la injusticia son algunos de los factores que, a mi entender derivados de aquella etapa, conspiran contra intervenciones respetuosas en casos de abuso infantil. Recién en estos años es posible ver signos de recuperación de aquellas pérdidas tan importantes respecto de comprender el dolor ajeno y es a partir de esta nueva etapa, que se puede comenzar a hablar de verdaderos cambios en las intervenciones tanto policiales como judiciales en la materia. Desde luego que lo vinculado a la violencia doméstica es alcanzado por muchos de los factores que afectan también a la intervención en ASI.
-En estos días la Cámara de Casación de La Plata deberá resolver si ratifica la condena o absuelve al sacerdote católico Julio César Grassi ¿Qué espera que suceda y cómo evalúa este caso en esta perspectiva?
En realidad, no podría opinar sobre los detalles ya que no intervine en ese juzgamiento y desconozco el expediente. Pero, a estar por las informaciones periodísticas, hubo un tribunal que consideró ampliamente probados los hechos por los que condenó. Más allá del resultado final de la sentencia, lo cierto es que hasta no hace mucho tiempo era impensable que un sacerdote fuera juzgado y menos condenado por abusos sexuales a niños.
-Usted plantea que el backlash comenzó hace 15 o 20 años cuando se produjeron los primeros logros en el cambio de paradigma en materia de derechos del niño/a ¿qué características asume hoy el backlash en nuestro país?
Hoy esa reacción negativa (backlash) ante los avances en defensa de los niños, es cada vez más violenta. A los abusadores y sus protectores les cuesta mucho aceptar la evolución que se produjo en las últimas décadas en la materia y recurren a todos los medios para contrarrestarla. Las agresiones a las víctimas y a quienes los auxilien, incluyendo fiscales y jueces sensibles, están siempre a la orden del día. A eso hay que agregar que también hay operadores policiales y judiciales que comulgan con la ideología de muchos abusadores y agresores, lo que sin duda complica las intervenciones. De todos modos, el avance, desde mi punto de vista, es muy superior al retroceso que pretenden los agresores y así seguirá siendo si nuestra sociedad profundiza los cambios de paradigma que hoy se pueden notar en la sociedad –por ejemplo el casamiento entre personas del mismo sexo, la discusión sobre el aborto…-
-El caso del juez Martín Lozada, al que se le pidió el juicio político por haber autorizado un aborto permitido por la ley se enmarca dentro de este backlash?
Sin duda es una forma clarísima de backlash ya que una parte de la sociedad de Bariloche no soportó que él tomara las medidas adecuadas, legales y además moralmente justas. Pero, no se puede dejar de valorar que otra parte muy importante de la misma sociedad barilochense salió en su apoyo y es ese el camino para evitar atropellos como los que ese buen juez debió soportar.
-Que Lozada haya sido apartado del caso de gatillo fácil ¿tiene alguna relación?
No conozco los detalles de ese apartamiento pero, no sería extraño que existiera relación ya que el hilo conductor siempre es el ataque a aquellos funcionarios que hacen lo correcto, sobre todo en temas tan ríspidos como estos.
-Usted fue camarista en Bariloche, ¿qué recuerdos tiene de los jueces que hoy piden el juicio político? ¿Cómo cree que se resolverá su situación?
Yo estoy convencido que se va a resolver favorablemente hacia él. Es muy fácil la razón, desde mi punto de vista. Cuando una parte importante de la sociedad decide no tolerar agravios como los que se ha intentado respecto de Lozada, nada ni nadie lo puede evitar. Es mucha más poderosa la energía de las personas de bien que apoyan a los justos que la de quienes defienden posiciones basadas en la discriminación y desprecio de las niñas víctimas de históricos atropellos.
Foto: Argentina, Justicia - Carlos Ronsanski, juez de Cámara y Presidente del tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de La Plata. / Fuente: ARTEMISA
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