Lleva 75 días, pero Calderón siente “que han sido como siete años”.
Por: Daniel Lizárraga
Monterrey, N.L., 15 de febrero (PROCESO).- Durante la inauguración del Hospital Materno Infantil de Alta Especialidad en esta ciudad, y en una de esas pocas ocasiones en que el presidente Felipe Calderón se aparta del texto del discurso, el Ejecutivo federal deslizó un comentario del que asomó un dejo de cansancio:“Por eso me alegra mucho el poder estar aquí, porque estamos cumpliendo con nuestro deber, sin descuidar otras tareas imprescindibles para el país, como son la de la seguridad, como son la de preservar la seguridad y la certidumbre económica de los mexicanos”.Más aún: “Hoy damos cumplimiento con estas acciones a los compromisos asumidos con los mexicanos en los primeros cien días de gobierno, que por ahora van más o menos como 75, pero ya han sido como siete años, yo creo”.El comentario congeló por momentos el rostro de sus más cercanos colaboradores.Incluso algunos de sus acompañantes en la gira, como el secretario de Salud, José Ángel Córdoba Villalobos, observaron sorprendidos al presidente.Pero la tenue sonrisa esbozada por el michoacano relajó por el momento la incertidumbre.Y es que en el ambiente había dos circunstancias que pesaban como una loza:Una era el desparpajo con el que se condujo Vicente Fox en Washington, durante su proyección como conferencista internacional, en que habló de su “victoria electoral” del pasado 2 de julio y presumió abiertamente haberse desquitado, ese día, de su acérrimo enemigo político: Andrés Manuel López Obrador.Y el otro imponderable, que vuelve denso el ambiente en torno a Felipe Calderón, son las severas medidas de seguridad, cada vez más estrictas, a cargo del Estado Mayor Presidencial (EMP).Este día, por ejemplo, a fin de que el michoacano arribara sin riesgos al Hospital Materno Infantil de Alta Especialidad, ubicado en el municipio de Guadalupe, suspendieron por completo la circulación en los alrededores del aeropuerto.En este tipo de traslados por tierra, el EMP siempre usa camionetas de diferentes tipos y colores, de tal forma que nunca se sabe con precisión en cuál viaja el presidente.Aun así, Calderón estaba de buen humor. Por eso quizá se atrevió a dejar el discurso que siempre le prepara un equipo encabezado por Alejandra Sota.Esta es la segunda ocasión que lo hace. La anterior ocurrió en Hidalgo, en que confundió al equipo local, el Pachuca, con los Diablos Rojos del Toluca:“Muchas gracias por la invitación, presidente del Club de Futbol Toluca… Pachuca... perdón, Pachuca, estaba viendo a las demás personalidades y se me fue el tiro, perdón”, dijo antes de colocar la primera piedra del Centro de Formación de la recientemente creada Universidad del Futbol.
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