Páginas

::::

Mostrando las entradas con la etiqueta Rosa Elvira Vargas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Rosa Elvira Vargas. Mostrar todas las entradas

domingo, diciembre 31, 2006

Concluye 2006 con el cambio de poder y el uso apabullante de la fuerza pública

- La represión del pueblo oaxaqueño y los resultados electorales, de lo más discutido
- Concluye 2006 con el cambio de poder y el uso apabullante de la fuerza pública

ROSA ELVIRA VARGAS / III , ULTIMO (Primera Parte, Segunda Parte)

Hoy culminan 12 meses en los cuales los mexicanos prácticamente no tuvieron tregua entre la indignación, el asombro y el desencanto. Se golpeó y encarceló a muchos oaxaqueños de manera inmisericorde, mientras el gobernador Ulises Ruiz sigue en su cargo. Vicente Fox no pudo leer ante el Congreso su último Informe de gobierno y Felipe Calderón apenas estuvo cuatro minutos en el Palacio Legislativo para que, entre empujones que ocasionaron entre sí sus propios seguidores y los gritos de protesta del PRD, jurara como presidente constitucional para el periodo 2006-2012.

Diciembre concluye con el signo de los nuevos tiempos: el uso apabullante de la fuerza pública como garantía de gobernabilidad y un presupuesto para 2007 que restringió el gasto en áreas fundamentales de la política social.

Septiembre, la consumación

En medio de una agitada sesión de Congreso y con el argumento de que se habían conculcado las garantías individuales al cercar numerosas colonias que rodean al recinto legislativo, el primero de septiembre el PRD tomó la tribuna de San Lázaro, lo que provocó que Vicente Fox sólo llegara hasta al vestíbulo del inmueble, entregara el documento de su sexto informe de labores y se retirara del lugar, con lo cual se marcó un hito en la historia de estas ceremonias.

Fox se convirtió así en el primer presidente de México en no dirigir un mensaje a la nación desde la máxima tribuna legislativa. Para superar el desaire, la Presidencia de la República transmitió en cadena nacional una alocución previamente grabada por Fox Quesada.

A la siguiente semana, el día 5, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) convalidó las elecciones del 2 de julio y ratificó el triunfo de Calderón Hinojosa, ello a pesar de admitir la existencia de irregularidades antes y durante las elecciones. El día 6 y en medio de un fuerte operativo de seguridad, el panista se presentó en el TEPJF para recibir la constancia que lo acreditaba como presidente electo.

Y frente a la amenaza del PRD y los seguidores de López Obrador de realizar el día 15 ­en paralelo a la oficial­ su propia ceremonia del Grito de Independencia y de llevar a cabo, al día siguiente, en la plancha del Zócalo, la convención nacional democrática, el país vivió dos semanas de intenso debate e intercambio declarativo.

El resultado fue que la noche del 14 de septiembre la Presidencia de la República informó que Fox cumpliría en Dolores Hidalgo, Guanajuato, el rito anual por el inicio de la gesta de Independencia, lo cual realizó, en efecto, bajo un torrencial aguacero.

Pero el mismo día 14, la Secretaría de la Función Pública eximió de toda responsabilidad en los delitos de tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero a Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún.

El 16, una vez que se levantó el plantón instalado desde el 30 de julio a lo largo del corredor Reforma-Zócalo en el Distrito Federal, por la mañana se realizó el tradicional desfile militar de Independencia y por la tarde, a mano alzada, más de un millón de delegados eligieron a López Obrador "presidente legítimo" de México.

El viernes 22, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ratificó la inhabilitación por 10 años y la multa impuesta a la ex coordinadora de Protección Civil Carmen Segura Rangel, hoy diputada local a la Asamblea del Distrito Federal, postulada por el PAN. A ella se le encontró culpable del desvío de recursos públicos para la precampaña de Santiago Creel.

El agitado "mes patrio" terminó con una noticia llegada desde Estados Unidos, cuando el 29 el Senado de aquel país aprobó por 80 votos a favor y 19 en contra la construcción de una barda de mil 125 kilómetros a lo largo de la frontera con México.

Y como había ocurrido a lo largo de todo 2006, las ejecuciones del narcotráfico se incrementaban en número y virulencia. El miércoles 6, un comando armado irrumpió en un centro nocturno de Uruapan, Michoacán, y luego de disparar al aire arrojó a la pista de baile cinco cabezas humanas.

Octubre, la resaca

Mientras la atención nacional se mantenía ocupada con la situación poselectoral, el conflicto en Oaxaca crecía en intensidad y violencia. Empezaron además a sucederse asesinatos, como el de Alejandro García Hernández, el 14, cuando hombres vestidos de civil dispararon contra una barricada instalada en el centro de la ciudad por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).

Días antes, el 5, una buena noticia para México llegaba desde el Reino Unido: el periódico The Times ubicaba a la UNAM como la mejor universidad de habla hispana y mencionaba su ascenso de 21 puestos entre las 100 mejores del mundo.

Pero en el equipo del designado presidente electo tampoco se perdía tiempo para anticipar el rostro que distinguirá a la administración de Calderón Hinojosa. El 16, se anunció la incorporación a los trabajos de la transición de quien a la postre sería el secretario de Hacienda, Agustín Carstens. Ese mismo día, además, los consejeros del TEPJF difundieron que en recompensa a su trabajo en el año electoral se asignaron un bono equivalente al salario de 11 meses, más fondo de retiro, aguinaldo y vacaciones.

A la semana siguiente, el 24, el vocero de Los Pinos, Rubén Aguilar, anunció que por ser un rito "anacrónico" se canceló el desfile deportivo con el que anualmente se conmemora a la Revolución Mexicana.

Octubre también consignó sucesos necrológicos, como la muerte, el lunes 9, del ex secretario de Gobernación y ex aspirante a la Presidencia de la República Mario Moya Palencia.

Por cierto, un día después, la Corte negó amparo al presidente de Provida, Jorge Serrano Limón, contra la sanción impuesta por la Secretaría de la Función Pública por 13 millones de pesos y la prohibición para ocupar cargos públicos durante 15 años.

Pero ante todo estaba Oaxaca y la discusión en el Senado para declarar la desaparición de poderes y la consecuente salida de Ulises Ruiz. El conflicto llegó a niveles de tragedia cuando el 27 de octubre fue asesinado durante un enfrentamiento entre estudiantes y hombres de civil con armas de alto poder el camarógrafo Bradley Roland Will, de Indymedia.

Noviembre, los muertos

Así inició el penúltimo mes del año. En la capital oaxaqueña, el jueves 2, estudiantes, vecinos, maestros y padres de familia repelieron un ataque de la policía a las instalaciones de Ciudad Universitaria. Ese día la APPO llamó a todas sus organizaciones a pasar a la defensiva y convocó a una nueva marcha para el domingo siguiente.

El lunes 6, la ciudadanía despertó con el estruendo informativo del estallido de seis artefactos explosivos colocados en la sede del TEPJF, del edificio central del PRI y de una institución bancaria. No hubo heridos, sólo daños materiales, y al día siguiente varios grupos guerrilleros reivindicaron la acción como respuesta a los hechos de San Salvador Atenco, Oaxaca y el "fraude electoral".

Asimismo, y por segunda vez en su administración, Fox recibió el rechazo de los legisladores que debían aprobar su viaje a Vietnam y Australia, última gira de su mandato y donde, se dijo, además de cumplir con el compromiso de participar en la cumbre del Mecanismo de Cooperación Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) el mandatario tenía la intención de visitar, en el segundo país, a su hija Paulina. El enojo del jefe del Ejecutivo se transmitió en cadena nacional, donde se dijo "secuestrado" por el Congreso.

Al día siguiente y tras la mofa que causó el "berrinche" presidencial a los diputados, en Los Pinos y al finalizar la ceremonia por la entrega de los premios nacionales de ciencias y artes, la actriz Julieta Egurrola increpó a Vicente Fox al entregarle un documento consignando los nombres de las mujeres ultrajadas en Atenco, así como los desaparecidos reportados en Oaxaca.

Y como hacían los gobiernos del PRI cuando el presidente saliente autorizaba aumentos de precios en productos básicos, la administración de Vicente Fox acordó, el 16, incrementos a la gasolina Premium y a la leche Liconsa.

El 18 del mes pasado, además, la Agencia Federal de Investigación (AFI) tomó el penal de Morelia, donde se habían amotinado varios presos, quienes tomaron como rehenes a varios defensores de oficio. El resultado fue de cuatro abogados y un reo muertos.

El día 20 de noviembre, López Obrador rinde protesta como "presidente legítimo" ante miles de personas en el Zócalo capitalino. Ahí presentó un programa de 20 puntos y dijo que su gobierno tendrá "millones de representantes".

El 25 se suscitó en Oaxaca uno de los más feroces enfrentamientos entre los militantes de la APPO y la Policía Federal Preventiva (PFP), donde se registraron más de 100 heridos y cientos de detenidos y desaparecidos.

Por esos días, además, Calderón Hinojosa presentó en diversas emisiones a los integrantes de su gabinete, entre los que sobresalieron ex funcionarios de gobiernos del PRI, así como militantes de larga data en el PAN y no pocas ratificaciones. Por esas fechas, además, se incrementaban los amagos para impedir que el primero de diciembre el designado presidente electo rindiera protesta en San Lázaro.

Como en la víspera del primero de septiembre, también esta vez se cercaron los accesos al Palacio Legislativo.

El lunes 27, un total de 141 detenidos en Oaxaca en los acontecimientos del 25, fueron trasladados a un penal en Nayarit, al tiempo que se realizan otros cateos.

Al día siguiente, en el recinto legislativo, los diputados del PAN se apoderaron de la tribuna en medio de golpes con sus homólogos del PRD. Ambos grupos se instalaron desde ese día en el salón de plenos y ese fue el preámbulo de cómo transcurriría la ceremonia de cambio de poderes.

El 30 de noviembre, casi a la medianoche, en Los Pinos ocurrió una inusitada ceremonia cuando Vicente Fox se despojó de la banda presidencial y la entrega a un alumno del Heroico Colegio Militar. Ese gesto ocurrió en presencia del propio Calderón Hinojosa y de los integrantes de los gabinetes saliente y entrante. Ahí, en medio de militares y designado Calderón "presidente" por una voz en off, se dio prácticamente el relevo de mandos.

Al final, el primero de este mes que hoy concluye, y en medio de continuados enfrentamientos entre legisladores del PAN y del PRD, y no obstante la presencia de varios jefes de Estado e invitados especiales de otros países, el operativo dispuesto por el Estado Mayor Presidencial y el secuestro de la tribuna por parte de los panistas llevaron a Felipe Calderón y a Vicente Fox a la tribuna para que el primero rindiera la protesta de rigor en un acto que duró menos de cinco minutos.

A partir de ese día, Calderón Hinojosa, ya en Los Pinos, ha decidido acciones de fuerza, como la incursión policiaca ordenada en Michoacán, la aprehensión, un día antes de cumplir una cita en Gobernación, del líder de la APPO, Flavio Sosa, quien se encuentra recluido en el penal de alta seguridad de Almoloya junto con otros de sus compañeros y el anuncio, desde el día 2, de que aumentará los salarios de soldados y marinos.

Asimismo, envió al Congreso un proyecto de presupuesto para 2007 que incluyó lo mismo sustanciales recortes a la educación y el agro, al tiempo que propuso el aumento en los impuestos para cigarrillos y refrescos, si bien este último le fue rechazado.

El año concluye hoy con un Presidente que, satisfecho por tener la aprobación del gasto para el próximo año, se fue de vacaciones.

sábado, diciembre 30, 2006

Insensatez política en 2006: Atenco, Oaxaca y comicios, sólo unos ejemplos

- El Presidente, gobernadores y candidatos protagonizaron vergonzosos espectáculos

ROSA ELVIRA VARGAS/II - La Jornada 30/12/06 (Primera Parte)

Las secuelas de la represión contra trabajadores metalúrgicos en Lázaro Cárdenas, Michoacán, a finales de abril, y pocos días después la agresión en San Salvador Atenco, estado de México, con saldo de dos muertos en cada caso, así como los numerosos detenidos en la población mexiquense, entre ellos varias mujeres que fueron vejadas sexualmente, marcaron la pauta de los conflictos sociales en el segundo tercio del año.

Asimismo, en el ámbito político el país vivió el recrudecimiento del tono de las campañas electorales y el turbio proceso del cómputo de votos, luego de los comicios del 2 de julio, así como las manifestaciones y la resistencia pacífica que protagonizaron miles de ciudadanos, que llamaron la atención en esos complicados meses.

Mayo, la represión

El Día de la Santa Cruz, sin que en apariencia se tratara de un problema grave (el desalojo de floricultores en un mercado de Texcoco), devino enfrentamiento entre ejidatarios de San Mateo Atenco, pertenecientes al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, y policías municipales y estatales. Luego de intermitentes enfrentamientos a lo largo del día, la madrugada del jueves cuatro, la Policía Federal Preventiva (PFP), en un bien calculado despliegue, ingresó a Atenco y detuvo a decenas de personas.

Al saldo inicial de un muerto, el joven Javier Cortés Santiago, se sumaría, semanas después, Alexis Benhumea, quien fue herido con un proyectil de gas lacrimógeno durante el desalojo. El martes siguiente a los hechos en Atenco, la Comisión Nacional de Derechos Humanos recibió 16 quejas por abuso sexual y siete por violaciones presuntamente cometidas durante el traslado al penal de Santiaguito. El 11 de ese mes, desde Viena, Austria, el presidente Vicente Fox justificó el operativo policiaco en la población mexiquense: fue "para traer paz a los habitantes, ante una embestida de violencia".

Este mes todavía hubo sorpresas. El día 18, el Vaticano aplicó la suspensión canónica a divinis al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, por el delito de abuso sexual contra menores.

Al mismo tiempo, en las campañas por la Presidencia de la República la polarización fue cada día más evidente. Así, por ejemplo, el día 15, diputados del PRD presentaron una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública por el supuesto desvío de 55 millones de pesos del Programa de Vivienda Rural hacia la campaña de Felipe Calderón Hinojosa, por diputados del PAN en contubernio con la ex secretaria de Desarrollo Social ­hoy de Educación Pública­ Josefina Vázquez Mota. Tres días después, el 18, Fox negó una audiencia a López Obrador con el inverosímil argumento de que él no se involucraría en la contienda electoral.

El 23, luego de una profusa difusión, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó el retiro de tres espots, por considerar que su contenido era denigrante y ofensivo para López Obrador, porque lo señalaban de ser "un peligro para México". Dos días después, también le ordenó sacar del aire aquellos promocionales que vinculaban al perredista con los linchamientos ocurridos en Tláhuac.

Junio, cuenta regresiva

En plena recta final de las elecciones presidenciales, junio arrancó con las secuelas de los meses previos en casi todos los órdenes. Así, el senador Manuel Bartlett interpuso una denuncia por daño moral contra el panista Germán Martínez Cázares, quien al fragor de las campañas lo culpó del asesinato del periodista Manuel Buendía. Y en un hospital del ISSSTE, el miércoles 7, falleció el estudiante Alexis Benhumea, herido por la policía en San Salvador Atenco, durante los hechos del 3 de mayo.

En el segundo debate entre los candidatos presidenciales, al que asistió López Obrador, el 6 de junio, estalló una bomba cuando el perredista acusó a Calderón Hinojosa de favorecer a su cuñado Diego Zavala con contratos gubernamentales (Hildebrando, SA), ingresos de los que además no había declarado ante la Secretaría de Hacienda.

En ese contexto, el paro magisterial iniciado desde mayo en Oaxaca, en demanda de aumento salarial y mejores condiciones de empleo, empezó a sumar a otras organizaciones de la sociedad. Como única respuesta, el miércoles 14, el gobernador Ulises Ruiz envió a la fuerza pública para tratar de desalojar a los manifestantes, instalados en plantón en el centro histórico de la capital oaxaqueña, operación que dejó un saldo de 92 heridos y la radicalización del movimiento, que sumó a sus exigencias la dimisión del mandatario local.

En el escándalo de Hildebrando, el candidato Calderón dejó los argumentos por el denuesto y rebautizó a su contrincante del PRD como López hablador, y lo retó a exhibir contratos con su firma para favorecer a Diego Zavala, de lo que, por cierto, nunca lo acusó el abanderado de la coalición Por el Bien de Todos.

Finalmente, después de una agotadora y desgastante campaña, que en rigor duró un año, a finales de junio los candidatos pusieron fin a su actividad proselitista. López Obrador reunió a cientos de miles en el Zócalo, Calderón Hinojosa en el Estadio Azteca y Roberto Madrazo en mítines en varias ciudades.

Julio, el desaseo

Con un padrón de 71 millones 350 mil 976 ciudadanos con derecho a voto, México acudió a las que, según cifras oficiales, serían las elecciones más competidas en la historia. Luego de una jornada comicial sin mayores incidentes, la noche del 2 de julio Luis Carlos Ugalde, presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), informó que no obstante tener 95.12 por ciento de resultados del conteo rápido, no era posible determinar cuál candidato era el ganador.

Calderón Hinojosa y López Obrador se declararon triunfadores.

De inmediato, López Obrador desconoció los resultados oficiales y denunció la pérdida de 3 millones de votos. Eso ocurrió el lunes 3. Al día siguiente, el IFE dio a conocer el cómputo de 11 mil 184 millones no contabilizados por el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), según los cuales Calderón obtenía 35.91 por ciento de sufragios y López Obrador 35.28 por ciento, con una diferencia real de 257 mil 532 votos, lo que, sufragios más o menos, décimas más o menos, al final sería el resultado oficial de esos comicios.

Una afirmación que resultó fundamental para desconfiar de la limpieza del proceso y del conteo de los votos fue la del propio Ugalde, el jueves 6, al declarar como ganador a Calderón Hinojosa, suplantando funciones exclusivas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Según él, la regla de oro de la democracia establece que "gana el candidato que tenga más votos".

En una de las muchas y multitudinarias concentraciones en el Zócalo a que convocó después del 2 de julio, el sábado 8, López Obrador dio a conocer grabaciones que exponían la manipulación electoral en favor de Calderón Hinojosa, realizada por la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo con el apoyo de gobernadores, como el tamaulipeco Eugenio Hernández Flores, y el secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola.

Finalmente, después de una salida de facto y de la evidencia de una auténtica guerra contra el entonces candidato del PRI a la Presidencia, Roberto Madrazo, el jueves 13 ese partido expulsó de sus filas a la profesora Gordillo Morales, ex secretaria general del mismo.

El día 15, el TEPJF comenzó el análisis de los recursos de impugnación de los comicios. El 18, el Estado Mayor Presidencial aumentó las medidas de seguridad en torno de Felipe Calderón, cuando ese día, al salir del Club de Periodistas, fue increpado por varias personas. Mientras esas manifestaciones espontáneas tenían lugar, varios artistas plásticos mostraban obras contra el fraude en Avenida Juárez, las cuales fueron mutiladas por manos anónimas la madrugada del 19.

Dos días después, López Obrador se comprometió a acatar el fallo del TEPJF si se aceptaba el recuento voto por voto, postura que se convirtió en el eje de la polémica poselectoral, al tiempo que Calderón Hinojosa trataba de obtener apoyos para legitimar su triunfo; el martes 25, por ejemplo, se reunió con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuya dirigente vitalicia, Elba Esther Gordillo, lo llamó "presidente electo".

El domingo siguiente, 30 de julio, el candidato de la coalición Por el Bien de Todos anunció en una gigantesca concentración, que abarcó desde el Museo de Antropología hasta el Zócalo, la instalación de un plantón permanente, con el reclamo de que se limpiara la elección. Esa acción fue secundada por miles de personas, que desde ese día decidieron pernoctar y vivir en calles centrales de la capital del país.

Agosto, el reclamo

Al comenzar este mes, la convulsión política provocó que noticias como la detención de Francisco Javier Arellano Félix, por agentes estadunidenses, el 16, pasara casi desapercibida. Durante días, la coalición Por el Bien de Todos redobló sus protestas y la presentación de pruebas del fraude, aseguraban, cometido el 2 de julio. Y en contrapartida proliferaron también los ataques contra López Obrador en diversos medios de comunicación, incluida la web, donde en algunos casos se detectaron correos enviados desde oficinas de gobierno. Pero el día 5 el TEPJF resolvió por unanimidad desechar el conteo voto por voto y a cambio anunció la apertura de 11 mil 839 paquetes electorales, en los cuales, una vez iniciada la revisión, se encontraron numerosas irregularidades.

En vísperas del último informe presidencial de Vicente Fox, el PRD reiteró sus advertencias de que no iba a permitir al mandatario presentarse en San Lázaro. A mediados del mes, el Palacio Legislativo fue cercado por más de 800 elementos del la Policía Federal Preventiva, el Estado Mayor Presidencial y la policía capitalina. El día 23, sin mayor discusión, el Consejo General del IFE aprobó la asignación de diputados y senadores para la LX Legislatura.

De igual forma, el conflicto oaxaqueño, hasta entonces soslayado por las autoridades federales, creció. El ciclo escolar empezó sin que en esa entidad también comenzara.

Y en un adelanto de lo que se decretaría a principios de septiembre, el TEPJF desechó, por improcedentes o infundados, la mayoría de los 375 juicios de inconformidad presentados contra la elección presidencial. López Obrador exclamó en el Zócalo que el Tribunal Electoral asumía una actitud cómplice, al convalidar el fraude de la elección. Anticipó que podría construir un "gobierno legítimo".

viernes, diciembre 29, 2006

Política, represión, crimen y tragedias, marcas de 2006

- Campañas, vituperios y ejecuciones, noticias constantes

- A pocas semanas de su salida nadie parece querer recordar a Fox

ROSA ELVIRA VARGAS /I - La Jornada 29/12/06

De principio a fin, 2006 será un año del que los mexicanos guardarán huellas imborrables en la memoria. Si bien la política fue la gran protagonista a lo largo de estos 12 meses, otros temas acapararon también la atención.

Contra lo ocurrido en otros años electorales, en éste el registro cronológico consigna, además de las campañas más confrontadas y uno de los resultados comiciales más impugnados de la historia, otra serie de sucesos en los cuales el gobierno federal, en manos del Partido Acción Nacional (PAN), utilizó a la fuerza pública en forma artera y reiterada contra la población y los trabajadores, significativamente en los estados de México, Michoacán y Oaxaca.

El resultado de un año tan errático y convulso está a la vista: un ex presidente, Vicente Fox, del que en pocas semanas nadie parece querer acordarse; un mandatario constitucional, Felipe Calderón, quien desde su primera semana en Los Pinos puso en evidencia que fueron discursos antagónicos los empleados para pedir el voto y el que tiene ahora para gobernar, y un ''presidente legítimo'', Andrés Manuel López Obrador que, trashumante, se mantiene como líder de un movimiento nacional que aglutina y desafía.

En 2006, México presenció y protagonizó el movimiento de resistencia pacífica más extenso y multitudinario de su historia y, al mismo tiempo, fue testigo o actor de escenas de violencia gubernamental en donde, además, el gobierno empleó el mismo ahínco tanto para impulsar la campaña presidencial de su candidato como para reprimir manifestaciones sociales; en hacer retórica contra las medidas migratorias de Estados Unidos, al autorizar la construcción de un gigantesco muro en su frontera sur, que en regatear justicia a las familias de los mineros de Coahuila que fallecieron tras la explosión en la carbonífera Pasta de Conchos.

Con ímpetu desmedido, Vicente Fox defendió a su esposa, Marta Sahagún, y a los hijos de ella ante las investigaciones por enriquecimiento inexplicable y tráfico de influencias, mientras volteaba la vista hacia el infinito para no encarar el desmesurado crecimiento de la violencia protagonizada por el narcotráfico y el crimen organizado.

Podría decirse, quizá, que salvo para los seguidores de las Chivas, y en todo caso para los de Felipe Calderón, 2006 fue un auténtico annus horribilis a la mexicana.

Enero, el preámbulo

Como en 1994, cuando el primer día del año apareció ante el mundo, esta vez el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tomó esa fecha para arrancar la otra campaña por todo el país. Desde sus primeros discursos el subcomandante Marcos atacó la opción electoral representada por López Obrador. ''El no es de izquierda'' y su equipo está constituido, dijo, por gente que trabajó con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Así, al arranque del año, y cuando los candidatos a la Presidencia de la República cumplían a regañadientes la tregua a las campañas impuesta por el Instituto Federal Electoral (IFE), el crimen organizado arreciaba sus vendettas y en el rumbo de Santa Fe, en la ciudad de México, asesinó a dos militares del cuerpo de elite Gafe (Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales) en una acción que, con diversas modalidades y llevando como víctimas a miembros de la propia delincuencia y de los cuerpos del orden, se convertiría en cuño corriente en 2006.

Ese mismo mes, el presidente Vicente Fox nombró a la entonces directora del DIF, Ana Teresa Aranda, como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso). La nueva funcionaria en apenas 11 meses logró desmantelar una de las pocas áreas del gobierno federal que habían recibido reconocimiento por el cumplimiento de sus metas.

Febrero, la explosión

El sábado 4, y en acatamiento a leyes de Estados Unidos, el hotel Sheraton-María Isabel expulsó de sus instalaciones en la ciudad de México a una delegación comercial cubana; entre sus integrantes se encontraba Raúl Pérez de Prado, viceministro primero del Ministerio de la Industria Básica. Ante la protesta de La Habana, la Secretaría de Relaciones Exteriores ofreció investigar y envió una tibia protesta verbal a la Casa Blanca. Al final se impuso al hotel una multa de poco más de un millón de pesos.

Las campañas electorales, mientras tanto, entraron al desenfreno declarativo y acusatorio que las marcaría irremediablemente. Un ingrediente que gravitó en toda la contienda fueron las declaraciones del ex presidente del gobierno español, José María Aznar, quien en visita a México llamó a votar por Felipe Calderón Hinojosa y en clara alusión a López Obrador advirtió contra los ''peligros del populismo''.

Ese mes, sin embargo, contundentes revelaciones presentadas por La Jornada, y la tragedia ocurrida en la mina de carbón Pasta de Conchos, marcarían aquello que México tuvo que encarar y vivir en este aciago año. El 14 de febrero, la reportera Blanche Petrich presentó el contenido de una serie de conversaciones telefónicas entre el empresario textil Kamel Nacif y el gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, donde se evidencia cómo ambos fraguaron la detención, el 16 de diciembre anterior, de la periodista Lydia Cacho.

La revelación del contubernio entre el poder económico y el político para orientar todo el aparato de justicia poblano en perjuicio de la escritora que puso al descubierto una extensa red de pederastia que operaba en Cancún, bajo la égida del también empresario Jean Succar Kuri, produjo inmediatas reacciones en todas las esferas políticas y sociales con la exigencia de obtener la renuncia y someter a juicio al conocido desde entonces como el góber precioso. Sin embargo, ni las evidencias, las denuncias ni la presión de la opinión pública lograron la dimisión y el mandatario local sigue impertérrito en su cargo.

Cinco días después, el 19 de febrero, una explosión en la mina coahuilense Pasta de Conchos, propiedad de Industrial Minera México, atrapó a 65 mineros mientras laboraban. Las autoridades de la Secretaría del Trabajo se presentaron en el lugar 15 horas después de ocurrido el accidente.

Tras la tragedia surgieron documentos y reportes en los que ya se advertía a la patronal sobre la acumulación de gas metano en el interior de la mina, sin que se hubieran tomado las medidas correctivas. A casi un año de la explosión, los cuerpos de los trabajadores siguen sepultados en el interior del yacimiento y no hay nadie en la cárcel o sancionado por este suceso.

Marzo, las marchas

Y mientras se multiplicaban las marchas en apoyo a los mineros y a su dirigente, Napoleón Gómez Urrutia, desconocido por la Secretaría del Trabajo el último día de febrero, acusado de haber defraudado con 55 millones de dólares a sus agremiados, en Estados Unidos miles de migrantes mexicanos iniciaban las primeras de un sinnúmero de manifestaciones que llegarían a movilizar a millones de paisanos en varias ciudades del país vecino en demanda de leyes migratorias más justas y contra la iniciativa, aprobada a la postre, de edificar un nuevo muro en la zona fronteriza con México.

Asimismo, durante la ceremonia por el bicentenario del natalicio de Benito Juárez, en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el presidente Vicente Fox Quesada y las autoridades locales fueron increpados por maestros de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), por el uso dado a la imagen del Benemérito y exigiendo incremento salarial. Era apenas el anticipo del conflicto que a partir de mayo estalló en esa entidad y cuyo desenlace aún no se conoce.

Y contra el clamor de especialistas e inclusive de funcionarios de empresas públicas, como el Instituto Mexicano de la Radio (Imer) y de Canal Once, se aprobó en el Senado la llamada ley Televisa. Actualmente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) analiza una controversia interpuesta contra esa legislación.

Marzo, dimes y diretes

En tanto, las campañas presidenciales subían de tono. El primero de marzo, Felipe Calderón Hinojosa admitió no haber avanzado en las preferencias electorales y dijo que corregiría estrategias.

A su vez, Roberto Madrazo, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró que ya había rebasado en las encuestas a Calderón y, según él, se aprestaba a empatar a López Obrador. Y en una muestra de lo que sería después una auténtica guerra sucia contra el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, el panista Germán Martínez Cázares solicitó al Instituto Federal Electoral (IFE) una investigación sobre la presunta participación de funcionarios del gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, en la campaña del perredista.

El miércoles 15 de marzo, el ex jefe del gobierno capitalino se lanzó contra Fox: ''¡Cállese, ciudadano presidente, ya no ande gritando como chachalaca!'' Esa frase sería ampliamente utilizada por sus contrincantes políticos, así como comentaristas y escritores de artículos, con la intención de diezmar sus preferencias electorales.

Abril, el linchamiento

En este mes las campañas políticas entraron en una dinámica de golpeteo severo. Desde Los Pinos y el cuartel panista se intensificó la oleada de vituperios y ataques contra López Obrador, y se mostró la cada vez más abierta posición de Vicente Fox en favor de Calderón Hinojosa.

El 3 de abril, la SCJN ratificó la suspensión concedida a la Cámara de Diputados, la cual prohibió a Fox Quesada emitir mensajes publicitarios sin una leyenda que especificara que los fondos de los proyectos habían sido aprobados por el Congreso, y se le pidió no promover en los mismos su imagen personal.

Del mismo modo, y con el papel protagónico que jugó a lo largo de este año, el día 6 la Corte negó el amparo solicitado por seis ciudadanos vascos en contra de su extradición a España para enfrentar cargos por actividades asociadas al terrorismo.

El narcotráfico siguió en su febril accionar. El día 12 fue decomisado en Ciudad del Carmen, Campeche, un avión que transportaba 5.5 toneladas de cocaína y se descubrió que dos de los pilotos laboraban en la Comisión Nacional de Agua (Conagua). Asimismo, el jueves 20, las cabezas de un comandante y de un policía preventivo de Acapulco aparecieron clavadas en una reja metálica que circunda una oficina administrativa de ese puerto.

Y en el ámbito de las campañas políticas, La Jornada reveló el miércoles 19 que Diego Heriberto Zavala Gómez del Campo, cuñado de Felipe Calderón Hinojosa y director de la empresa de software Hildebrando SA, tenía entre sus clientes al IFE. El panista michoacano había dicho días antes que ya había logrado un ''empate técnico'' con López Obrador.

Además, el martes 25 se realizó el primer debate entre los aspirantes presidenciales, al cual no acudió Andrés Manuel López Obrador.

radioamloTV