El 27 de octubre del 2006, policías municipales de Santa Lucía del Camino y personas vestidas de civil, vinculadas al entonces presidente municipal, el priísta Manuel Martínez Feria, agredieron con armas de fuego la barricada instalada por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), sobre avenida Ferrocarril y la calle Calicanto.
Fotógrafos de prensa, captaron a los agresores, vestidos de camisas y camisetas de color rojo, que posteriormente fueron identificados como Abel Santiago Zárate, regidor de Seguridad Pública de Santa Lucía del Camino; Fernando Espinoza Corona, director de la Policía Municipal de Santa Lucía del Camino, y Orlando Manuel Aguilar Coello, suboficial de esa corporación, además a los civiles Juan Carlos Martínez Sumano, Luis López Velasco y Pedro Carmona.
En la balacera, resultó muerto el camarógrafo estadunidense de Indymedia, Brad Will y fue herido en la pierna izquierda, el fotógrafo del periódico Milenio, Oswaldo Ramírez.
Aunque el ataque a esa barricada no fue un hecho aislado porque también se registraron sucesos similares en las barricadas instaladas en la colonia Gómez Sandoval, también de Santa Lucía del Camino; en La Experimental, perteneciente a San Antonio de La Cal, y en Santa María Coyotepec. En este último municipio, priístas, azuzados por el entonces presidente municipal Viliulfo Jorge Pablo Jiménez y policías estatales, asesinaron al profesor de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Emilio Alonso Fabián, en el campamento instalado en el Cuartel General de la Policía Estatal Preventiva. Una veintena de activistas también resultaron lesionados por arma de fuego.
El testimonio
Miguel Cruz Moreno, militante del Consejo Indígena Popular de Oaxaca "Ricardo Flores Magón" (CIPO-RFM), una de tantas organizaciones adheridas a la APPO, recuerda la agresión en la barricada de Calicanto."Nos avisaron que habían agredido la barricada de la Gómez Sandoval, pero no se tomó mucha importancia. Pero a eso de las tres o tres y media la tarde, un niño que venía con una señora que nos traía comida, comentó que unas personas se estaban organizando sobre avenida Ferrocarril y la calle de Hornos... pudimos reconocer a varios, son priístas de Santa Lucía del Camino.
Varios de ellos se bajaron de una camioneta Blazer, color gris, que era manejada por Armando Calderón. Los que se bajaron eran las de las camisas y playeras rojas que aparecen en fotografías de la prensa. Como venían armados, decidimos replegarnos porque en la barricada había mujeres, personas grandes, y estaban en peligro. Entonces, se empiezan a escuchar los disparos, no sabemos si fueron al aire o hacia nosotros. Poco a poco, nos empezamos a reorganizar; llegaron muchos compañeros a ayudarnos.
En eso, llegó Brad Will y nos dice ’estoy aquí, traigo una moto’ y empieza a filmar. En eso, los priístas empiezan a dispararnos y él se mete debajo de un vehículo para grabar lo que sucedía. Tratamos de repeler la agresión con piedras y palos, pero no se podía. Incluso, trajimos un volteo como escudo porque nos estaban disparando hasta de las casas. La balacera era muy fuerte. Tratamos de avanzar, pero debimos replegarnos un poco.
En un momento, vi hacia atrás y me di cuenta que Brad estaba atrás de mí, por la lado derecho, a un metro, metro y medio. De repente, siento que algo pasa cerca, oigo un zumbido y al voltear veo a Brad ya en cuclillas, levantándose la playera y al ver el orificio por la bala, alcanzó a decir ’¡ay, ay, ayuda, ayuda!’. Los compañeros empezaron a retroceder al ver esto porque o te cubrías o te daban un balazo en la espalda.
Yo le metí los brazos por la espalda y traté de levantarlos, pero por su estatura no podía. Les digo a quienes estaban cerca ’¡ayuden, ayuden, le dieron a Brad’! Se acercan otros y lo cargamos, hasta llegar a la calle de Árboles. Lo dejo y salgo corriendo para buscar ayuda. ’¡Una ambulancia, una ambulancia!’, pido a gritos. Un compañero llegó y le dijo a Brad ’¡aguanta, aguanta, tranquilo!’, como para darle ánimo".
—¿Ya no alcanzó a decir nada, Brad?
— No, ya no, se había desplomado; algunos compañeros hasta le dieron respiración de boca a boca pero no reaccionaba. Se le veía la cara pálida, la mirada perdida. Al poco tiempo, llegó alguien con un Volkswagen y lo subieron para llevarlo a la Cruz Roja para que fuera atendido, pero poco después nos enteramos que ya había muerto.
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Números rojos
5 Las barricadas que fueron atacadas el mismo día20 Activistas al menos resultaron lesionados por arma de fuego.
2 Los balazos sucesivos por los que murió Bras Will, según un análisis pericial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
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