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lunes, octubre 21, 2013

DEL BLOG DE NETZA



LA GEOGRAFIA TERRITORIAL DEL PARTIDO, COMO APORTE CENTRAL A LA LUCHA.
Por: Netzahualcóyotl  Zaragoza  Jiménez

Cuando la “cosa” política pasó de ser un asunto exclusivo de los reyes (Monarquía) a una expresión no central ni absoluta y –al menos en teoría- concerniente a “todos” (Res-Pública = Cosa-Pública=  República), el problema de la definición y el ejercicio del poder en una geografía territorial dada pasó de ser un problema fundamentalmente unitario (del Monarca) con ubicación hacia afuera, a ser también, y esencialmente, un problema plural (de todos) con ubicación hacia adentro.  

Me explico: en los reinos o ciudades-estado, en los que el poder residía y emanaba de un solo hombre, el control interno del reino era por lo general, una vez alcanzado el trono, un problema bastante menor respecto del problema de su fortaleza hacia el exterior, y su consecuente influencia y expansión -o incluso su mera sobrevivencia- en un medio hostil plagado de otros reinos.  Hacia adentro el monarca legitimado no necesitaba ponerse de acuerdo con muchos para definir cómo se iba a llamar su dominio, qué tipo de reino iba a ser, cómo iba a estar organizado, qué religión se iba a practicar, etc.; pero hacia afuera dicho reino se encontraba casi siempre en peligro debido a las otras fuerzas organizadas como la suya, que amenazaban ya sea su territorio, o su facultad de cobrar impuestos, o la imposición de otra religión, o simplemente atentaban contra las riquezas de su corona.  Claro que el problema era llegar a ser el soberano, pero la lucha para lograr este objetivo no era una lucha geográfica-territorial, sino que se circunscribía al palacio y sus intrigas cortesanas.  Es decir:  la lucha era apoderarse del trono, y el espacio de esta lucha era más el espacio del palacio o palacios, que el espacio del campo o de las villas u otros lugares del reino, bastante secundarios en la mayoría de los casos para el efecto. 

Pero cuando se pasó históricamente de este tipo de organización del poder centralizado y personal, a uno des-centralizado y plural (República), el espacio de la batalla se configuró de otra forma: todos los habitantes del espacio gobernado importaban (aunque fuera en teoría), y por lo tanto TODO EL TERRITORIO ERA EL ESCENARIO DE LA BATALLA POR ALCANZAR EL PODER A TRAVÉS DE LA ACEPTACIÓN Y/O EL VOTO DE CADA HABITANTE y no solamente el reducido espacio de un palacio. 

Ahora bien, si a lo anterior añadimos que la lucha electoral es precisamente eso: UNA BATALLA, UNA GUERRA (aunque sea codificada, “civilizada”, y con votos en vez de balas… ¡aunque no siempre!), podemos concluir que para lograr definir y ejercer el poder en una República ES VITAL TODO EL TERRITORIO, así como en cualquier guerra el territorio disputado, y cómo lograr ocuparlo y controlarlo, lo es todo. 

Lo anterior viene a cuento por las constantes críticas provenientes de MORENA y dirigidas principalmente a la expresión en verdad democrática del PRD (la corriente IDN), o incluso vertidas hacia algunas otras corrientes del Partido (que son más o menos progresistas), cuestionamientos que han surgido al calor del proceso de constitución de MORENA como partido,  y en los cuales se esgrime que más convendría de plano abandonar la lucha “perdida” de rescatar para la causa democrática de la nación al PRD, para, en bloque pasarse desde ya y totalmente, al (próximo-futuro)  partido MORENA, y trabajar en un entorno más sólido y con un piso menos movedizo y complicado.  Es decir: “No gastes tu tiempo ni tus energías en causas perdidas”.  

Pero no se trata de irse a donde sea más fácil luchar, sino de hacerlo en donde más utilidad pueda uno ofrecer.  El principal aporte que puede dar el PRD a la lucha democrática del país, es el territorio que como partido ha venido construyendo desde hace más de 20 años, y que ha costado una muy alta cuota de muertos, desvelos, energía y trabajo que por fortuna los nuevos partidos por constituirse no tendrán que pagar en esas cantidades.  Este territorio   -donde se organizarán en su momento las brigadas para promover el voto y las destinadas para defenderlo-  es un territorio NACIONAL y es, de facto, la tercera estructura organizativa-política más grande del país. Y, por ende, el control de este territorio será de extraordinaria importancia en la “guerra” que significarán las elecciones intermedias del 2015 y las federales del 2018. 

Este control territorial no puede ni debe ser dejado así como así a los traidores-colaboracionistas que desde hace años se han incrustado en el PRD, y cuya expresión en Jalisco son los perredistas alineados con el Grupo Universidad el cual, por cierto, desde hace años ha mostrado un profundo desprecio por los Comités Municipales en el interior de Jalisco, bajo la figura de aparentar trabajar en dicha estructura, pero en realidad someterla a un brutal abandono ya que están conscientes de su gran valor. 

Concluyendo: abandonar la estructura territorial del PRD en Jalisco y los demás Estados, o no reconocer su importancia,  es implemente abandonar la plaza antes de la contienda… y eso es tener, desde antes e irremediablemente, perdida la guerra.          
::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Lic. Andrés Manuel López Obrador en 2012::

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