Hoy Ciro Gómez Leyva (que dicen las malas lenguas es periodista) escribió un artículo verdaderamente agresivo hacia Luis Mandoki y hacia la película Fraude: México 2006. En él comparó al director mexicano que tiene fama mundial con la documentalista del Führer, Leni Riefenstahl. Verdaderamente este tipo ya perdió el sentido de la realidad y debe tener algún problema psicológico grave, pues un día antes había dicho que la presidencia legítima que encabeza López Obrador no había hecho el ridículo y que estaba “vivita y coleando”. Lo más fácil para denostar (sin inteligencia, por supuesto) a un adversario es ponerlo en contraste con el mal, representado por personas, paisajes o cualquier otra cosa. Así sucedió con AMLO, cuando se le comparó con Chávez durante la campaña electoral de 2006. Pero esta crítica fue sin fundamento y tonta, por decir lo menos: en el caso del contraste entre Chávez y AMLO, no había ni sustento y tampoco había un análisis sobre si Chávez era en realidad el mal o no. Todo es mediático y todo tiene tan poco sustento. Ciro, pues, ha utilizado estos análisis pueriles y estúpidos para denostar no a López Obrador, sino a Mandoki, al compararlo con la propagandistas del régimen nazi.
Por eso no hay que faltar hoy a la premir de la película de Mandoki. Los medios dirán que no hubo gente, que no hubo ciudadanos dispuestos a ir a verla. Pero todo será mentira. Y Ciro, bueno, Ciro es ya un payaso, de verdad, un payaso que cada día escribe peor y cada día se vuelve más loco.
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