Adultos mayores se manifestaron frente al Palacio Legislativo para exigir al nuevo mandatario estatal apoyos y pensión alimentaria. Foto Hector Jesus Hernandez
Jaime Hernández increpó al gobernador y lo calificó de hipócrita, populista y mentiroso
La construcción de esa obra representa un genocidio contra los jaliscienses: Solís González
JOSE RAMON GUTIERREZ - Jornada Jalisco
Cerca de 600 manifestantes se dieron cita en Plaza Liberación frente al Congreso del Estado para expresarle al gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, su rechazo a la construcción de la presa de Arcediano, solicitar mejores condiciones laborales y esclarecer crímenes sociales que fueron cometidos durante la administración de Francisco Ramírez Acuña.
Algunos inconformes dijeron que esperan que la gestión de González Márquez, sea justa con las causas ciudadanas y escuche las peticiones de los más necesitados.
Luego de su toma de protesta como gobernador constitucional, Emilio González se acercó a las vallas para dialogar con los manifestantes; sin embargo, Jaime Hernández Ortiz, uno de los miembros de la Coordinadora 28 de Mayo, gritó consignas contra el mandatario y lo calificó de hipócrita, populista, mentiroso y falso, situación que provocó que rápidamente elementos de seguridad retirarán al gobernador del lugar.
Hernández Ortiz dijo que la figura de Emilio González representará un sexenio más de violaciones a los derechos humanos y de injusticias.
Agregó que su presencia en Plaza Liberación obedeció a que buscaban entregar al secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, el veredicto que emitió el miércoles el Tribunal Popular, pero resaltó que el funcionario federal nunca se presentó públicamente.
Por su parte, el representante de la Organización Democracia Independiente por una Liberación Organizada, Javier Solís González, dijo que la idea de las autoridades de construir la presa de Arcediano es un genocidio debido a que perjudicará la salud de los jaliscienses ya que las aguas del río Santiago son intratables para el consumo humano; añadió que el ex director de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS), Enrique Dau Flores, es un parásito porque sólo trabaja por los intereses de las personas en el poder y no por el bienestar de las personas.
Apuntó que el nuevo gobierno encabezado por Emilio González es una administración a modo impuesta por el ahora secretario de Gobernación en la que sólo habrá más de lo mismo.
El coordinador del Movimiento de Migrantes y de las Personas de la Tercera Edad en Jalisco, Gilberto Parra, solicitó al jefe del Ejecutivo estatal que apoye a los grupos más vulnerables en el estado y que otorgue pensiones a los adultos mayores.
Parra señaló que el sexenio de Francisco Ramírez Acuña quedará plasmado como un capítulo negro en la historia del estado, debido a que durante su gestión se caracterizó por ser una persona que reprimió las manifestaciones sociales y que sirvió a los grupos de poder.
El dirigente confió en que la administración de González Márquez estará abierta al diálogo y no incurrirá en los mismos errores en los que cayó su antecesor.
Otros como Guillermo Licea, encabezó una manifestación para solicitar al gobernador que abra una investigación a fondo para esclarecer la muerte de su sobrino Néstor Alán Rodríguez Licea, quien falleció el domingo 26 de noviembre de 2006 durante un accidente automovilístico en el que se vieron involucrados Francisco Javier Alvarez del Castillo y Cristhian Arias de la Torre, éste último hijo de quien fuera el director de Comunicación Social del gobierno de Jalisco, Fernando Arias Pérez, durante la administración de Ramírez Acuña.
La toma de protesta de Emilio González Márquez transcurrió con tranquilidad en el Palacio Legislativo a pesar de las manifestaciones que se registraron por parte de opositores a la presa de Arcediano, afectados de Aviso de Guadalajara, Coordinadora del Movimiento Urbano y Popular, padres de familia de La Normal de Ciudad Guzmán, familiares del joven fallecido Alan Rodríguez Licea y migrantes de la tercera edad.
En el evento se vislumbró la presencia de francotiradores en los principales edificios del Centro Histórico, elementos de protección civil y de la policía de Guadalajara en bicicleta, un helicóptero que sobrevoló la zona, además de que un conjunto de bocinas que estuvieron transmitiendo música electrónica al exterior del congreso todo el tiempo, como medida para disipar las manifestaciones.
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